Hace tiempo, no mucho, aunque parece muchísimo, desvelé algunas de las frases familiares que más se utilizaban en casa de mis padres, en un post, éste, que ha tenido muchísimo éxito entre mi gente, porque, por fin, han entendido de donde provienen algunas de las coletillas que utilizo habitualmente sin parar…
Durante estas semanas he hecho de reportera con mi familia, sin que ellos lo supieran y he ido tomando nota de más frases que utilizamos en mi casa, y en ninguna otra casa (o si, quien sabe), pero que en la mía tienen un significado especial, o una anécdota que merece la pena contar.
Por eso me he decidido hoy a desvelar otros poquitos dichos de mi casa (y hablo siempre de la casa de mis padres).
1.- Vas andando por la calle con tu madre y os cruzáis con un chico que se parece mucho a un novio tuyo de la infancia. Entonces miras a tu madre, que se ha dado cuenta perfectamente del gran parecido que tiene ese chico con aquel de aquel entonces, y ella dice: “Hija mía, todo lo que me rodea me hace que te recuerde”…
La historia de esta frase familiar, “todo lo que me rodea me hace que te recuerde” es brutal… y larga… pero tengo que resumirla y contarla. Mi abuela, que ya he dicho en varias ocasiones que era un ser absolutamente excepcional, era extremeña. Creo que Extremadura es la Comunidad Autónoma más abandonada e ignorada por España y los españoles (esto es, claramente, una consideración personal y una protesta enérgica)… Y cuando digo abandonada me refiero a que parece que no están, porque como no reivindican nada, no protestan, y no hacen ruido, el resto de la península nos limitamos a ignorarles… Bueno, pues quiero decir que los extremeños son muy parecidos a los andaluces en cuanto al sentido del humor. Lo tienen fino, finísimo… y negro, muy negro… Con lo cual hacen de cada anécdota un momento de risas brutal!!!
Dicho lo cual, continúo con mi abuela, que era mucho, muchísimo más moderna que mi madre. Pues mi abuela (oye que no arranco eh?) era una mujer bellísima, con una belleza de las antiguas y, aunque era chiquitina, tenía una pose muy regia y siempre sonreía… (las personas que siempre sonríen son más guapas… no sé por qué). Bueno, sigo, pues de joven tuvo un “pretendiente” (como decía ella), que bebía los vientos y besaba por donde ella pasaba, y que, por supuesto, a ella le espantaba… Ya he explicado en alguna ocasión que este tipo de tío a las mujeres nos carga, sobretodo en la época adolescente…
Un día recibió una carta de ese pretendiente (es una pena que hayamos perdido la maravillosa costumbre de escribir cartas a mano), que decía: “Querida mía: No puedo vivir sin ti.” Y bla, bla, bla, “que me gustas”, bla, bla, bla, “que te busco por la plaza y no te veo”, bla, bla, bla, “que me encantaría tener un encuentro aunque viniera tu hermana”, bla, bla, bla, “porque todo lo que me rodea me hace que te recuerde”… Mi abuela con su gran sentido del humor le contestó: “Estimado Fulanito… Tu carta, más que la de un hombre enamorado, parece la de un perturbado…” Y se quedó tan ancha colega!!!
Desde entonces y hasta hoy, ha quedado entre nosotros el famoso “todo lo que me rodea me hace que te recuerde”, para esos momentos en los que sobran las palabras, porque un silencio y una mirada lo dicen todo, y que sé que he contagiado a más de uno…
2.- Vas a una fiesta y te pregunta tu hermana: “¿Estaba ayer Menganita con su novio?” y tú le dices: “Si, joder qué tío tan feo… Era un MONUSTRO”
Un MONUSTRO es un tío feo… feo… muy feo… o una tía fea, … fea… muy, muy, muy fea… fea son seis efes…
Y la historia del MONUSTRO es esta: Cuando mi madre era niña, los carteles de los cines se pintaban a mano. Un día dando un paseo, se dio cuenta de que el señor que estaba pintando el cartel había puesto en el título de la película: “La princesa y el monstro”… Mi madre, muy atenta, se acercó y le dijo: “Disculpe señor, pero a la palabra “monstro” le falta la “u””… “Ah! Vale niña, gracias” contestó el señor. Cuando volvió a pasar al cabo de los días, se encontró con que el señor había puesto la “u”… Y la película se llamaba “La princesa y el monustro”. Desde entonces, en casa de mis padres no existen los monstruos, existen los MONUSTROS…
No soy consciente de haberle pegado a nadie el MONUSTRO… pero a partir de hoy, sé que habrá gente que lo utilizará…
3.-“¿Quieres cenar?”, “Vale”, “¿Tortilla?”, “Vale”, “¿Macarrones?”, “Vale”, “¿Sopa?”, “Vale”… “¡¡¡Pero bueno, a ti te da igual so que arre!!!”.
“Te da igual so que arre”, es una frase que esa maravillosa persona que vive conmigo desde que, prácticamente, nací, ha introducido en casa, y que significa que te digan lo que te digan, te vale. Estás apático, estás cansado, no tienes capacidad de decisión, y prefieres que sea el de al lado el que diga lo que hay que hacer en ese momento… Y tú, como un burrito, lo harás, porque te dejas llevar totalmente por la inercia… Que te dicen “so!” paras, que te dicen “arre!” arrancas, “te da igual so que arre”… Te dejas arrastrar por la marea y punto!
Esta frase se la he oído a M. una asturiana estupenda que trabaja conmigo y me sufre todos los días con una paciencia infinita… Un besito M.!!!
4.- “Si ves que tal mira a ver”… Esta frase, no significa absolutamente nada, de nada, de nada, de nada… Esta frase la introdujo mi hermano mayor menor, para cuando no quería decir, nada, de nada, de nada, de nada… Por ejemplo: “¿Donde vas?”, “Voy a salir con B. y con P. a tomar algo” “Ah! Qué bien! Pues… si ves que tal mira a ver”… Y ya está… Todo dicho… Una frase llena, llenita de verbos relativos a los ojos que no quieren decir ABSOLUTAMENTE NADA… Pero queda mona… y fina!!! “Voy a por tabaco!!!”, “Vale, pues si ves que tal mira a ver!” “Perfecto!!!” y te vas… Tan contenta… Ya te han dado tu recadito y tú has dado el tuyo…
Esta frase me la han reído varios amigos, pero no se la he pegado a nadie… (creo!)
8 comentarios:
jajaja qué buenos ratos con tus frases familiares.
¿Coletillas que tú me hayas pegado? Muchas:,
Cada vez que hay para comer macarrones, me voy a comprar unos pantalones, o se atascan los canalones, me acuerdo de la difunta Encarna...
Cada vez que veo animales tipo "Bambi" tienen otro nombre...
"No me lo puedo believe" también tiene sello tuyo.
Pero creo que yo también te he pegado algunas, que, "cartones y cartones" ya la he leído en tu blog y creo que esa es aportación mía, jeje
Muchos besos princesa, y primera felicitación navideña para ti y los tuyos desde tu blog!
Me has pegado más Uri... Tengo un montón de frases y recuerdos tuyos que me parrrrrto... Mil besos mi niño! Feliz Navidad para ti también... (extensiva, por supuesto, a todos los "Contini")... Muaks!
Me has hecho reír con lo de "oye que no arranco eh?", y es que en ese justo momento yo estaba pensando: mira que debe hablar y hablar esta mujer...
Jajajjajaa
Besos.
Pues si Torito, has acertado... Por los codos!!! Un beso
Jajaja monustruosas las frases, pero sin duda la mejor es la de "so que arre"
Efectivamente... Es genial!!! Como su "propietaria intelectual"... Un beso
A mi la que me ha gustado es la de la abuela, pero no la del novio, digo la de la abuela entrañable:"Tu carta, más que la de un hombre enamorado, parece la de un perturbado…", que aplomo tienen algunos para decir las cosas como son y quedarse tan tranquilos.
Buena la de C. "So que arre", pero no creo que la introduzca en mi hablar cotidiano, tendría mucho que explicar a los niños.
Y la del Mayor mayor me rechifla. Es como estar y pasar de todo pero sin que se note. Tiene más contenido del que cuentas.
La contestación de mi abuela fue la leche! También ha quedado para la posteridad... Un beso
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