miércoles, 6 de junio de 2012

THE (MY) HOST - LA (MI) HUESPED

Procedo, sin que sirva de precedente, a analizar (destripar) el libro que me acabo de terminar.

El libro que me he leído ha sido “Las cosas que no nos dijimos” de Levy Marc.

En primer lugar, explicaré por qué lo he escogido… (Esto tiene una coña brutal, y todo lo que me pasa siempre es así).

Tengo Ebook, (fue un regalo especial que me hicieron por mi cumple) y lo tengo cargadito de libritos. Sé que todos o muchos de los lectores habituales son partidarios del libro tradicional (yo también), porque lo puedes regalar, lo puedes dedicar, lo tocas, lo pones en la estantería de casa y queda estupendo (una casa sin libros no es una casa por muy minimalista que se pretenda ser), el tacto con el papel tiene un aquel especial, huele a… libro! bla, bla, bla, … pero, pero, pero… cuando una va en metro, con una mano sujeta el libro (el brazo se duerme al cuarto de hora por el peso muerto ¡claro!) y con la otra se agarra para no caerse (hasta que las falanges de los dedos se quedan blancas y sin riego sanguíneo), con lo cual o metes un lengüetazo a la página del libro para pasarla o le pides al de lado (que suele ir leyendo también) que sea tan amable de pasártela, y eso sólo lo hará una vez, la segunda vez te mandará a la ñorda, por ello, el Ebook (libro digital) es pistonudo porque no pesa y con un dedito, mientras lo sujetas, haces “clic” y pasas la página…

Bueno, pues tenía ganas de leerme un libro anodino y sin moraleja, quería uno que no me hiciera pensar, que fuera absurdo (ya me he leído “Maldito Karma”), que no me hiciera sentir… y escogí “The Host” de Stephanie Meyer

Me he leído todos sus vampiros y me han entretenido bastante… Por lo que decidí dar una oportunidad a su “Huésped”, que tenía pinta de tratarse de extraterrestres (y yo lo creía saber a ciencia cierta).

Cuando abrí el Ebook ponía: 5.- Levy Marc: “Las cosas que no nos dijimos”, 6.- Stephanie Meyer “The Host (La Huésped)”, y yo, por error, pulsé 5.

Me he leído todo el libro convencida de que me estaba leyendo otra cosa, y como por ningún sitio ponía el titulo ni el autor, no me he dado cuenta hasta hace dos minutos que para escribir el apellido de la “supuesta” autora, porque yo pensé que terminaba en “s”, he visto que el libro leído recientemente era otro.

Soy lerda, lo sé, pero también es verdad que pensé que Stephanie había cambiado totalmente de registro, porque el libro escogido (“Mi aparente huésped”) tenía su toquecito “futurista”, robótico y “alienígena”… Allá voy…

El libro trata de una chica (Julia Walls), americana y cuarentona y de espíritu joven, que se dedica a dibujar personajes de animación, que tienen muchísimo éxito en las carteleras y televisiones, que su mejor amigo es un chico gay y que está a punto de casarse con un muchacho bastante recomendable para cualquier madre que se precie (para mi un aburrimiento de tío). Julia lleva sin ver a su padre un montón de años y siempre tuvo con él una relación bastante tormentosa debido a las largas ausencias laborales que el pater realizaba. Su madre se murió de esa enfermedad alemana que no recuerdo como se llama.

El día antes de casarse recibe la brutal noticia del fallecimiento repentino de su padre. Y el día que debe casarse, lo cambia por entierrar a su padre, suspendiendo (retrasando), claro está, la boda.

Cuando al día siguiente vuelve a su casa de dar un paseo, se encuentra una caja de madera enooooooooorme en el salón (me salto la pelea de la pobrecita con el vecino que tuvo que subir la caja). Cuando abre la caja está su padre dentro… ¡¡¡Susto!!! Y pienso… Ya empieza el miedo… Ahora es cuando la despedaza sin piedad con la mopa eléctrica que anuncian en Antena 3 a las 5 de la mañana o el cuchillo-motosierra de cortar el roastbeef, a ella, al vecino, al gay, al transportista de la caja, a la limpiadora cuando llegue por la mañana, al blandengue del prometido… Aquí no queda títere con cabeza… Pues no!

El padre lleva una notita que pone “Aprieta el botón del mando a distancia”… Y lo aprieta… El padre “se enciende” ¡¡¡más susto!!! y le explica que ha dedicado los últimos años de su vida a la investigación y que ha conseguido que una empresa bestial realice unos robots brutales que parecen humanos y que sirven para que les digas todo lo que no les has podido decir a tus muertos durante un tiempo determinado… El tiempo que dura con vida el robot. En este caso seis días…

Con esta explicación quiero justificar mi error de libro… Quicir, yo me cago de pensar que me encuentre un robot en forma de mi padre al día siguiente de haberle enterrado… De ahí que pensase que me estaba leyendo “La Huésped” y que se habían equivocado al traducirlo del masculino al femenino…
  
Me he pasado todas las e-páginas con dos sentimientos contradictorios:

1.- Esperando a que el padre se convirtiera en cualquier momento en el Asesino de Milwaukee y la sangre empezase a salirse a borbotones por los botones del Ebook.

2.- Envidiando absolutamente a la protagonista por tener la oportunidad de decirle a su padre todas esas cosas que a mi se me quedaron en el tintero y que nunca sé si se las llegué a transmitir al mío. (Inciso: Por supuesto, mi relación con mi padre era absolutamente maravillosa e idílica y seguramente por ello, me hubiera encantado transmitirle todo el amor absoluto que le tengo y lo digo en presente… mejor, que le sigo teniendo, y lo digo en presente continuo.)

El padre consigue llevársela de viaje con el único fin de devolverla al hombre de cuyos brazos le arrancó diecisiete años atrás, porque no era una persona adecuada para su hija… (¡¡¡Qué bonito ma’quedao oyes!!!)

Y mientras, el pringado de Adam (asi se llamaba el pobre prometido) se pasa la mitad del libro bujca, que te bujca, por aeropuertos, autopistas, estaciones… pisándoles los talones, cruzándose por las esquinas, pero sin dar con ellos de bruces… (Por supuesto, todas las pistas las saca del amigo gay de ella, que es estupendo, odia al prometido, pero mete la pata en cada palabrita que dice el pobre!)

¿Y por qué Tomas (ese hombre enamorado de la luna lunera juvenil de la prota) no era el más adecuado? Pues porque parece ser que era un joven alemán (seguro que tenía los ojos azules, seguro que tenía los ojos azules, seguro que tenía los ojos azules) metido en espionajes y cosas raritas en la época de la caída del muro de Berlín… De hecho ellos se conocen el día que cae el muro, él lo cruza, y se cae literalmente encima de ella, y total… pa’que va a levantarse si la chica le ha gustao… Pues ya se quedan juntos, hasta que viene Anthony (el padre malo-malízimo) a llevársela a rastras… Y cada uno sigue con su vida… ¿Por qué? Yo tampoco lo he entendido mucho, porque, joder! ella ya era mayorcita pa’pillar un pelas y pegarse el piro ¿no?… Pos no… se queda en su casa y con su padre venga de viajar y trabajar…

Durante todo el libro el padre no se puede mojar porque cortocircuita, no come porque se le averían las turbinas, no bebe porque le saldrían chispas por las pecas… Vamos… Lo que le pasaría a cualquiera de nuestros electrodomésticos en esa misma situación… De hecho, ella puede darle al botón del mando a distancia y apagarlo cuando quiera.

Tengo que confesar que el padre y la hija tienen conversaciones maravillosas y dan paseos estupendos por lugares irrepetibles, que yo no he sabido apreciar del todo y que debería volverlos a leer, porque estaba esperando que en cualquier momento el padre se girara y le metiera una barra de aparcar las bicicletas por el sobaco a la pobre Julia… y la tensión ante la sangría que se me avecinaba no me ha dejado disfrutar suficientemente de la relación y reconciliación entre padre e hija…

Finalmente, por fin, Julia y Tomas se vuelven a encontrar (todo, todo, todo, perfectamente organizado por el padre) y se pegan un achuchoncito estupendo en Berlín, su queridísimo Berlín…

Tras el encontronazo, ella se vuelve a América y Tomas se va a Somalia (es periodista o protagonista de “Alemanes por el mundo”)… El padre hace que ella deje al pedorro de Adam y le da las coordenadas a Tomas para que la encuentre.

Finalmente, el padre cuando ve que va a “caducar” porque dura seis días como los yogures y ese tiempo está tocando a su fin, decide desconectarse y tirar el mando por el water (o no sé que hace con él, pero vamos que Julia no lo encuentra)… Y se encuentra con Tomas… A ella no le da tiempo a llorar la re-muerte de su padre porque vuelve con el hombre que le hace plenamente feliz, y el padre … pues resulta que el padre… si, si… al final el padre…

¡¡¡Leeros el libro joder!!! No os lo voy a destripar entero, no?

12 comentarios:

Anónimo dijo...

ALZHEIMER, esa enfermedad alemana que se te estaba olvidando.
Yo estoy leyendo , En el Pais de la nube blanca, de Sarah Lark y tiene buena pinta. Tambien por ebook.
Bszos desde un poquito mas arriba de cuzco

Lady Cobijo dijo...

Por favor, no me digas que el libro te ha gustado, no me lo digas... para mi es infumable!!!! Un robot-padre mareeee miaaa!!! Es que odio la ciencia ficción...
Así que ya puse a caldo ese libro en mi blog!
;-)
Besazo!

Mara dijo...

Anonimo de Cuzco: Tengo "En el Pais de la Nube Blanca" reservado para este verano porque es en libro de papel... No me lo destripes porfa!!!

Lady: Hubiera sido bastante infumable si no hubiera existido en mi ser esa espectativa constante de una asesinato en masa inminente... Efectivamente, es un petardo, pero claro, mi situación anímica ha hecho que no se me hiciera tan horroroso...

Un beso a los dos

Anónimo dijo...

Me he reído muchísimo, me has recordado a las criticas de cine de Cándida en el programa de Gomaespuma! Espero que sigas destripando libros (seguro que el de hoy ya no lo leo... ¿Que le pasa al padre al final?)

Mara dijo...

Anónimo de las 21:53: Te lo lees majo! Lo tienes fácil, vete a las páginas finales... Un beso

El 16 en discordia dijo...

¡Que bueno! Pensar que te estas leyendo un libro cuando en realidad te estás leyendo otro.
A mi esto me pasaba al revés.En exámenes,pensaba que estaba respondiendo a las preguntas que me ponían,y en realidad respondía algo que no tenía nada que ver con el enunciado.
Lamentablemente,no soy un gran lector.
Bonito post.

Mamen Martin dijo...

Jope!!!! AHORA ME DEJASTE INTRIGADISSSIMA, ESTABA COMPLETAMENTE ABDUCIDA POR LA HISTORIA QUE NOS ESTABAS CONTANDOOOOO...
Me pones el final en un whatsapp??

Mamen Martin dijo...

Jope!!!! AHORA ME DEJASTE INTRIGADISSSIMA, ESTABA COMPLETAMENTE ABDUCIDA POR LA HISTORIA QUE NOS ESTABAS CONTANDOOOOO...
Me pones el final en un whatsapp??

sin más palabras dijo...

Pero, el que te has leído por error es de miedito o no? Que no me ha quedado claro... El otro, el de miedito de verdad me lo apunto. Un besazo

TORO SALVAJE dijo...

No gracias.
Apenas hay libros buenos.
Que horror.
Creo que actualmente hay dos o tres escritores aceptables.
El resto es basura aderezada con toneladas de marketing.

Besos.

Mara dijo...

16: Pues nunca es tarde si la dicha es buena. Lo bueno que tiene la lectura es que puedes aficionarte en cualquier momento.

Mamen: ya te he mandado tu Whatsapp...

Sin más: De miedito nada de nada, yo iba decidida a pasarlo, pero cero pelotero.... El otro creo que si...

Mara dijo...

Toro: Efectivamente, hay pocos libros que merezcan la pena de verdad, pero hay que llenar los viajes en metro como sea...

Un beso

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 España.