martes, 17 de enero de 2012

EL VIVERO (I) - AGENTES INTERNOS

Trabajo en un trabajo… Esta es una afirmación obvia y absurda… Está claro que si trabajo, es porque tengo un trabajo, y lo ejerzo en mi lugar de trabajo.

Soy una auténtica afortunada, porque me encanta mi trabajo, cuando tengo demasiado se me pone mal café (imagino que como a todos), pero por lo general creo que transmito alegría y buen humor, porque me gusta lo que hago, y eso, hoy por hoy, es una suerte.

Por lo cual soy doblemente afortunada. Primero, porque tengo un trabajo, un buen trabajo y segundo, porque me gusta mi trabajo, me gusta mucho.  

Trabajo en un VIVERO:

Pero no es un vivero normal y corriente, es un vivero enorrrrrrrrrme.

Y en mi vivero tengo trato con distintos tipos de personas:

a.- Los agentes internos
b.- Los agentes externos.

Hoy, solo voy a hablar de los AGENTES INTERNOS:

1.- Tengo cuatro jefes: sobre ellos no me voy a pronunciar en cuanto a sus personas y personalidades. No porque sean buenos, ni porque sean malos. No porque me caigan bien, ni porque me caigan mal. No porque sean más exigentes, ni porque sean más tolerantes. Simplemente, porque no me da la gana pronunciarme. Punto. Pelota. Sólo diré que son cuatro personas y personalidades distintas, muuuuuuuuuuuuy distintas cada uno con respecto de los otros.

Y además uno de ellos es mi hermano mayor mayor, por lo cual no sería objetiva respecto de los otros tres. Ante lo cual, no me pronuncio.

Ellos saben todo (o casi todo) acerca de las distintas plantas, flores y frutos. Conocen en que maceta hay que plantar cada flor, cuanta agua necesitan cada una, si es necesario un abono especial para su crecimiento, si hay poner fertilizantes o vitaminas para un crecimiento rápido y seguro, y la tierra que hay que echarle a cada una… y yo, soy una jardinera de las que me dedico a ejecutar lo que me han explicado y las planto con mimo y cuidado.

Los jefes del vivero confían plenamente en sus jardineros. Y eso es un punto a su favor, porque tener encima a un jefe que te está preguntando constantemente, "¿Cuánta agua le has echado al ficus? ¿Por qué has puesto fertilizante a la rosa de pitimini? ¿Desde cuando hay que esperar diez días para que crezcan los abetos?" es un auténtico coñazo… Ellos, gracias a Dios, están seguros de que sus jardineros velan por una buena siembra, y si alguna planta se pudre, nunca piensan que ha sido por un abono caducado o un mal cuidado realizado a propósito… Eso también es de agradecer… (Lo que no significa que si se te muere una planta en una maceta no te den un toque… claro que te lo dan!!! Por supuesto!!!)

2.- Tengo un montón compañeros de trabajo con distintas labores de jardinería: a diferencia de otros trabajos en los que algunos se creen que son rivales en lugar de compañeros, y que pretenden demostrar que saben muuuuuuucho más que tú, en mi curro la norma general es de paz, cordialidad, cooperación y buenas caras.

Raro ¿verdad?, pues conmigo es así, y en mi zona de invernaderos se respira un espíritu de equipo brutal. Esto es producción en cadena y dependemos unos de otros.

Cuando tú llegas a mi vivero te encuentras a unas personas que te informan a que invernadero vas a pasar para plantar tus semillas… Porque eso si… Las semillas las tienes que traer tú de tu casa, en contadas ocasiones tenemos de las semillas que tu necesitas… Tenemos algunas, pero lo normal es que el que viene a mi vivero traiga sus semillas debajo del brazo, y nosotros nos “limitamos” a plantarlas, echarles agua, tratarlas y entregarle, al que trajo las semillas o a un tercero que él designe, el resultado de la plantación. Y entrecomillo el “limitamos”, porque en algunas ocasiones no es nada fácil… Traen cada especie!!! Algunas no las hemos cultivado nunca y Madre Mía! son complicadísimas de sacar adelante… Pero las sacamos eh? Pocas veces se nos resiste una semilla…

Cada uno de los jardineros está especializado en un tipo de planta o flor, de forma que unos son especialistas en cactus, otros en orquídeas, otros en claveles y rosas, otros en cipreses, otros en arbustillos múltiples, algunos en margaritas, otros en girasoles… Pero la verdad es que cada vez estamos todos intentando conocer un poquito, aunque sea por encima, el tratamiento de la planta del compañero de al lado, porque sólo conocer de una especie embrutece a cualquiera y es más bonito poder ofrecer distintas posibilidades de tratamiento al que trae unas semillas para tener la posibilidad de obtener varias plantitas, que solamente ofrecerle un tipo de flor.

Yo soy especialista en palmeras… Mis palmeras tardan en crecer un huevo! Y en dar el fruto, ni te cuento… Eso si… cuando salen adelante… JODER COMO LUCEN!!!! Pero tardo un montón en preparar cada maceta, las semillas no son fáciles de conseguir, hay que arrancárselas al cliente con los dientes, y en algunas ocasiones cuando tienes toda la macetita preparada, abonada, fertilizada y con sus vitaminas echadas para plantar las semillas y sólo esperar a que crezcan, resulta que el camión que traía las semillas se ha averiado por el camino y no llegan cuando lo esperabas, pudriéndose toda la maceta o casi toda, y teniendo casi, casi que volver a empezar con la pre-plantación…

Me encantan mis palmeras. Qué conste que me encantan… También los cipreses… Pero de momento tengo poca oportunidad de plantar semillas de cipreses y sólo me caen palmeras y palmeras… En ocasiones planto bosques enteros de palmeras y alucino con el propietario de tantas semillas… Me encantan los propietarios de las semillas… Te sorprenden tanto!!!

Las macetas se pueden plantar o bien en el propio vivero o fuera de él, por eso tengo compañeros que se encargan de llevar a los jefes del vivero a las casas o lugares donde se plantan las flores. Ellos van con la maceta que yo les he preparado y puesta a punto para la plantación y luego llegan allí y meten la semilla… Los jefes o mis compañeros, tienen que traer corriendo al vivero la planta, porque el toquecillo final, el calorcito del invernadero, se lo tenemos que dar en el vivero, hasta que nace la flor… Eso es impepinable…

Para esto también hay gente especializada en el vivero… Cuida y mima las plantas y flores una vez plantadas para que florezcan y den frutos de forma acertada. Las podan, les dan formitas, les quitan los hierbajos que les puedan ir saliendo, las ponen ideales para entregárlas a sus receptores.

Tras lo cual, otros “jardineros” entregan las flores y frutos que nacen y cobran por el trabajo realizado, y otros facturan la recolección de los frutos y las plantas, llevando la contabilidad del vivero.

Si uno se marcha de vacaciones, te da las nociones básicas de cómo se cuida su planta, salvo que tú ya sepas, y si tienes alguna duda siempre hay libritos a los que acudir, compañeros a los que preguntar, porque se han quedado encargados en otras ocasiones de esas plantas y el propio “vacacionista” que por teléfono te puede decir la fórmula mágica para que no se te muera o marchite la flor.

En fin, que puedo decir que en mi vivero hay una diversidad absoluta de posibilidades de curro, y que es bastante entretenido, porque nunca le tienes cogido el tranquillo a todas las flores que vas a plantar, y cuando te crees que tienes totalmente dominada una especie de flor, zas!, sale un abono nuevo que hace que tengas que volver a currartelo todo otra vez, porque si lo haces de la manera antigua, la flor nunca saldrá.

Me encanta. Me lo paso pipa en mi VIVERO y por esto me considero una absoluta afortunada…  

(Continuaré otro día con los AGENTES EXTERNOS,  porque se las traen con abalorios…)

11 comentarios:

Beatrice dijo...

Eres una poetisa, cuanta carga metafórica en esta entrada. Muy bonito el vivero, el trabajo de "avivar" las plantas y la cordialidad entre los jardineros.
No me importaría trabajar en ese vivero.
Cuando me encuentre sin curro, que me puede pasar en cualquier momento con tanta fusión, me acerco por allí y me cuentas, o te cuento, o al menos nos echamos unas risas.

TORO SALVAJE dijo...

Pues si.
Doblemente afortunada.

Tu trabajo parece el paraíso.

Besos.

Anónimo dijo...

Visto así, llevar la contabilidad del vivero me parece más bonito.
Un beso
Mamen

Anónimo dijo...

ahora esto me gusta más que antes, me veo con mis guantes y delantal ideales, como las inglesas. aunque a mi en vez de salirseme los dientes como a ellas se me estan quedando pequeñitos, bueno pero eso es otra historia, de verdad, ahora veo todo con colores y olores deliciosos e incluso veo el cielo, que desde aqui no lo veo nunca, eres una campeona de las metáforas. Gracias y sigo podando.

sin más palabras dijo...

Lo he leído y lo he releído y otra vez más… Sé que es una metáfora, pero hija por el Santo Creador… que no doy con ella ;-) Puede ser desde un hospital, una pastelería, una consultora, una imprenta, ainsss madre que lío. En cualquier caso muy bien contado.

Mara dijo...

Pues sigue barruntando...

El 16 en discordia dijo...

Papá puso una semillita en mamá...............
Mi trabajo en el vivero consiste en llevar a los dueños del cortijo a plantar las macetas fuera del vivero,y es un trabajo bastante entretenido puesto que paseas por Madrid en estos días de lluvia con esos atascos interminables y claro debo hacerlo lo más rápido posible para que la persona que solicita la siembra no espere y además para que las semillas,abonos y demás artilugios lleguen en perfecto estado. ..……¡Que coño! Y para que el jefe no se enfade.

sin más palabras dijo...

Tu no saber como es una Servidora cuando barrunta, jajaja. Con la facilidad que tengo para entrar en bucle

sin más palabras dijo...

Tu no saber como es una Servidora cuando le da por barruntar, jejeje. Con la facilidad con la que entro en bucle...

sin más palabras dijo...

Perdón por el duplicado...

Uri Contini dijo...

Yo sí que trabajo rodeado de árboles, césped que parece una alfombra y naturaleza en explosión (¿o era estallido?) sin ser una metáfora. A veces, cuando me quejo de muchas cosas con respecto a mi trabajo (básicamente trabajar en findes y no poder coordinar mis horas libres con el resto de los mortales lo cual me resta muuucha vida social) debería pensar lo privilegiado que soy. En mi anterior empresa había hasta ardillas en los árboles centenarios...
Pero tu vivero es de otro tipo de naturaleza, como siempre, estupendamente contado.

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