martes, 17 de mayo de 2011

PECADOS CAPITALES - LA AVARICIA

Somos humanos y por tanto, seguimos cayendo en debilidades y pecando, voy a por mi segundo pecado capital:

LA AVARICIA: “Es el deseo de acaparar riquezas o bienes con el fin de atesorarlos”....

Joder! Y quien no lo tiene!!! Y conseguirlas baratas es una virtud estupenda!!!

Desde pequeñitos nacemos con un “yo quiero” en la boca, vamos creciendo y vamos queriendo y queriendo cosas y más cosas y más cosas... Y venga de zapatos, y venga de bolsos, y vamos a por otra camiseta blanca... Y todo cabe en el armario y nada sale…

“Uy!!! Qué cazadora azul marino, como las 3578 que tengo en el armario, me acabo de comprar!!! Me encantan las cazadoras y esta, además, tiene una cremallera en el “por detrás” de la izquierda que no lo tiene ninguna de las que me he comprado hasta ahora!!! ... “. En realidad el AVARICIOSO, pobrecillo, es comprador compulsivo... y yo, le entiendo tan bien!!! (Es que yo tampoco tengo esa cazadora azul marino y llevo buscándola un montón de tiempo!).

Este pecado también lo considero “municipal”, no capital, no me parece tan nocivo.

Hace daño al prójimo relativamente. Todo depende de la fuerza con que le pises el cayo, le tires del pelo, o le des el codazo a la de al lado para conseguir lo que estás buscando, que por supuesto ya tienes repetido en tu armario, pero no lo encuentras. Para ti, personalmente, no es especialmente malo, de hecho es estupendo y te enorgullece tener miles y miles de prendas que ponerte cuando lo abres (algunas sin estrenar desde no se sabe cuando).

Normalmente la mujer AVARICIOSA acaba abandonada por su pareja, porque la frase “¡¡¡si entra otro par de zapatos por la puerta de casa salgo yo!!!” es demasiado golosona para no ser deseada y llevada a la práctica inmediatamente, bajo el pensamiento “que se vaya por favor y me deje libre su vestidor”.

Eso si, en el parque con los niños, obligamos a los nuestros a que se desprendan de todo lo suyo “¿quieres hacer el favor de dejarle a tu amiguito tu coche nuevo?”, y entendemos perfectamente que el hijo del otro no quiera compartir nada de nada con el nuestro, porque “¡¡es suyo cariño y quiere jugar con él, devuélveselo al nene!!!”.

Sólo hay un momento en la vida en el que no nos podemos controlar la AVARICIA y es cuando las cosas caen desde el Cielo... Por ejemplo, una piñata. En una piñata eres capaz de matar al hijo de tu vecina si ves que le ha quitado un palote a tu niña, que por supuesto tiene el “arremangao” del vestido absolutamente lleno de chuches y de cosas inútiles y tan peligrosas que si lo ve Gallardón te quita la custodia de tu hija, vease, un chupete de plástico, un matasuegras, un reloj con jueguecito de bolita que hay que meter en un agujerito... Y de un ramo de novia cayendo sobre las invitadas ... ni opino, porque hay miles de videos que demuestran y exhiben las consecuencias vergonzosas de que algo sea gratis y se precipite sobre veinte desesperadas por encontrar marido (la mitad de ellas ya lo tienen en casa, pero quieren otro).

Para ser AVARICIOSO claramente hay que ser rico o por lo menos tener un nivel adquisitivo bueno, ya que el lema del AVARICIOSO es cuanto más tengo más quiero. Claramente los pobres que no tienen nada, no pecan de AVARICIA, lo que tienen es necesidad no nos confundamos. 

Hay un tipo de AVARICIOSO que es absolutamente repugnante: el rico cutre. Ese que está forrado, pero forrado, forrado, y vive en la indigencia total, lleva la ropa roída por no gastar, los zapatos agujereados y huele a rancio. Ya que eres un AVARICIOSO y te lo puedes permitir... ¡¡¡Qué se vea, coño, qué se vea!!!

Se combate con la GENEROSIDAD, que es dar con gusto las cosas propias a los pobres y necesitados. Yo esto lo hago fenomenal, si veo que tengo una camiseta que llevo tres años sin ponerme, rota y desteñida se la doy a la “doméstica” para que haga trapos... ¡¡¡Qué generosidad, qué bestia!!! ... Hay que recordar que la AVARICIA rompe el saco (yo por si acaso me colocaré debajo del saco porque cuando las cosas caen del Cielo no es pecado ya que es imposible resistirse...). Y por cierto... Hija que mona estás, ¿de dónde es tu cazadora azul marino?

7 comentarios:

Uri Contini dijo...

Hay dos templos de la avaricia por avaricia: los bancos y FITUR. ¿Quién coge un sólo caramelo de las cestitas que hay sobre la mesa del interventor? Puñados (y encima son de sabor asqueroso a jarabe)y eso por no hablar del porqué le ponen una cutre cadena de bolitas al boli bic para firmar los reintegros(es entonces cuando la avaricia nos saca los colores pensando en que sí, habíamos tenido la tentación de llevárnoslo).
Pero lo de FITUR es el sumum, hasta señoras con carrito de la compra han visto estas pupilas! cargadas de sombreros de paja de Cancún, pegatinas de Punta Cana y llaveros de Villajoyosa.
En fin, que la avaricia nos seduce a todos, y sino que levante la mano el que no haya salido de Ikea y haya descargado del bolsillo un puñado de lápices para dejarlos en la guantera del coche.

Anónimo dijo...

SOY LA DE LA PIÑATA, SIN DUDA, CONOCES EL ALMA HUMANA MUCHACHA.

Anónimo dijo...

Tengo una sobrina que ha desarrollado un sistema que consiste en tirarse al suelo sobre lo que cae de la piñata tapando con su cuerpo todo lo posible, y no mueve un músculo hasta que el tumulto se ha dispersado. Sabe bien que sus manos son pequeñas y que sus padres tienen que ayudar a sus hermanos pequeños...una joya!. Por supuesto, estoy practicando con mis hijos!!
Me ha encantado!!! Por favor, sigue así.
Mamen

Beatriz dijo...

Sin duda alguna me quedo con ser pecado 'municipal' y no capital!, jajajajja....y con los llaveros de Villajoyosa de Uri!
Aiiisss..quién tuviera vuestra labia queridos amiguitos!
Besoosss

Julián M. dijo...

Cuánta verdad hay en este post! El mejor ejemplo, sin duda, es el de la piñata. He visto, en muchos adultos, caras desencajadas por la furia, mandíbulas rechinando y ojos enrojecidos por hacerse con un mísero peta-zeta, qué digo por un peta-zeta! por una bolsa de Monchitos..., ni siquiera por eso!! luchaban como gladiadores romanos por el típico mini paraguas de chocolate que ya viene rancio de serie!!!!
En fin, sigue así que me encantan tus reflexiones.

Helecho dijo...

Disiento en dos cosas: una que se puede ser avaricioso pobre, como generoso rico (auqnue es raro sí esto último), por ejemplo el pobre que es el dueño de la cuchara en su grupo, y la adora , la contempla, la saca brillo...no tiene nada, pero es un avaro, apegado a sus bienes como si fuera dueño de cien palacios.

La avaricia como yo la entiendo, es distinto a ser gastón, es la inclinación a atesorar mucho y no dar, y como dices, muchas veces no darte nia ti mismo y vivir como un miserable, ese es el grado extremo.

El 16 en discordia dijo...

Tú déjale que acumule.Que cuando se quede sin espacio o sin tiempo soltará lo que tiene.

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