domingo, 25 de septiembre de 2011

CORAZON BLANCO

Voy a hacer una confesión que sé que me va a costar un montón de bajas en mis fanáticos-seguidores y va a provocar un montón de críticas, pero soy chula, y por eso lo voy a confesar… Mi corazón late blanco. Mi sangre es blanca. Mi color es el blanco, porque yo, soy MADRIDISTA…

A muerte! SOY MADRIDISTA HASTA LA MÉDULA…

Y tiene delito, porque, aunque sólo fuera por herencia genética, yo debería ser roji-blanca… Mi abuelo jugó en el Atlético de Aviación, y cuando mi padre empezó a “cortejar” a mi madre, se tuvo que hacer pasar por un rojiblanco para ganarse a mi abuelo…

En un principio, todos los miembros de la familia fuimos rojiblancos, sólo y exclusivamente, por respetar a ese pedazo de Señor que fue mi abuelo. Cuando falleció pudimos dejar fluir con dignidad y orgullo nuestro color, y al final de los cinco hermanos: el mayor mayor es madridista, el mayor menor se quedó anclado en la genética, la mayor mayor pasa olímpicamente del futbol, vamos que le importa lo mismo que un accidente de bicicletas en China (Uri va por ti), y la mayor menor tiene el abono en el Santiago Bernabeu justo detrás del mío…

Si! Tengo abono… Tengo Euroabono… Disfruto a lo bestia de un whopper con patatas en el campo más glorioso del mundo…

Cuando era pequeña teníamos abono mi padre, mi hermana mayor menor y yo… Íbamos a tribuna. Ibamos felices. Mamá nos “tiraba” en marcha, literalmente, del coche en la Castellana y nos “recogía” en el mismo punto donde nos había tirado pero dos horas después… Yo creo que en esas dos horas no iba a ningún lado. Se limitaba a esperar a que acabara el partido… Y no sé como lo hacía, porque en aquella época no había móviles para chatear, ni para hablar… Se debía comer unos trozos!!!

Siempre llevábamos una bolsita de supervivencia con tres bocatas de tortilla, tres cocas y tres frutitas… Y papá nos hacía siempre la misma broma. Pelábamos la fruta, él mordía un gajo y nos decía: “Le voy a ofrecer al Señor de al lado a ver si quiere un poquito de mi fruta!!!”… Y estaba mordida!!! Y mi hermana mayor menor y yo nos poníamos como tomates… “No papi, que vergüenza!!!”, y él nos decía: “Noooo, mira, mira… Disculpe, quiere… decirme que le ha parecido como juega Gallego?” “Hoy Gordillo no está acertado por la banda, no cree?”… Y mi hermana y yo respirábamos hondo… pero siempre, siempre, siempre, nos hacía la misma broma… Y siempre, siempre, siempre, pensábamos que le iba a ofrecer la naranja mordisqueada… ¡¡¡Qué ingenuidad!!!

Me encanta el ambientazo del campo. No entiendo la gente que se mete en los palcos por mucho jamón y cervecita que te den… (y mira que me gusta la cerveza), pero disfrutar de un partido en la grada… Es la leche!!!

En los abonos que tengo ahora, ya van seis o siete años seguidos en el mismo “vomitorio” (mira que es fea la palabra “vomitorio”, sólo de oirla te da un retortijón!)… Pues en mi vomitorio tengo unos vecinos divertidísimos…

Justo a mi lado tengo dos hermanos varones, pero en realidad son cinco hermanos varones (esa madre a un altar ya!)… Sólo vienen los dos mayores, pero los cinco tienen nombres que empiezan por “A”… Son encantadores y super-ricos… Siempre tienen pipas y regalices rojos. Y nos ofrecen de todo lo que traen, porque cuando estás en el futbol, la comida de los de al lado, es tu comida… Yo les ofrezco Whopper (a veces mordido para que me digan que no, porque mi Whoper es mi Whoper, es mío y solo mío y me revienta que me lo muerdan o alguien me lo intente comer!!! Los que me conocen saben lo que disfruto delante de Whopper). Sólo ofrezco por educación, pero en mi fuero interno no quiero dar ni una miguita!!! Ha quedado claro?

Delante tengo una cosa rarísisisisisima… Dos matrimonios, uno de ellos va con sus dos hijos (talluditos eh? de 30 añitos), y el otro va sin hijos… En el intermedio sacan unos sobres de jamón y chorizo empaquetado, que tienen una pinta bárbara, también sacan pan… y se hacen unos bocatas!!!! Los días que llegamos tarde y no nos da tiempo a pasar a por nuestra supercena, el aviador me incita a que les pida algo: “Joder qué bocata!!! Pídeles Mara, que a ti seguro que te dan!!!”. Y yo tengo morro, pero no tanto… y mientras salivamos mirando de reojo el manjar de dioses que se están metiendo, vemos los anuncios que ponen en las superteles del estadio…

Uno de los anuncios que ponen, es de lo mejor que he visto en los últimos años. El anuncio es este. (Mami, pincha encima de la palabra "este")

Buenísisisisisimo, me parto de risa con la rata con pelos castigada contra la pared!!! Me parto!!!!

A los que tengo delante, los he calificado de “cosa rarísisisisisisima” porque lo son. Se sientan mezclados… Muy mezclados. De hecho, el aviador y yo a veces discutimos quienes son matrimonio entre sí, y de quien son los hijos… Está claro que los hijos son hermanos entre si, pero no sabemos con seguridad a que madre pertenecen… Los maridos se sientan y no se mueven, no hacen ni un solo gesto en todo el partido, no se inmutan, comentan a veces en voz baja, pero nada más, y entre las señoras hay discrepancias… Una de ellas parece de cera, siempre lleva el pelo permanentado de peluquería de barrio y en invierno lleva abrigo de piel, y la otra es pequeña, pero pequeña, pequeña, pequeña… tan pequeña, que cuando se enfada (y lo hace a menudo) se pone de pie en su asiento y no nos tapa a nadie … mientras grita: “ESPANTAJOOOOOOOOOOO!”… El aviador siempre dice: “Qué pereza de tía!”, y yo le contesto: “Da gracias a Dios de que es la “vecina” de asiento del futbol, porque podría ser tu madre o tu suegra, y a ver que haces!!! Te la comes con patatas majo!!!

Detrás tengo a mi hermana mayor menor… Ha habido partidos, absolutamente aburridos, en los que me he pasado girada los dos tiempos… Me encanta estar con ella, y tenemos tan poquito tiempo para estar juntas, que me da pena “desperdiciar” el tiempo sin hablarle…

Y aunque me he confesado madridista, no he dicho ni una sola palabra de futbol… Lo sé. Pero todo tiene una explicación.

Soy mujer, y a los hombres les revienta hablar de futbol con las mujeres, y que las mujeres hablen de futbol, por lo cual, no voy a decir que Casillas es un porterazo (probablemente el mejor que hemos tenido desde que tengo uso de razón, aunque Buyo era mucho Buyo). Que echo de menos a Roberto Carlos y como corría la banda. Que Ronaldo es bueno, pero es un chupón. Que me encanta Ozzi y Di Maria (aunque son feos de cojones!). Que no entiendo como podemos sobrevivir con esa defensa que tenemos. Que echo de menos a Michel Salgado y a Hierro (y si me pongo a pensar también a Chendo y a Maceda). Que el medio del campo sin Guti está renqueante. Que queda mucho muchísimo para que volvamos a ver un compuesto tipo “la quinta del Buitre”. Y que nadie, nunca, jamás, sentirá los colores como Raul, Butragueño o Michel.

Dicho lo cual… Soy MADRIDISTA.

Me encantan/flipan/hacen feliz/alucinan/chiflan los momentos que vivo en el Santiago Bernabeu…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡Me encanta ir al Bernabéu con mi marido!!! Coincido en casi todo. De hecho prácticamente ya solo veo al Madrid cuando voy al campo, en la tele me aburre, no tiene nada que ver.
Uno de nuestros vecinos de asiento es tronchante y muuuuy bestia. Últimamente voy poco, porque es difícil colocar a los niños en fin de semana; mi marido va con su padre y cuando llega lo primero que le pregunto es por las gracias del vecino!
Solemos tomar pipas y bocatas, pero lo del whopper es una gran idea!!
Besos
Mamen

Beatrice dijo...

Yo soy como tu hermana mayor mayor, paso del fútbol cantidad pero reconozco que lo de ir al campo tiene que ser divertido, te sube la adrenalina y lo pasas bestial.
¡Qué pena que no me guste el fútbol.!

El 16 en discordia dijo...

Soy del At.Madrid,aunque he de reconocer que duermo igual gane o pierda(afortunadamente por que entonces perdería muchas horas de sueño).

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