El impacto mundial de un cabreo es
directamente proporcional a la reacción del cabreado ante el mismo.
Algunos se enfurruñan a menudo. Otros pocas
veces.
Algunos no hacen ruido. Otros explotan como
un volcán.
Algunos no te perdonan en la vida. Otros tal
cual se enfadan, se desenfadan.
El motivo del cabreo puede ser brutal para
uno y no existir para otro.
El cabreo, en general, es una actitud personal e intransferible que cada uno, en su maravillosa humanidad, toma ante una determinada situación o acontecimiento, y según sea su estupendo carácter, reacciona.
Lo que para unos puede ser una reacción
exagerada y fuera de lugar, para otros es un chiste al lado de lo que serían
capaces de hacer si les pasara a ellos.
Antes, en el pleistoceno, cuando yo era
pequeña, se podía dar el caso de que alguien se enfadara contigo y no te
enterases. Sencillamente porque, salvo que le vieras en el cole todos los días,
como fuera una amiguita del parque, no volvías a coincidir con ella, y nunca te
enterabas del enfado.
En el cole, te dejaban de hablar y te hacían
el vacío. Y además, como te cabreases con una que era “capitán-general”, se
cabreaban a la vez todos los peones de alrededor y te quedabas colgada como una
paraguaya… Al día siguiente llorabas y suplicabas a tu madre que te dejara
quedarte en casa, porque en el recreo nadie te hablaba. Eras capaz, incluso, de
inventarte un dolor de tripa con tal de no ir y enfrentarte a la jauría de
guarras enfaduconas capaces de desguazarte en dos segundos… Eso era cuando
alguien se enfadaba contigo… Y cuando tú te enfadabas, si no eras
capitán-general, hacías un “pues-ahora-me-enfado-y-no-respiro”…
Hasta que se te pasara o se te pararan los pulmones.
Esta frase ha cambiado, ya que ahora, según
la ESTRELLA de mi vida es “pues-ahora-me-enfado-no-respiro-y-me-convierto-en-pera”
mientras pone el puño cerrado en lo alto de su cabeza emulando al “rabito” de
la pera, e infla sus carrillos y los pone gordos. La primera vez que lo hizo me
partí de risa…
¿Y hoy? ¿Qué pasa hoy cuando alguien se
enfada contigo?
Yo… si me importas y considero que te has
pegado una buena pasada… lo vas a saber… te voy a montar un pollo de colores
colega!! Te voy a dar unos gritos de flipar… Voy a descargar sobre ti, toda mi
ira… Y me a cagar en molares y caninos… y después… se me va a olvidar por
siempre jamás lo que me has hecho, salvo que seas reincidente y entonces, si
reincides demasiado, pasaré a comportarme contigo como si no me importases…
Yo… si no me importas, te arrojo al “barranco
de la indiferencia” (esta frase es de Molinos y el post sobre ella es soberbio).
Me cuesta mucho, muchísimo, una barbaridad… Me duele mandar a alguien al mentado
barranco pero… lo hago, vamos que si lo hago.
Pero esa es mi reacción… No la de todos… Hay
personas para las que la reacción más peor, más dañina, más dolorosa, más
horripilante ante un enfado es…
¡¡¡TE
BORRO DE MI FACEBOOKKKKK!!!
¡¡¡TE
BLOQUEO DEL WHATSAPP!!!
¡¡¡TE
DEJO DE SEGUIR EN INSTAGRAM!!!
¡¡¡ME
DOY DE BAJA DE TU SEGUIDOR EN TWITTER!!!
¡¡¡Valiente gilipollez!!!
Y como los 300 amigos que tenemos en común no
te lo van a decir… tú no te vas a enterarrrrrrrrrrr de mi vidaaaaaaaaa!!!
Chinchaaaaaaaaaaa rabiñaaaaaaaaaaaa!!!
Y como no conozco a nadie en el mundo entero
que te conozca, nadie te lo va a cascaarrrrr!!! Chinchaaaaaaaaaaa
rabiñaaaaaaaaaaaa que tengo una piñaaaaaaaaaa!!!
Y como la gente no es nada cotilla, tú no te
vas a enterar de nada de lo que hagooo!!!!!!! Chinchaaaaaaaaaaa
rabiñaaaaaaaaaaaa que tengo una piñaaaaaaaaa que tienes piñonessssssssssss!!!
Y como tengo unos amigos estupendos, de esos
que no borro de Facebook, no me van a traicionar y no te van a ir con cuentos
chinossssss!!!!!!! Chinchaaaaaaaaaaa rabiñaaaaaaaaaaaa que tengo una piñaaaaaaaaa
que tienes piñonessssssssssss y tu no los comessssssssssssss!!!!!!!!!
De verdad, seamos maduros… Estas actitudes
pueriles sólo llevan a pensar… “qué pena de pavo
colega!!! Cómo si me importase una mierda lo que hace!!!” Porque
una persona que te borra de su vida, no se molesta ni en darte de baja de las
redes sociales… Si yo te borro… te borro colega!!!… y no gasto ni dos segundos
de mi existencia en atisbar y hurgar en los ajustes de Facebook para darte de
baja como amigo … Sencillamente no voy a volver a asomarme por tu perfil, y
cada vez que me salga algo de ti, ni lo leeré, porque mi curiosidad sobre lo
que haces con tu vida, se ha borrado como te has borrado tú. Si las redes
sociales, son eso… SOCIALES… Nunca emocionales, ni cercanas… En las redes
sociales hay que escribir las chuminadas absurdas que nos pasan en la vida…
Nunca cosas serias que puedan tener alguna trascendencia, porque quedan ahí, en
los anales de los propietarios de Facebook por siempre jamás del mundo.
Y por último, si tienes tanto tiempo como
para dar de baja a una persona en todos los lugares internáuticos que compartes
con ella… ¿no será mejor que dediques tu cabreo a intentar solucionar las
cosas, en lugar de dar esa vergüenza ajena borrando a las personas de esa vida
tan apoteósica y brutal que tienes a través del ordenador o del móvil?…
(Hay gente incluso que le da a un botón para que, tú y sólo tú y nadie más que tú, no le puedas localizar cuando teclee tu nombre en el buscador y nunca más, jamás de los jamases vuelvas a saber algo de él... ojo! ojo! ojo!!!)