lunes, 30 de mayo de 2011

MOJARSE CON DIGNIDAD

Tengo muchísimas cosas que agradecer a mi madre en esta vida. Es una madre maravillosa. Ha sido una esposa feliz y entregada a su marido. Y es una señora, de los pies a la cabeza, como conozco pocas.

Me ha enseñado a casi todo en mi existencia. Y una de las cosas para la que me ha preparado ha sido para MOJARME CON DIGNIDAD.

La lluvia, ese fenómeno meteorológico que hace tan incómoda la normalidad del día, obliga a que la gente pierda literalmente las formas, la compostura y los papeles cuando le pilla por sorpresa en la calle.

Vas caminando por la calle y comienza a llover. En ocasiones son gotitas casi anecdóticas que no te enteras de que te están mojando, y te dejan continuar en tu caminata con normalidad; y en ocasiones son gotazas del tamaño de un vaso de agua que te ahogan cuando te caen encima y casi, casi tienes que entrar a Coronel Tapioca a comprarte un chaleco salvavidas.

Es cierto que un paraguas ayuda mucho a que el momento lluvia pase casi desapercibido, pero yo soy la Presidenta de la A.M.A (Asociación Mundial Antiparaguas) y no puedo con ellos. Me parecen incómodos, difíciles de llevar y absolutamente agresivos. Soy incapaz de caminar con un paraguas por la calle sin agredir a alguien. Voy colisionando con todo el mundo. Me da la sensación de que todos los paraguas vienen contra el mío. Se “me” chocan, me lo tuercen, me desestabilizan los paraguazos que me pegan y acabo con un humor de perros. Por no decir que casi siempre, se me acaba durmiendo el brazo que lo sujeta. Unos suben el paraguas al cruzarse conmigo y entonces les clavo mi paraguas en su hombro. Otros bajan el paraguas en el cruce y entonces me meten un pico del suyo por mi ojo… Absolutamente incómodo… Los odio!

Es verdad que cuando vas con tu amor por la calle, compartiendo la paz interior que da la lluvia y la intimidad que aporta un paraguas, se da una escena de amor sin igual. Es verdad que cuando estás en los toros y rompe a llover, si tu acompañante saca un paraguas y te cobija, te da la sensación de que estáis solos en la plaza y en el mundo, y que nada ni nadie te puede ver, ni romper ese momento absolutamente mágico entre tú, él y el paraguas. Pero esto pasa dos veces al año (si es que eres una afortunada, porque normalmente pasa dos veces en la vida)… El resto de las veces, estas sola por la calle y te mojas, te calas, te empapas como una auténtica pringada…

Y es en ese momento, en el que me estoy literalmente empapando, cuando me estiro como si no pasara nada, levanto la cara a la lluvia, sigo con paso firme y miro alrededor para ver que hacen los demás.

Oh! Dios Mio!!! La gente sale despavorida!!!! Y hace unas ridiculeces increíbles…

Hay personas que se ponen a correr, a velocidades incontrolables y vertiginosas para evitar las gotas de agua, mientras encogen los hombros y los ponen a la altura de las orejas, sacando chepa. Parece que las gotas son de fuego en lugar de agua, y que tienen que eludir como sea que les toquen y les quemen.

Hay gente que se pone a dar saltitos o zancadas para evitar pisar los charcos, y la mitad de las veces, lo que pisan es una baldosa de la calle que está, por supuesto, despegada y que hace un geiser hacia arriba poniéndose el zapato, el calcetín y el pantalón pingando.

Hay seres que intentan convertir su chaqueta en un impermeable, y consiguen que se les vea solo la nariz y la boca, y por supuesto la lorza de la espalda, porque suben la chaqueta hasta la coronilla y la levantan por detrás… Ridículo!

Hay peña que utiliza el bolso o la cartera del trabajo para taparse la cabeza, y acaban pareciendo una negra keniata con un cántaro de agua por el desierto, mientras dan las zancadas antes descritas.

Y las peores, las más peores de todas, son las que deciden ponerse en la cabeza lo primero que encuentran y que suele ser … ¡¡¡una bolsa de HIPERCORRRRRR!!!! ¿¿¿¿Que-es-esoooooo????? ¿¿¿¿De verdad creen que están mucho más protegidas con una bolsa de Hipercor en la cabeza??????? ¿¿¿No se dan cuenta de la vergüenza ajena que da ver a un “ser” que viene de frente luchando con un plástico aplastándole el pelo???? Y si ya vas acompañando a una persona que lleva una bolsa en la cabeza, te dan ganas de parar de caminar y decirle que vaya yendo delante, para que nadie pueda reconocerte a su lado…

No, no y no!!!!

Si te pilla la lluvia por la calle, no pasa nada, siempre puedes refugiarte debajo de una marquesina y esperar a que termine el chaparrón, pero si es absolutamente inevitable que te muevas porque tienes que llegar a algún sitio, pues CON CLASE POR FAVOR!!! Cabeza arriba, paso ligero y firme, cuerpo recto y a mojarse!!! No pasa nada, absolutamente nada… Hasta reconforta...

Y de un buen beso mientras jarrea y te empapas… No comments!!!!

Gracias mami por enseñarme, entre otras muchas cosas, a MOJARME CON DIGNIDAD.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay otra cosa de los paraguas que odio. Lo "perdedizos" que son. Yo, que no los uso casi nunca, he perdido varios cientos. Y es que no hay nada como llevar paraguas para que no llueva. Y entonces si que se convierten en algo perfectamente "perdible". Yo he batido todos los records en eso. Un día entré a comprar uno al Corte Inglés, porque jarreaba, lo encontré rápido (daba igual como fuese), lo pagué, y me fui tan ricamente dejandoselo a la cajera de recuerdo. Todavía me acuerdo de sus risas cuando volví a por él a los dos minutos. Record mundial de pérdida de paraguas, seguro. Por supuesto, cuando logré salir con él a la calle, había dejado de llover.

Anónimo dijo...

Buenas Noches:
Conocí este blog a través de la ESTUPENDA SEÑORA a la que glosas y ponderas tan ingeniosamente en "Mojarse con dignidad". Tengo el honor y la fortuna de tenerla como alumna en la institución en la que continua su formación y en la que, con una ilusión dificil de describir, sigue profundizando en el conocimiento.Quiero felicitarte (y empleo a conciencia el tuteo), porque al leerte uno siente que esta hablando con un conocido "de toda la vida". Consigues el efecto de evocar la charla confiada y graciosa con un buen amigo con el que te identificas plenamente; "joder eso lo he pensado yo mil veces" te dices con la sana envidia de saber que alguien lo ha puesto sobre blanco levantandote literalmente la idea.
Te felicito por los ratos y la sonrisa que me provocas cuando le robo el wifi a la EMT para meterme en eramossomosyseremos y hacer mas llevaderos mis trayectos por esta ciudad hermosamente dura. Ademas, se que nos conoceremos y sonreiremos complices cuando nos presente la que tan dignamente te enseñó a mojarte.
Un Abrazo. Mario López-Barrajón.

El 16 en discordia dijo...

A mi tampoco me gusta nada eso de los paraguas,aunque reconozco que en alguna ocasión de esas en las que no llueve,si no que caen cubos de agua del cielo,se me ha olvidado que no me gustan los paraguas y que soy máximo accionista de A.M.A.

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