EL SINGULAR Y EL PLURAL DE LAS PERSONAS

Durante toda la vida estudiamos verbos, preposiciones, sinónimos, conjunciones, nombres propios, sílabas esdrújulas, llanas, agudas, átonas, tónicas, antónimos, sujetos, predicados, significados de “palabros” que nunca más recordaremos, adjetivos calificativos y descalificativos, aprendemos idiomas, leemos clásicos, evolucionamos gracias a la lectura de libros y revistas que están compuestas por un sin fin de palabras que entendemos, que comprendemos, y si hay algunas sobre las que dudamos o bien tiramos de diccionario o por “analogía” de lo que quiere decir la frase, más o menos “sacamos” lo que la palabra que no entendemos significa… 

Pocas veces nos paramos a pensar en el significado de las palabras más importantes de nuestro vocabulario, las palabras que designan a las personas que están detrás de la acción y de la actuación… No nos damos cuenta de la importancia de los PRONOMBRES PERSONALES.

Los PRONOMBRES PERSONALES designan quien o quienes participan de los relatos que contamos, de las vivencias que sentimos, de la existencia que vivimos, … Los PRONOMBRES PERSONALES nos siguen en nuestro día a día, cada uno con su importancia, cada uno en su momento, pero están presentes en cada una de nuestras acciones.

Pero, ¿alguien se ha fijado en su significado? ¿hemos analizado lo que implica cada PRONOMBRE PERSONAL?

Yo si, y analizando despacito cada uno de ellos, y he llegado a la siguiente conclusión.

ELLOS.- En Latín para el masculino EI para el femenino EAE. Indica lejanía, distancia… Poca confianza. ELLOS es un “no conozco mucho”, “estoy fuera de sus vidas”, “no pude ir”, “no estoy delante”, “no han contando conmigo”… Implica ausencia, implica un sin mi, es un todos menos yo. Son ELLOS. Lejanos, desconocidos,  Y yo no participo, o si, pero desde fuera. Hago la foto, pero no salgo.

Por ejemplo: ELLOS se quieren.

EL/ELLA.- En Latín, para el masculino IS, para el femenino EA. Es más duro que ELLOS porque ÉL es más cercano pero con la misma lejanía y distancia y por eso duele más. Es un le conocí pero ya no está. Ahora mismo no está conmigo. Se marchó. Me falta su presencia. EL indica ausencia, y aunque sea transitoria, es ausencia.

Por ejemplo: ELLA le quiere.

VOSOTROS.- En Latín, UOS. Es más cercano que ELLOS pero sigo sin participar. Me sigo quedando fuera pero porque no he podido ir. Un VOSOTROS puede incluso generar envidia o pena, porque han contado conmigo, pero no he ido. Os veo y podría estar porque sois cercanos pero … estoy fuera de la acción.

Por ejemplo: VOSOTROS os quereis.

TU.- En Latín se declina: TU, TE, TUI, TIBI, TE … Me parece precioso. Todos tenemos un TÚ importantísimo en nuestra vida. Cierra los ojos, piensa TÚ… ¿Qué te sale? El más importante. El TU que marca tu vida. Con el que quieres estar para los restos, el que te hace feliz, el que te da lo que necesitas para sentirte realizado, el que da sentido a tu existencia, la persona más importante. Le pones cara, ojos, pelo, le pones nombre. Y puede ser un padre, una madre, un hijo, un marido, un novio o incluso, un amigo… TU es esa persona importantísima sin la que no queremos vivir, básicamente porque no podemos. Es nuestro otro YO.

Por ejemplo: TU me quieres.

Y lo bueno es que el TU sea correspondido, porque llegamos al

NOSOTROS.- En Latín, NOS. Porque juntos TU y YO es como se llega lejos. Es como se es feliz. TU y YO por separado carecemos de sentido, y NOSOTROS juntos somos una fortaleza, sin fisuras, sin secretos. Es un “vamos”, es un “estamos”, es un “somos”… Somos UNO, pero en realidad somos DOS… Somos TU y YO, somos NOSOTROS y nada ni nadie podrá con nosotros, porque tenemos la fuerza, tenemos el sentimiento, tenemos las ganas de luchar, tenemos el ánimo, tenemos la presencia del otro, NOS tenemos, somos DOS, somos UNO… Dos mentes y un solo corazón. Somos NOSOTROS. Para compartir, para reir, para sufrir, para amar… Siempre, siempre, siempre NOSOTROS.

Por ejemplo: NOSOTROS nos queremos.

YO.- En latín, EGO. Es el más importante, pero no en el sentimiento, sino en la necesidad. Para que puedan existir el resto de las personas que están en la acción, es necesario que exista un EGO que lo narre. Sin YO, no hay ninguno de todos los anteriores. Y hablo del YO visto desde la perspectiva de la primera persona, de la persona que rie, que llora, que juega, que gana, que pierde, que quiere, que odia, que ama, que adora, que besa, que siente, que tiene, que admira, que ama, que escucha, que cuenta la historia, en definitiva que vive y que siente por ELLOS, por EL, por VOSOTROS, por NOSOTROS, por su TU.

Por ejemplo: YO te quiero.

Esos son, ni más ni menos, los PRONOMBRES PERSONALES, simples, sencillos, “absurdos”, ninguneados, primordiales, importantísimos, fundamentales…

Sin los cuales no hay existencia, ni sentimientos… y sin sentimientos, no hay nada ... no queda nada.