Querida ESTEFANÍA… Te escribo sin resquemor. Sin rencor. Por lo menos así empiezo... Me encantaría saber quien eres. Me encantaría encontrarte y que, quien te busca, te encontrara también. No sé si a ti te gustaría ser encontrada. Creo que no, y te entiendo. Te entiendo perfectamente. De verdad que lo entiendo, te lo digo de corazón. Entiendo perfectamente lo que has hecho y por qué lo has hecho.
Efectivamente, es muy pesado, mucho, muchísimo y además no se da por vencido, y vuelve a la carga, cada día varias veces, en distintos momentos, desde puntos distintos para mosquear, para inducir a error, para que le hagas, por fin, caso…
He dicho que te entiendo. Si. Te entiendo.
Pero no te perdono. No puedo perdonarte. No sabes lo que me has hecho. O si, y por eso lo has hecho. De verdad, asimilo que tú te has quedado tan a gusto, pero a mi me has dejado un legado importante y una carga estresante…
Querida ESTEFANÍA, … no puedo perdonarte que le hayas dado mi número de teléfono móvil a un tío tan brasas, tan empalagoso, tan cabezota y tan pesado para que me llame entre 16 y 20 veces al día preguntando por ti. Si. Por ti. Por ESTEFANIA… ¿Por qué has elegido mi móvil? ¿Por qué cuando decidiste, aquella noche darle un número de móvil falso, porque seguro que le has conocido de noche, enlazaste todos esos números al azar (o no tan al azar) de forma que salió premiado el mío? ¿Qué te he hecho yo para que me tenga que comer semejante trozo desde hace unos días? Tú, como Cenicienta, has salido corriendo y en lugar de dejarte un zapato, has dejado mi móvil como prueba de tu existencia…
La primera llamada la recibí en el, ya finado, 2011. A finales…
Vi en mi móvil un número desconocido y descolgué reticente (todos los que vemos un número desconocido en el móvil descolgamos reticentes, salvo que el móvil sea de empresa, que no es mi caso)…
“ Hola Estefi, bonita, soy yo” … “¡¡¿¿Perdón??!!” … “Estefanía?” … “No, te has equivocado.” … “Ah! Vale, lo siento!”…
A los tres segundos me volvió a llamar desde el mismo número de móvil, y volvimos a tener la misma conversación:
“Hola Estefi, bonita, soy yo” … “¡¡¿¿Perdón??!!” … “Estefanía?” … “No, te has equivocado otra vez.” … “Ah! Vale, lo siento!”…
Y volvió a repetirse la llamada desde el mismo número a los cuatro segundos. Su tono fue distinto. El mío … por descontado.
“Estefanía?” … “No mira, te has vuelto a equivocar” … “Ah Perdón!” … “¿A qué número llamas?” … “Al tin-chan-pun-tan-can-pir-tun-pan-tin” … “Vale, es el mío, pero yo no soy Estefanía” … “Perfecto, perdona” … “Nada no te preocupes y suerte!!”
Yo soy así de idiota y cordial, le desee suerte en la búsqueda, y guardé el número de móvil como Estefanía 1, intuía, no se por qué, que el pollo iba a darme la coña.
Y él es así de tenaz, porque a los dos minutos y desde un nuevo número de móvil recibí otra llamada:
“Hola Estefi bonita, soy yo desde el móvil de Rafa” … “Hola yo desde el móvil de Rafa, no soy Estefanía, te has vuelto a equivocar” … “Ah! Perdona” y cuelga… No me dio tiempo … no me dio tiempo a cagarme en sus muelas, pero si a guardar el número como Estefanía 2… No importó que no me cagara en sus muelas en ese momento, porque me dio tiempo y oportunidad de hacerlo a los veintidós segundos.
Vuelve a sonar mi móvil desde un tercer número móvil desconocido:
“Estefanía?” … “Joder… ¿Cuántas veces vas a llamarme majo?” … “Está ahí Estefanía?” … Ufff… noto que me enciendo… Tranquila Mara, tranquila… “Mira, te lo voy a explicar vale? Para que tú puedas encontrar a Estefanía, no es necesario que cambies tú de aparato de móvil, es necesario que marques otro número distinto en la llamada, entiendes?” … “O sea que no está ahí Estefanía?” … “Y dale molino!!! Qué no! Qué no! Quéééééé nooooooo!” … “Ah! Perdón!” … Empecé a pensar que alguien me estaba gastando una broma…
Silencio … dos días de paz… Casi, casi, había olvidado la existencia de la desaparecida Estefanía…
Tres días después me suena el móvil, ya no era un número desconocido, era mi gran amigo Estefania 1… No lo cojo. Lo siento. No lo cojo, ¿para qué? ¿Para qué el pollo gaste dinerito en una llamada en la que le van a decir que se ha equivocado? No lo cojo. Me levanto de mi sitio para ir a … (lo que hago yo en mi curro) … Vuelvo… Tengo 3 llamadas perdidas, dos de Estefanía 1 y una de Estefanía 2.
Joderrrrrr!!! El pollo vuelve a la carga… Vuelve a sonar Estefanía 2. Descuelgo directamente y le digo: “No! No soy Estefanía, te has equivocado” y cuelgo. Me equivoqué! Erré! Lo hice falta! El creyó que sí que era Estefanía, que por fin me había pillado, pero que no quería hablar con él… Y llamó otras 3 veces… Opté por silenciar el móvil. Casi siempre lo tengo silenciado, pero vibra… Opté por quitar hasta el vibrador.
De pronto un nuevo número de móvil surge en mi teléfono… Y ahora … ¿qué? ¿Será Paco Lobatón buscando a Estefanía? … Seguro. Pues no lo cojo… ¿Y si es del cole de la ESTRELLA o del PLANETA? ¿Y si es algún conocido que tiene un problema y se ha quedado sin batería en su móvil?… Vale lo cojo…
“Estefanía?” … “Ay mira tío porrrrrrrrrrr favorrrrrrrrrrrrrr, de verrrrrrrrdddddad, te lo suplicooooooooooo, NO-SOY-ESTEFANÍAAAAAAAA!!! NO-CONOZCO-A-NADIE-QUE-SE-LLAME-ESTEFANÍA!!! NO-ME-SIGAS-TORTURANDO-CON-TUS-LLAMADAS!!! Vale?” … “Ah! Perdón!” …
Joder, me dio pena… Fui dura con él, pero es que el tío es muy duro para mi… El tío es un coñazo y un tostón…
Ayer, sin ir más lejos, volvió a llamarme Estefanía 1… y descolgué con una sonrisa “Hola, Feliz Año nuevo. Te has equivocado, no soy Estefanía” … Hubo un silencio momentáneo… “Hola” … Noté duda en sus palabras… “¿Estefanía?”. Le colgué… Le colgué. Literalmente, le colgué. Pensé que me estaba tomando el pelo absolutamente.
Llamó dos veces más desde Estefanía 2… No descolgué… Volvió a llamar desde un número desconocido… Jo! Casi me lo meriendo cuando le oigo decir: “Estefanía?” … “Oye macho, voy en serio y te lo pido por favor, no me llames más… De verdad tío… No soy Estefanía. Estefanía te ha mentido al darte el número de móvil. Te ha dado el mío porque no quiere que la llames, y no me extraña, porque eres muuuuuuuuuy pesado, no paras de llamar y además, eres muuuuuuuuy insistente y muuuuuuuuuuy persistente, y no hay tía en el mundo que quiera estar con un tío tan pesado, y ella lo ha notado y por eso te ha mentido, y a mi me estás amargando la existencia, porque me llamas desde distintos números y cada día utilizas un número nuevo y yo tengo hijos sabes? Y no puedo dejar de coger una llamada por si acaso es uno de los coles de mis hijos que necesita algo. Asi que por favor, te lo pido de verdad, no me vuelvas a llamar, porque la próxima vez te gritaré y te insultaré y me pondré tan antipática que querrás no haber marcado mi número de teléfono nunca en tu absurda existencia. Borra este número de tu vida y déjame en paz!! Estefanía no te quiere!!! Y no quiere saber nada de ti!!!” … Después de todo este chorreo el tío dijo… “Ah! Vale. Perdona!” … Y a los diez segundos, volví a tener una llamada perdida de Estefanía 2.
Estefanía querida, vaya peso pesado te has quitado de encima guapa!
Estefanía querida, vaya tordo me has dejado para la posteridad!
Estefanía mona… llama a ese muchacho, deja de dar número falsos a la peña que no te interesa y, por supuesto, sin rencor ni resquemor … Estefanía vete a la mierrrrrrrrrrda!!!!!
6 comentarios:
Mandaos a la dirección :
estefanianotequiere@vetealamierda.com
Mkto
Mara, siento tener que ser yo el que te lo diga pero alguien ha de hacerlo:
Eres Estefanía.
Besos.
Estas navidades he triunfado con varias chicas y no les he dado el número de teléfono.Tifany.¿Puedo darles el tuyo?
jajaja..gracias por hacerme reir!!!..Lo que no te pase a ti...
Besos amiga
También yo me he reído, y mucho. Creo que la próxima vez que suene el teléfono debes poner voz de maromo y seguir el rollo.
Igual con eso te deja en paz.
¿Estefanía, dónde estás cariño?
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