LA PRIMA PRESEN

Tengo una madre genial, ya lo he dicho varias veces, pero es que cada día se supera más… Y no es porque sea mi madre y yo no sea objetiva, es porque mi madre es absolutamente genial, y para demostrarlo, hoy, me tengo que remontar a los fenicios, pero me remonto tan a gusto…

En toda familia que se precie, hay una prima de tu madre que en la infancia estuvo cerquísisisisima de ella, pero que con el paso de los años se alejaron, de forma que los hijos de tu madre ni conocéis a la tal prima, pero tu madre te ha contado mil batallitas sobre ella, y sobre las aventuras disfrutadas por ambas en sus años jóvenes.

Por supuesto, tú no le pones ni cara, ni ojos, ni nada de nada.

Por supuesto, al final, la pobre prima se quedó soltera, porque de todas aquellas andanzas no logró sacar un mozo que se casara con ella.

Por supuesto, está forrada.

Y por supuesto, se quedó en el pueblo del que tu madre salió o dejó de ir a veranear.

En mi casa hay varias primas de estas, pero se lleva la palma la prima Presen. (Que digo yo que viene de “Presentación”, porque no creo que se llame “Presencia”… Desde luego, no ha hecho honor a su nombre, porque yo ni la he Presenciado, ni me la han Presentado)

Nunca ha venido a las bodas ni a los acontecimientos familiares, porque mi madre la ha llamado pertinentemente y le ha dicho “Presen, cariño, se casa la niña, pero no te voy a invitar porque para ti es un latazo venir y te complico. No te preocupes que para mi es como si hubieras estado”. Y ella, no sólo no se ha ofendido, sino que de regalo de bodas te ha mandado los seis juegos de toallas verdes pistacho bordadas por ella misma con corazones rojos y morados más horrorosas e insostenibles que han visto tus ojos en los días de tu vida. Y por supuesto, tu has llamado, ante las carcajadas sostenidas de tus hermanas, a la prima Presen para agradecerle el pedazo de regalo estupendísimo que te ha mandado, y que directamente has metido en una bolsa y lo has llevado al contenedor de “Cáritas” más cercano de tu casa.

Hace unos años, tantos como veinte o más, la prima Presen tuvo a bien llamar a casa de mi madre para decirle que estaba malísima y que se moría a borbotones… Y digo tuvo a bien, por las consecuencias de la llamada.

Inmediatamente mi madre le dijo: “No te alteres, ni te preocupes Presen. Urgentemente te mando para allá a mi hijo mayor menor, que es médico, a que te atienda. Va encantado, encantado, encantado, Presen, ya verás que hijo tengo...” Mi hermano mayor menor, no sólo no fue encantado, sino que iba rebuznando porque había quedado para salir y, claramente, iba a llegar tarde, con independencia de que creía más conveniente llamar a un Samur, que meterse él en ese berenjenal… Gracias a Dios, la prima Presen sólo adolecía de un ataque de gases. Lo que viene siendo un “pedo atravesao” y con unas gotitas de Aerored se le pasó el infarto agudo que estaba sufriendo.

Desde entonces y como prueba de agradecimiento, la prima Presen manda a casa de mi madre, todos, todos, todos los años unos regalos navideños estupendos para que los disfrutemos la familia cuando nos reunimos.

La cosa empezó siendo un detalle. Modesto. Discreto. Un año fue un queso. Otro año un lomo. El año siguiente unas botellas de cava… Pero poco a poco, y gracias a la euforia demostrada por mi madre en sus agradecimientos, la prima Presen fue “estirándose” y lo que venía en un paquetito normal, empezó a desmadrarse…

Las cajas con todo tipo de alimentos empezaron a llegar hace cinco años, y desde hace tres años llaman desde la tienda de ultramarinos para preguntar el horario que viene bien a mi madre para entregar el paquetón…

El año pasado fue una pasada… Turrones, espárragos, botellas de vino, lomos, quesos (pongo lomos y quesos porque vienen varios), una paletilla de jamón ibérico… Una auténtica pasada…

El otro día fui a comer a casa de mi madre (aunque en realidad fui a reirme a casa de mi madre, porque me quita todas las penas con dos acontecimientos de su vida bien contados). Y me comentó que acababa de colgar con el de la tienda de ultramarinos de la prima Presen…

-          Ah si??? Y cuando te lo traen?

-          Pues a partir de mañana, y sólo por la mañana, pero es que no sabes que barbaridad me van a traer.  Mi prima está loca... Mira hija me ha llamado el Señor para saber que hora era buena para traerlo, y, por casualidad, le he preguntado ¿Qué me manda esta vez mi prima?

-          Pues mire, seis botellas de vino tinto Rioja y seis botellas de vino blanco de Rueda, seis botellas de cava...

-          Oh!! Qué bien, estupendo…

-          Dos latas de espárragos de veinticuatro piezas, dos latas de paté, dos latas de pimientos rojos asados…

-          ¡¡¡Qué barbaridad!!! Qué bien…

-          Un lomo, dos quesos, uno de oveja y otro de cabra, tres turrones…

-          Uy!!! Estupendo, estupendo…

-          Una caja de mazapanes, otra de perrunillas, una caja de polvorones y dos cajitas de orejones y pasas…

-          Madre mía!!! Qué barbaridad, mi prima está loca…

-          Tres paquetes de kilo de macarrones, tres paquetes de kilo de espaguetis, tres paquetes de arroz…

-          ¿¿¿¿¡¡¡MACARRONESSSSSS!!!??? ¿¿¿¡¡¡TRES PAQUETES DE MACARRONES!!!??? ¿¿¿¿ARROZZZZZ??? ¿¿¿¡¡¡Cómo puede ser!!!??? ¡¡¡Pero quien manda macarrones de regalo!!! Mi prima se ha equivocado o qué?

-          Tres botes de mayonesa, doce rollos de papel higiénico, un bote de café entero descafeinado Bonka…

-          ¡¡¡Pero bueno por favor!!!! Está loooooooooocaa, looooocaaaaaa, loooooocaaaaa. ¡¡¡Qué es esooooooooo!!!

-          Seis kilos de garbanzos, cuatro kilos de lentejas, dos kilos de judias pintas y dos kilos de judías blancas…

-          ¡¡¡¡SEISSSSSSS KILOSSSSSSSS DE GARBANZOSSSSSSSSS!!!!!! ¡¡¡CUAAAAATRO KILOSSSSS DE LENTEJASSSSSSS!!!!! Pero eso no puede ser… Pero es que mi prima se ha vuelto loca perdida… ¡¡¡Qué barbaridad, qué barbaridad!!!

-          Dos botellas de un litro de aceite, y dos botellas de vinagre, uno de Jerez y uno de Módena…

-          ¡¡¡Qué horroooooooor!!!! ¡¡¡¡¡Qué barbaridad!!!! Perdone, le voy a hacer una pregunta, mi prima ¿ha metido azúcar?

-          No Señora, azúcar no…

-          Pues mire, quíteme dos kilos de garbanzos y métame dos kilos de azucar!!! Para que quiero yo seis kilos de garbanzos, el azúcar me viene muchísimo mejor, donde va a parar…

-          Perfecto Señora, yo se lo cambio, ¿algo más…?

-          Ah ¿Me ha dicho café descafeinado?

-          Si Señora, descafeinado entero Bonka.

-          No, no, no… Nada de descafeinado y mucho menos entero… A mi, por favor, me lo trae molido, cafeinado y Saimaza… Traigamelo un poquito mejor que Bonka es una birria…

-          Muy bien señora, perfecto, se lo llevamos todo mañana.

-          Muy bien, muchas gracias, muy amable…

Cuando mi madre terminó el relato, yo me estaba literalmente ahogando de risa… ¿Acaso no es mi madre absolutamente genial?