viernes, 27 de mayo de 2011

EVOLUCION DE UN HELADO

En las relaciones de pareja hay cosas por las  al principio pasas sin ningún problema y que según van pasando los años, no entiendes que el otro no se dé cuenta de que te fastidian profundamente… Y no entiendes que se repitan constantemente cuando tú ya has dejado claro, que NO LAS PUEDES SOPORTAR…

Un ejemplo claro es lo que ocurre al pedir un helado de postre o al comprarlo por la calle…

Durante el primer año o año y medio, cuando nos compramos un helado, no nos importa compartirlo con nuestro amor, y le damos la primera cucharada sin importarnos absolutamente nada que sea nuestro helado preferido. De hecho se lo podríamos regalar entero sin probarlo aunque llevásemos salivando dos horas por él.

“¿Quieres un helado?”. “No cari, pruebo del tuyo”. “Toma mi vida, te doy la primicia”, le decimos, mientras metemos nuestra cuchara en su boca ( y si es de cucurucho, le dejamos dar un lenguetazo sin ningún problema…). De esta forma damos a entender que nuestro amor es sincero, entregado y absolutamente generoso, porque un helado por muy deseado que sea, no puede compararse con ese amor irrefenable e infinito que sentimos por el otro.

En los cinco o seis años venideros, se nos olvida ofrecer la primicia, y  decimos “¿Quieres un helado?”. “No cari, pruebo del tuyo”. “¿Quieres probarlo? … espera, ¡¡Camarero, una cuchara!!” o “Cógete una cucharilla”. Todavía no nos fastidia que nos prueben nuestro postre, pero comernos las babas del otro es otra cosa, porque ya no nos derretimos por él, pero le queremos por encima del helado, eso por supuesto…

Desde los siete años hasta los quince, la situación empieza a cambiar: “¿Quieres un helado?”. “No cari, pruebo del tuyo”. “Pero … ¡¡¡cómprate uno!!!”. “Que no, que no lo quiero entero…” Y mientras nos lo comemos, se nos escapa absolutamente que el otro está mirando con pucheretes nuestro postre, bueno no se nos escapa, pero no queremos mirarle, para no sentirnos obligados a darle y cuando estamos rebañando con la cuchara la tarrina le decimos “Ay!!! Perdona no te he ofrecido!!! Estoy tonta!!! No querías ¿verdad?” … Y claro, el otro en un arranque de dignidad, no le queda más remedio que contestar con una sonrisa: “No, no quería, bonita, no te preocupes”, mientras piensa “Ojalá se te empache, cabrona!” … Le seguimos queriendo, eso ante todo, pero … joder! es que a estas alturas todavía no se ha dado cuenta de que cuando quiero un helado no lo quiero compartir???
                                                                                                 
De ahí en adelante llega el “despiporre”. Parada en la heladería “¿Quieres un helado?”. “No cari, pruebo del tuyo”. “No, cómprate uno mi vida" (con “rintintín”)”.“Es que no lo quiero entero, sólo con probar el tuyo me vale”. “Ya, pero es que yo el mío lo quiero entero” “Bueno, pues no quiero helado”… Y te vas “cruzadito” sabiendo que te van a fastidiar el helado. Y mientras te lo vas comiendo por la calle oyes un “¿me das un poquito, cari?” … Grrrrrrr. Grrrrrr. Grrrrrrrr (ruges, mientras respiras hondo…) “Pues no… no te doy, porque cuando nos lo estábamos comprando te he dicho que te pidieras uno, porque yo el mío lo quería entero”. “Ya, pero es que yo no quiero uno entero, sólo quería una cucharadita del tuyo”. “Pues haberte comprado uno, te comes una cucharadita y lo tirassss!!!, pero este es mío, y no lo quiero compartir, porque es mi helado… Y llevo toda la tarde pensando en él, y ahora lo quiero entero… Y no me llames cari por favorrrrr!!!!”. Ya no puedes más… Cinco lustros y no sabe que el helado es tuyo, sólo tuyo y que no quieres que nadie te quite ni un poquitín de nada!!! Qué mala leche tiene… De verdad… Lo hace adrede!!! Y lo de cari… ya le vale!!! Se lo has dicho 700 vecessssssssssssssssssss!!! Si es que sólo quiere fastidiarte!!!

MORALEJA: Desde el principio el mío (y es sólo mío) será de dulce de leche … ¿y el tuyo?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Pdp,

Tienes toda la razón del mundo....así es....que se compren SU helado , pq al final se terminan comiendo el nuestro casi x entero.
Bss

Anónimo dijo...

ja, ja, es auténtico, y si hoy lo quieres de coco a él también le apetece probarlo aunque sea acérrimo del de vainilla....que les impulsará a babearnos lo que queremos lamer con fruición mientras nos chorrea por la camiseta nueva?

cristina dijo...

Es completamente como lo escribes, y que bien escrito por cierto! muy gracioso del dia a dia, los blogs que a mi me pirran

helecho dijo...

Genial María,

Yo he sido de los pocos idiotas que invitaba a mis novias/rolletes a todo cuando éramos novios, así de tonto que es uno, además para que alguna futura feminista o ecologista sandia, me puesiera mala cara ocasionalmente por mi galante (ahora llamado machista) comportamiento sobretodo en otras cosas, que al final la pela es la pela.

El caso es que en este tema he sido opuesto a ti querida María, es más, dejé plantada a una tía de cuyo nombre directamente no me acuerdo, porque le decía "fulana que quieres de bocata "nada" decía cándidamente "seguro???" decía yo, "no nada" sabiendo además que la invitaba....bueno pues póngame uno de lomo y queso...a la mitad del bocata siempre oía la misma cansina cantinela, odiosa incluso..."me das un poquito?" se jamaba un cuarto de bocata fácil.

La primera vez ok, la segunda mosqueo leve, la tercera cabreo sordo, la cuarta estaba hasta los mismo cojones. Esa relación no duró mucho. Con el tiempo me he dado cuenta que igual se trataba del típico detalle de complicidad femenina que un hombre de menos de 30/40 años no va a entender nunca.

El 16 en discordia dijo...

Como ya voy conociendo los gustos de mi pareja.Primero le pregunto si quiere un helado.Si dice que no,intento pasar solo a comprarme MI helado,y si luego me pregunta que de que me lo he comprado,le digo que de fabada asturiana con su tocino,su chorizo y su morcilla.Y creo que capta el mensaje.No me pide un poco.

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