martes, 18 de septiembre de 2012

SER MADRE (V) - LOS FORRADOS

En tus obligaciones como madre están incluidas tareas absolutamente absurdas para el mundo en general y totalmente “fundamentales” para tus niños en particular…

Y no hablo de “despiojar” que es una tarea aburrida e insulsa, (que ya expliqué detenidamente "en este post") pero que por el bien de tus niños y el tuyo propio has de hacer para mantener la higiene familiar y sobretodo, porque en los coles de la ESTRELLA y el PLANETA si detectan que tu niño tiene piojos, te lo devuelven a casa con la misma prontitud que si tuviera el ébola… Los piojos, para los coles, se consideran igual de marginativos que la conjuntivitis, la fiebre y la gastroenteritis… Por lo cual, o mantienes las cabezas de tus ratones a salvo de “amiguitos” o te los endiñan en casa, en un periquete, hasta que queden limpitos de polvo y paja piojeril…

La tarea a la que me refiero hoy es la de “LOS FORRADOS”… ¡¡¡Los forrados de los puñeteros libros de texto!!!

¿Hay algo más absurdo que pegarte un par de tardes enteras forrando libros de texto? ¿Hay una pérdida de tiempo más grande? ¿Hay algo menos valorado que cómo están forrados los libros de tus hijos?

Yo solo tengo dos hijos, y en este caso diré, gracias a Dios sólo tengo dos hijos. Cada uno de ellos me trae quince libros para forrar, y como diría una azafata del “Un, dos, tres… “: Son dos niños en la familia por quince libros de texto cada uno a forrar, lo que da un total de TREINTA LIBROSSSSS. Bieeeennnn” (Plas, plas, plas… ¡¡¡Aplausos del público para esta madre pringada que tiene que forrar, ni más ni menos que, treinta libros!!!)

En primer lugar voy a dejar claro que yo NO compito en la categoría especial del concurso de madres forradoras denominada “no voy a dejar ni una pompa”… No soy una madre escrupulosa y perfeccionista en el forrado de los libros. Los libros de mis niños llevan unas pompas pistonudas que me niego a reventar con el alfiler correspondiente. Si forrar un libro me lleva más o menos siete minutos, quitar las pompas me llevaría diez minutos por libro más o menos, y a treinta libros serían trescientos minutazos de mi vida tirados por la ventanaza de mi hogar, para dejar los libros sin pompas…

¡¡¡PASO COLEGA!!!

Libros, que por supuesto, he de decir, duran escasos diez meses y después se apilan en el armario por si acaso al que viene detrás le “toca” el mismo libro en su curso al cabo de un par de años.

Libros, que por supuesto, normalmente, no puedes utilizar porque “la de arriba” lo ha escrito enterito. En mis libros del cole no se escribía, pero en los de ahora si, ¿para que? Para que no le sirvan al hermano pequeño y te tengas que gastar la pasta al año siguiente en el mismo libro, y volverlo a forrar claro!!!.

Libros, que por supuesto, nadie va a comprobar si están forrados o no, pero que la categoría y vergüenza torera de tu vástago quedaría por los suelos si los llevara sin el forrado correspondiente.

De un tiempo a esta parte le he cogido el “tranquillo” al momento forrado… Tiene su propio ritual. En primer lugar pongo en el Ipod mi lista de reproducción de canciones repistonudas… (por aquello de no hundirme en la miseria mientras toda la familia está en la piscina)…

Despejo la mesa del salón. Cojo las tijeras, el teléfono móvil, los libros, las peganitas de marcar el nombre del niño, un rotulador rojo de los de pintar camisetas, el papel de forrar y una cerveza.

Primero pongo el nombre y curso en todas las pegatinas y las pego a los libros. Después extiendo el papel de forrar sobre la mesa, pongo el libro encima, “mido”, a ojo de buen cubero, el trozo que tengo cortar dejando un poco más por todo el contorno del libro para hacer el “dobladillo” cuando lo pegue y corto con la tijera el trozo de papel forrador.

El papel se hace rosca inmediatamente en forma de tirabuzón y por ello es necesario expandirlo, otra vez, con ayuda del móvil y la tijera. Expandido, hago señales con el rotulador en las esquinas y en el centro. Corto con la tijera las zonas esquineras y la del centro. Quito la zona de papel que “no pega” y aquí llega el primer momentazo crítico, si el papel se pega en si mismo consigo mismo, despídete de la pieza, porque si lo arrancas de su “ensimismamiento” parecerá que una jirafa ha vomitado encima y el libro quedará de culo.

Quitada la parte que no pega, y expandida la que pega, pongo el libro en el centro y … tachan, tachan, tatatachán!!! Lo tumbo!!! Segundo momento crítico… Tumbo uno de los laterales sin miramientos ni dudas… Pum!! Hago los tres dobladillos y lo vuelvo a tumbar hacia el otro lateral… con los mismos miramientos y dudas que antes y vuelvo a hacer los dobladillos…

¿El secreto de mi éxito rotundo y absoluto? No mirar, ni comprobar si han salido pompas… Total, ya me lo van a decir los niños cuando los vean!!! Ese es el tercer momento crítico… Recibir las críticas con una sonrisa a tu absurdo trabajo y esfuerzo.

La ESTRELLA normalmente viene con una regla, la pasa de forma aplastante por cada uno de sus libros y hace su crítica personal a mi forrado… El PLANETA ni se entera, de momento…

A la tercera cerveza soy capaz de cantar e incluso bailar mientras los forros. Si me animo a un Brugal con limón, por supuesto, acabo forrándolos con papel Albal y aderezándolos con mortadela y ketchup… Si me animo al segundo Brugal me tengo que ir a la cama directamente y … ya seguiré mañana con la dichosa tarea!!!

Tengo un chat de whatsapp abierto con B y P que se llama “Las Princesas”, y el otro día empezaron a chatear. Yo les dije que no podía en ese momento, porque estaba teniendo mi encuentro con el forrado de los libros y si dilataba más el asunto y me entretenía contestándoles, iba a quemar todos los libros en una hoguera del jardín hecha “ad hoc”. P respondió que a ella le tocaba luego forrar,  más tarde, de noche y este es el contenido íntegro del mail de P que recibí por la mañana (hago un inciso para recordar tanto B como P tienen cuatro niños): “ Por cierto, ¿quién invento el Aironfix? QUEEEE ESSSSSS ESTOOOOOOOO?. No pudo ser una mujer para las que “nuestro tiempo es oro”, tuvo que ser un hombre con mucho tiempo libre, muy mala idea y que no le importa ir con la camisa sin planchar porque se pone la chaqueta encima. ¿Cómooooooooooooooooo se quitan esas pompas? Eso si, la que inventó el “Aironfix removible” esa sí era una TIA seguro. Previsora de que las pompas se pueden volver contra ti, de que has podido pegar al revés el “infierno” ese de plástico o de que puedes tener una hija odiosita de 4 años que no para de repetir “mami, te está quedando fatal!”. En fin, dicho esto solo he forrado 6 libros y me quedan como 12, y son sólo los del mayor ¿QUÉ VOY A HACER CUANDO ESTÉN LOS 4 EN PRIMARIAAAAAAAAAAA? ¡¡¡¡Tengo que subcontratarlo!!! O mejor, tengo que sacar la patente para mi invento “LOS LIBROS YA FORRADOS”. ¿Qué os parece?”

Su email me puso una sonrisa malona en la boca… ¡¡¡¡Prepárate bonita!!! Hazte un ritual como yo…

Mi amiga F50, que siempre ha demostrado que es más inteligente que yo, los lleva a forrar por 1 € por libro a una papelería que hay cerca de su casa… La verdad es que si calculo las cervezas que me tomo y el papel de forrar que gasto, además del tiempo que derrocho y el cabreo posterior cuando llega la ESTRELLA y me critica, creo que compensa llevarlos a la papelería… Todos los años me digo a mi misma, “el año que viene no forro ni uno colega!” y todos los años me veo poniendo el Ipod, sacando la cervecita de la nevera y desplegando los utensilios forradores en la mesa del salón…

Absurdo… Forrar los libros de texto de mis niños es de las cosas más absurdas que me veo obligada a hacer en esta vida…

6 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Yo los forraba pero daba igual porque no tardaba mucho en utilizar los libros como proyectiles y claro se rompían las tapas y el forro se resentía a la cuarta o quinta pelea.

Besos.

El 16 en discordia dijo...

Acuérdate en nuestros tiempos de estudiantes.
No existía este papel que se pega directamente sobre el libro.
Era un plástico al que después de ponerle sobre el libro tenias que pegarle con papel celo. Yo no se tu pero eni casa nos tirábamos todo el curso forrando libros por que el celo se despegaba.
Buen post.

Beatrice dijo...

Mara, a mi no me salen pompas cuando forro los libros. Fácil, no uso ese papel que se pega, en mi época eso no se estilaba en el hogar paterno por ser "caro" (la verdad es que no tengo ni idea de la diferencia de precio) y las costumbres de niña se mantienen en la madurez.
Uso papel de plástico no demasiado duro, de fácil manejo. Me preparo con 20 rollos (me he quedado justa), tijeras tamaño elefante y un soporte de "celo" grandecito. No soy tan salerosa como tu con la música (para el próximo año me pongo una buena serie de canciones de siempre).
Es un rollo lo del forrado, pero este año he delegado en mis hijas mayores de 12-13 años y se han portado como unas artistas, han quedado maravillosos, con sus etiquetas de nombres y todo, punteando las facturas y los albaranes de los pedidos (trabajo de chinos en su mayoría).
En una mañana se han ventilado los libros de 9 niños. (El año pasao fueron más de 100, este año un poquito más)
CONCLUSION: Es una gozada tener hijos cuando hay tanto trabajo, ellos se valen por si solos de maravilla, te quitan trabajo y lo hacen bien. Sólo tuve que enseñarles la técnica con el primero y los demás salieron entre risas (¡Estas adolescentes!)

sin más palabras dijo...

Servidora se forró 24 libros, sí, sí, 24 (el otro día los conté mal en mi post) y no, no se está sacando el MIR. En el cole no contentos con eso, nos van mandando además cuadernillos con la insignia del cole también para forrar, ayer vino con 3. He usado tanto forro que podría empapelar la capa de ozono sólo con el papel que queda de desecho...

Además respecto a las burbujas, que te voy a contar, soy Virgo, la perfección es mi estado vital. Qué más puedo decir...

Un besazo

m dijo...

Yo no uso el que se pega, porque soy un poco torpof. Con el otro, he forrado unos pocos y me ha quedado bien, el resto a mi santo padre. Pero es cierto, sólo tengo a uno en primero de primaria y parece que va a hacer aeronaútica. No quiero ni pensar el año que viene que entra el pequeño en el cole.
Se podría hacer una tesina con el tema del forrado, la verdad.

Irene dijo...

Mara!
LAS POMPAS PUEDEN SER HASTA BONITAS! JEJE!
Yo soy taaaaaaaan buena que en una de mis asignaturas he mandado el libro que viene forrado, eso sí es como una carcasa de plástico que los chicos acaban por quitar, no sé por qué. En las demás hay que forrarlos, los siento.
Para mi peque uso forro del que no se pega.
Beso

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