domingo, 2 de noviembre de 2014

UNA VEZ DEJE EL BLOG

Si... Una vez dejé este blog… Mi blog... No lo quise reconocer públicamente pero, en mi fuero interno, lo dejé sin remedio… Pensé que no iba a volver nunca, pese a que lo que os dije fue que me iba un poquitín pero que volvería enseguida. Era falso. Os mentí. No iba a volver, no quería volver, no me apetecía volver, no tenía intención de volver… y me prometí a mi misma que no volvería…

No os lo dije porque no quería despedidas. No me gusta despedirme. No sé si es porque soy una cobarde, o porque no creo en el “adiós para siempre”, sino en el “hasta luego Lucas” porque siempre hay una posibilidad, aunque sea remota, de volver a encontrarse.

De disfrutar el blog como nadie, de pasármelo bomba al teclado, la cosa de la escritura pasó a ser una tortura brutal, una presión diaria, un joder total. No me apetecía escribir sobre nada y lo poco que salía, salía sin ganas…

Me semi-despedí sin fuerzas y llamé “Crisis” a aquel post que contenía un adiós bastante definitivo en aquel momento. Y lloré cuando lo colgué pensando que sería mi último post. El último post de mi vida. Me consolé pensando que había dejado un testimonio de mi misma en el ciber-espacio y que si me ocurría algo, bueno o malo, la ESTRELLA y el PLANETA tenían allí un resto y un rastro de su madre, podían seguir cerca de mí, gracias a los más de 300 post que había colgados… tenían casi, casi, uno para cada día del año.

En aquel mes de Enero de 2014, había tenido 33.000 entradas… Más de mil entradas diarias… en un mes!!! Algunos días había tenido solo 400 entradas, y había días de 1600… Ha sido el mes que más entradas he tenido desde que nació el blog y eso que lo escribía totalmente arrastrada y sin fuerza. Me arriesgué, porque todos los blogueros tenemos post escritos y sin colgar en la retaguardia por si se nos acaba el chorreo verborreico que padecemos, pero ni siquiera esos post “de relleno” me apetecía colgar… Ni esos!!!

Quería y necesitaba desconectar.

Y el día 10 de febrero, chapé.

Fue una época tibia, apática… durísima, literariamente hablando… Ahora entiendo cuando un pintor, sin aparente motivo, deja de pintar. Ahora entiendo cuando alguien se queda sin inspiración ni aspiración y expira en si mismo… En aquel momento lo entendí. Lo estaba viviendo en mis carnes.

Durante la época de mi silencio bloguero escribí pero no colgué lo escrito. Básicamente, nada de lo que escribí lo acabé. Todo quedó a medias. Lo escrito, no era Mara del todo o, si era Mara, no era la Mara a la que estáis acostumbrados y enseñar a la “nueva”, no me apetecía… No colgué nada de todo aquello, está a buen recaudo y, poco a poco, fui recuperando el ritmo.

En un mes perdí muchísimos lectores. Me da la sensación de que muchos supieron leer entre líneas mi despedida y vieron que era bastante más definitiva que lo que yo había manifestado en el post. Dejasteis de entrar a bocajarro macho!!! Cómo sabíais que no iba a volver?

Vosotros, al igual que yo, os equivocasteis.

Os equivocasteis porque al mes volví… Me volvió a apetecer escribir y decidí volver a poquitos…

En un primer momento pensé en abrir otro blog y volver a empezar de cero, sin avisar a nadie. Pensé, a ver si me descubren ellos solitos… y luego pensé en vosotros: en el 16 en discordia, en Toro Salvaje, en Molinos, en PRIMO, en Grandullón, en Gonzalo Viveiró, en Bimbo, en el Chico de la Consuelo, en Lima, en Sin más palabras, en C.T., en Pseudo, en Catalán Girl, en Sara M, en Bollicao, en John Lennon, en Irene, en Alejandra, en La Ladrona, en Uri Contini, en Luis, en Mamen Martin, en Ali, y sobre todo, pensé en ti, que me lees y nunca jamás comentas, ni comentarás, tú te crees muy interesante porque me lees y no me dices nada, pero te encanta leerme, y yo soy más chula que nadie, porque sé que me lees y no te digo nada, pero me encanta que me leas, y en todos los demás que estáis calladitos y alguna vez os manifestáis a la cara, por email o por whatsapp.

Pensé que no era buena idea abrir uno nuevo, no quise renunciar a vosotros.

Ese mes de marzo sólo escribí cuatro post, en abril cinco, en mayo siete y en junio volví a pinchar porque me fui a vivir a Manderley casi todo el mes y no tenía ordenata… En julio empezaron los niños las vacaciones y no me daba la vida, en agosto las vacaciones me tocaron a mi y decidí vivir, en septiembre volvimos todos al cole y al nuevo curso y retomé a poquitos otra vez, en octubre he escrito nueve post… y aquí estoy en noviembre, con todas las fuerzas del mundo, para continuar conmigo, con Mara…

Creo que aquel mes de febrero constituyó un antes y un después en la vida de “Eramos, somos y seremos”… Conseguí tomarme el blog de otra manera… Lo empecé a ver distinto… Durante un tiempo, continuar escribiendo había supuesto una carga mortal de necesidad, una tortura china… Ahora ha vuelto a ser una afición maravillosa, a la par que una necesidad vital.

En septiembre de 2014 he tenido 11.300 entradas… En septiembre de 2013 tuve 11.600… he perdido un año entero de blog y 300 entradas en un mes.

No me importa… Tengo otra visión del blog. Ahora no me cuesta, ahora no me obliga, ahora lo vuelvo a disfrutar… Si cuelgo, cuelgo… Si no cuelgo, no cuelgo… No me agobia, no me ahoga, no me presiona, no me pesa…

Ahora soy yo más que nunca y me apetece mi blog como nunca…

Este mes de octubre ya ha estado mejor que el de septiembre en cuanto a visitas… Y noviembre, seguro que es la pera-colega-de-la-vega!!!

Empiezo a subir otra vez!!!

Gracias por seguir ahí, chicos… Gracias de corazón.

12 comentarios:

Irene dijo...

Esa Irene soy yo? O_0
Gracias a ti Mara.
No me salen más palabras, bueno, sólo una:
Abrazoooooo ;)

el chico de la consuelo dijo...

escribir, contar historias y cuentos, es la mejor terapia para superar tiempos grises. Si encima esto de los blogs permite q te lean, ya es la leche y ya poder comentar a quien te lee es lo mas de lo mas. ahhh y se agradece la cita.

Anónimo dijo...

Mi madre siempre está comparando la facturación de su tienda mes a mes. Me habla de clientes que ya no vienen y de los que han entrado por primera vez. Son sus "entradas".

A veces hay que "respirar". Y cuando ya has respirado... Pues vuelves con oxígeno.

Besos!

Catalan girl.

Luis dijo...

Ole, ole y ole

Anónimo dijo...

Me alegro

Sara M. dijo...

¡Pues claro que si! Ya sabes que aquí seguimos. Muacsss.

El 16 en discordia dijo...

Pues yo encantado de que hayas vuelto,y espero que sea para quedarte.
Aunque ya sabes,sin compromisos,sin presiones y sin obligaciones.
Como ya has dicho.
Si te apetece escribir lo haces y si no te apetece pues no lo hagas.
De las obligaciones normalmente las personas terminamos hartos.
Pues eso.
Estaré por aquí leyendo tus chismes que tanto me entretienen.

Buen post.


Un beso.

TORO SALVAJE dijo...

:)

Que no te asusten las cifras.
Ha habido un descenso general en el mundo blog.
Twitter, Facebook, whatsapp, etc. han contribuido a ello.
Creo de todas formas que es mejor así.
Quien usaba los blogs para conocer gente o charlar ya tiene otros sitios donde hacerlo.
Creo que el blog es algo más íntimo y personal, algo más elaborado y que se disfruta más.
No es sitio para cotillear.

Me alegra saber que estarás.

Besos.

jaime dijo...

Cuanto me alegro, que estés otra vez con ganas y con fuerzas y con animo de escribir.........,pero sin presiones.
CLaro que sí.
Como tu dices.... ARRIBA LOS CORAZONES.
UN BESAZO Y UNA GRAN CARACAJADA.....ya sabes...

Alejandra dijo...

Es que ya lo dice el título de tu blog. Según te dé la vida, eras eres y serás. Y nosotros encantados de que nos lo cuentes. Tú transmites, y eso no es fácil. Y enganchas! vaya que si enganchas. En mis miles de marcadores tengo varias carpetas. Entras en la de "ver todos los días", publiques o no yo te espero a diario. Gracias a ti!. Besos mil!:)

Gonzalo Viveiró Ruiz dijo...

Hay que seguir, con calma , sin metas impuestas....
Por cierto, el AVIADOR sigue haciendo la ruta a Quito?
Por curiosidad, voy en su aerolínea allí en muy breve...

Ther dijo...

¡Pues nosotros por aquí seguimos, Mara!

Para mí lo de las cifras es lo de menos. También yo he bajado el ritmo, pero como siguen siendo apenas cuatro gatos los que vienen a visitarme, poco me importa...

Ahora, eso sí, ¡son mis cuatro gatos y me encanta verlos asomar!

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