lunes, 10 de noviembre de 2014

¿ELIMINAR APLICACION?

Una vez, hace muchos años, cuando Alfonso Ussia escribía en ABC, junto con Jaime Campmany, leí un artículo suyo (suyo de Ussia quiero decir) sobre el fax.

El fax acababa de llegar a España y era bestial. De mis amigas, casi nadie tenía fax, porque en las casas no se solía tener, pertenecía más al ámbito laboral.

Yo sí tenía fax en casa. Mi hermana mayor-menor tenía un novio (que derivó en marido) y que estudiaba la carrera en Miami… La pasta de teléfono era brutal, las facturas mareaban a un astronauta y, finalmente, mi madre compró un fax para que aquella relación transoceánica durase… La llamada por fax duraba dos minutos y podías escribir cartas largas... muy largas y en dos minutos mandar cinco folios… Lo equivalente a una conversación de 15 minutos.

La diferencia horaria hacía que por las mañanas hubieras rollos enteros escritos por el suelo del salón de mi casa, y que aquella enamorada se levantase feliz, arrancase el trozo de papel y se volviese a su cuarto a leer… ¡¡¡Emocionada y feliz!!!

Aquel papel no era de folio, era un papel especial con brillos que después de 48 horas al aire, se borraba todo lo escrito… Aquel papel parecía que decía “este escrito se autoborrará pasados 2 días”.

Creo que yo nunca recibí un fax. Todos eran para la Julieta de mi hogar.

Bueno, pues a lo que iba, leí un artículo de Alfonso Ussia sobre el fax… básicamente poniendo a parir el fax. Se quejaba porque la gente le escribía faxes a su casa que él no quería recibir, y además esa misma gente le ponía a parir porque no contestaba… y él decía que estaba en su pleno derecho de no contestar, y que también estaba en su pleno derecho de no recibirlos, confesaba que se veía obligado a mentir diciéndole a la peña que no tenía papel de fax y que por eso, no le llegaban sus cartas y cosas similares.

Como no le gustaba estar mintiendo, al final, después de intentar buscar una solución a la posibilidad de tener fax, pero no recibir aleatoriamente cualquier mensaje, había decidido quitar de verdad el rollo de papel del mismo… tenía fax pero sin folios o sin rollo, y cuando lo quería usar, rechazaba todo lo que estuviera en cola y mandaba el fax a donde él quería o recibía el fax de quien él quería.

Pensé que era un exagerado y que era un prepotente estúpido… No me parecía tan tremendo recibir faxes, y mucho menos tener que contestarlos… A mi me parecía hasta emocionante recibir algo y después de ver a mi hermana feliz con sus papelotes matutinos, tenía hasta un puntito de envidia… A mi nadie me escribía… con lo que me gusta escribir!!! Yo contestaría con muchísima alegría a todo el mundo!!! Me encantaba el fax!!!

De esto han pasado muchos años… Tantos como veinte años y hoy, nadie o casi nadie, tiene fax en casa… Ahora si que es absurdo… Ahora con el móvil te enteras de todo según está pasando y el que quiere encontrarte, te manda un whatsapp.

Lo del whatsapp es de coña… Pero de coña marinera colega!!!

El otro día me dejé el móvil en casa por error, y además me lo dejé encendido cargando. Cuando llegué al curro, en un primer momento entré en shock anafiláctico, después sudé, vomité, me pedorreé y cuando me dí cuenta de que antes íbamos sin móvil a todas partes y no pasaba nada, mandé un par de emails a las personas más importantes de mi vida para advertirles de que me había dejado el móvil en casa, llamé a mi madre para que no panicase si no le cogía el phone, avisé a un par de personas más… y fuera!!! Todos los importantes de mi vida sabían donde localizarme si había una urgencia, por tanto, lo que entrase por el móvil, no era urgente.

Me marché de mi dulce hogar a las 7.45 por la mañana y volví a casa a las 19.50 por la tarde…

¿Sabéis cuantos whatsapp tenía? …

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡DOSCIENTOS CUARENTA Y OCHOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!

248… 248… 248…

Confieso que tuve la tentación de darle a “eliminar aplicación” y dejar de tener whatsapp pa los restos… Sé que no era la mejor solución pero la tentación rondó por la yema de mi dedo… Sin leerlos aún, me fui a ver a la ESTRELLA y al PLANETA que estaban haciendo los deberes… y cuando empezaron con el turno de las duchas, me senté en el salón a leerlos, porque había que leérselos y ver de qué trataban…

Nada era importante, nada era urgente, ni mortal de necesidad… Había chistes varios… Videos varios… Fotos varias…

Los chats estaban echando humo…

Había de todo un poco… Cosas interesantes… Cosas graciosas… Informaciones varias… Chorradas múltiples… Compraventa de perros abandonados con fotos que te parten el alma… Dudas sobre si toca pantalón corto o largo… Preguntas sobre la posibilidad de plantar una maceta a lo largo de la mañana… Mogollón de cosas… Algunas personas me habían escrito por la mañana algo, me habían preguntado si estaba viva a mediodía, y por la tarde sólo querían saber si me había enfadado con ellas porque no contestaba a nada…

Tenía 248 mensajes de distintas personas que querían comunicarme algo a mi, en soledad o a mi en compañía de otras… Había mensajes para mi y mensajes para grupos con los que comparto algo… Un hijo en 4º de primaria, una hija en 1º de la ESO, un viaje, un partido de futbol, un cine, una comida los jueves…

Y pensé “menos mal que todavía no hay Spam ni anuncios en el whatsapp, porque sería de morir colega!!!” Esos no quieren comunicarme a mi, a Mara, a esos les da igual “so que arre”, lo único que quieren es llegar a ti, como ser humano en general que usa un móvil, no a la persona que hay detrás del móvil como única en el mundo.

No sé si contesté a alguno de los 248 mensajes. No me acuerdo de eso, pero si me acordé de Ussia y de sus quejas sobre el fax… y las entendí… Veinte años después entendí que Ussia no quisiera contestar a todos aquellos que le habían mandado un fax, y también entendí que no quisiera recibir muchas de las cosas que le entraban directamente al salón de su casa por el fax…


Pues encima, ahora whatsapp nos lo pone más jodido marcando con doble click azul cuando has leído el mensaje y dejándote con el culo al aire cuando no contestas a tu interlocutor. De verdad que estoy a punto de darle a “Eliminar aplicación”

4 comentarios:

El 16 en discordia dijo...

No hay excusa.
Ahora no puedes decir no he visto lo que me has enviado...Disculpa!!!
Seguro que el que ha inventado esta actualización en el WhatsApp,el no lo tiene instalado.Será...el muy...
En fin.
De todas maneras,a mi personalmente,no me preocupa lo que me llega por este medio de comunicación. Normalmente son chorradas.
Suelo avisar a las personas,que si me tienen que decir algo relevante,no lo hagan por esta vía,que me manden un SMS o lo más práctico,que me llamen directamente.
Y ya para terminar.
No hace mucho,falleció la batería de mi teléfono,y estuve incomunicado, desde las 9:30h hasta las 14:00h.
Jo!!!
Hacia mucho tiempo que no lo pasaba tan mal. Incluso hubo momentos,que sentía vibrar el teléfono dentro de mi bolsillo,y me daba envidia ver a la gente manipulando sus teléfonos.
Grrrrrr!!! Que cabreo.
Bueno,que le voy a hacer.
Tengo dependencia de este artilugio.
Es lo que hay.

Siento haberme extendido.

Buen post.

Un beso.

Grandullón dijo...

Siendo positivos ,lo que dices es que hay un montón de gente que a lo largo del día se acuerdan de ti , y que poco a poco van cambiando las formas de comunicarnos , abandonamos el teletipo , abandonamos el fax y abandonaremos el whatsapp, tiempo al tiempo . Mientras tanto es una herramienta muy útil .

Sara M. dijo...

Pues yo creo que hay que tener la suficiente personalidad como para "pasar" de todo eso. Si has leído un mensaje y no has contestado, no creo que se acabe el mundo. El que te lo ha mandado también debe entenderlo
¿248? La Estrella no tiene móvil, ¿verdad? Lo de mi hija puede ser terrorífico en solo una hora según el momento del día...
Reconozco que soy bastante adicta al móvil, pero tampoco me agobio demasiado cuando se me ha olvidado. Por lo que peor lo llevo es si estoy ilocalizable en la calle por el cole de los niños. Si estoy en casa soy bastante pasota. Tengo todos los grupos silenciados, y muchas veces silencio el teléfono del todo: si es algún asunto familiar, ya me llamarán a casa.
Por cierto, ¡FELICIDADES AL PLANETA!

el chico de la consuelo dijo...

yo lo que no entiendo es la gente que lo utiliza para el curro, disponibilidad absoluta y además se te supone siempre enterado.
"si te lo mandé por guasap"

Pa mi solo me sirve pa las cochinadas de mi grupo de amigos y pa decir que llego tarde...pal resto me sobra!!

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