martes, 14 de junio de 2011

PECADOS CAPITALES - LA IRA

Sigo destripando pecados y demostrando que tampoco son para tanto…

4.- LA IRA.- “Pasión del alma que causa indignación o enojo”

Me parece una definición preciosa. ¿Esto es un pecado? Que algo te llegue tan hondo que te indigne o enoje y lo manifiestes a gritos y patadas ¿es un pecado? Todo lo que implica corazón, implica pasión, todo lo que conlleva pasión, conlleva sentimiento, y los sentimientos son totalmente incontrolables, así como las reacciones que nos provocan… Está más que justificado que cuando algo nos toca el corazón (y los bemoles) nos pongamos como hidras despeinadas para expresarlo o por defenderlo.

Hay que distinguir un buen ataque de IRA de un ENCABRONAMIENTO CONSTANTE CON EL MUNDO.

Vivir con alguien que tiene un ENCABRONAMIENTO CONSTANTE CON EL MUNDO es asqueroso. Esa amargura de vivir, esa insatisfacción vital, esas malas caras, esos malos gestos, esas malas palabras, esa desazón, todo está mal, todo son pegas… Puaj!!! Es repugnante… Hacer la vida al prójimo amarga… eso si que es imperdonable… Debería estar permitido que te dejaran devolver a fábrica a un encabronado vital.

Un buen ataque de IRA, en un momento dado, te deja nuevo. Lo dejas fluir, se te hincha la vena del cuello, te pones rojo como un tomate, se te desboca el corazón, echas espumarajos por la boca, los ojos te laten dentro las órbitas, das cuatro gritos que te dejan afónico… y nuevo oye! Vuelves a la normalidad con una paz interior y una tranquilidad de espíritu increíbles… Es estupendo… No es pecado es necesidad… Pegar de vez en cuando diez berridos bien puestos… Hombreeeee… Pone al otro/s en su sitio y calma todas las tempestades. Y no te digo, si tienes la oportunidad de pegarle un puñetazo, un buen guantazo, un tortazo, un mamporro!!! Bueno, bueno, bueno… eso es la pera limonera!!!!

Ejemplo claro de IRA justificada: ¿Qué pasa cuando estás en un Centro Comercial y se te pierde un niño? En un principio, te empiezas girar hacia todos los lados, buscas con mirada rápida a tu alrededor, te preguntas “¿de que color iba?”,… “Verde, verde, llevaba la camiseta verde”. Y es cuando te das cuenta de que todos, absolutamente todos los niños del Centro Comercial llevan una camiseta verde, te empiezas a agobiar, empiezas a sudar, empiezas a pensar “el padre me va a matar!!!”, el corazón se te sale del pecho, vas repitiendo su nombre mentalmente, te dan ganas de gritar “JOSUAAAAAAAAAAAAAAAA” y cuando han pasado quince minutos y estás haciendo pucheros, le ves en el stand de las galletas o de los helados partido de risa con otro niño… Ese sentimiento que tienes, inmediatamente después del de alivio, se llama IRA… Le agarrarías de los pelos, le arrastrarías por todo Mercadona, le pegarías en el culo hasta ponérselo morado, le darías el tortazo de su vida… y como no puedes, porque te quitarían la custodia, la IRA pasa a ser IRA CONTENIDA, que ya es la leche!!!, porque no lo has dejado fluir y te pasas todo el día de un café descafeinado… Pero eso no es pecado… no puede ser pecado algo que relaja tanto…   

Ejemplo claro de IRA generalizada: ¿Qué nos pasa a todos los seres humanos cuando cogemos el volante?... M.A.D.R.E - M.I.A.!!!! Se nos desata un odio africano e irreversible hacia todos los vehículos. Nos sentimos atacados por cualquier elemento móvil que se nos cruza o pasa cerca, y no me refiero a un águila que va volando bajo o mareada, ni a un ciervo despistado en medio de la carretera, me refiero a seres de chapa en circulacion que van por la misma vía que nosotros. Y soltamos por la boca, esa boquita educada en colegios privados y bilingües, todo tipo de improperios, tacos, insultos, absolutamente de todo… “Vete a cagaaaaaarrrrrrr!!!!”, “Imbeeeeeciiilllll!!!!”, “Pero donde vaaaasssss, lerdooooooo!!!!”, “Venga, tuuuu sigue y  dame, estúpiiidaaaaaaa!!!” “Mira que lisssssssta!!! Qué lisssssssta”””  . Luego aparcamos, nos bajamos del coche y volvemos a sonreir recuperando nuestra personalidad pacífica y alegre. En el coche nos comportamos como auténticos trogloditas, todos, todos, todos...

No está bien aprovechar que tenemos una situación de superioridad (familiar, laboral, o dependiente por algún motivo), para pagar con el de abajo lo que no podemos pagar con los de arriba o con los colaterales … Tratar a patadas a los que, por una situación de inferioridad, nos deben un respeto es sencillamente asqueroso, y además, la vida es un boomerang que lo lanzas y en cualquier momento vuelve y te pega en toda la cara. Pero eso no es IRA, eso es falta de caridad con el prójimo.

Se combate con LA PACIENCIA que es “sufrir con paz y tranquilidad todas las necesidades”. Creo que es muchísimo más fácil combatir la IRA con Transilium, Lexatines, Orfidales… Lo que viene siendo un buen chute de química que te relaja tanto, te relaja tanto, te relaja tanto … que te acabas haciendo pis en la cama… Y por supuesto, alejando a los niños de nuestras vidas, porque son adorables, pero nos sacan de nuestras casillas con una facilidad pasmosa.


(En mi lista de pecados capitales, la IRA era el cuarto en “menos malo” y la PEREZA el tercero…, pero no sé que me está pasando con la PEREZA que no soy capaz de escribirlo… Quizá será porque, como su propia nombre indica, ¿me estará dando PEREZA?)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fantástico Pdp!!!!!!!

Un buen ataque de ira en un momento dado es lo MEJOR del mundo.....te quedas como nuevo y se olvida, pero amigo .....un no decir ni MU, no CONTESTARTE, no MIRARTE, no INMUTARSE, no PARPADEAR...eso saca de sus casillas al mas pintao......
Bss

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