CASO PRÁCTICO NUMERO UNO.
Te has ido a vivir a La Coruña, te has casado allí con una gallega, han nacido tus niños “galleguiños” y te convertido en un forofo del Deportivo. Le has inculcado a tus hijos el amor por ese equipo y les llevas cada dos domingos al campo. Vives los partidos con una intensidad tal, que en ocasiones crees que te va a dar algo en mitad del primer tiempo, aunque en realidad tú no eres de allí… Y te destinan a Huelva … Sigues siendo fiel al Depor, pero como ya no compartes con tus niños esos ratos irrepetibles de domingo y los echas de menos, empiezas a ir a ver con ellos al Recre… Y poco a poco empiezas a sentir por el Recre, te emocionas, te hace vibrar, vuelves a estar vivo, futbolísticamente hablando, pero … tus niños son del Depor, y ellos no sienten lo que tú has empezado a sentir, y además crees que no van a comprender tu cambio de camiseta, y por tanto, disimulas delante de ellos que todo sigue igual, y que vas a ver al Recre por compartir con ellos un domingo de cada dos. ¿Es “correcto” que disimules delante de tus hijos una ilusión por un equipo que ya no sientes como tuyo, y que no puedas expresar tu felicidad por sentir algo por el otro equipo? ¿Es “correcto” que tus hijos crean que no sientes nada por un equipo y que sigues sintiendo lo mismo por el otro? ¿Es “correcto” que seas capaz de mentir y disimular así delante y por tus hijos? ¿No será más “correcto” que seas sincero con ellos y les des una lección de congruencia explicándoles que los sentimientos no son eternos y pueden cambiar?
CASO PRÁCTICO NUMERO DOS.
Una madre de familia con escasos recursos económicos, convive con sus tres hijos. No hay padre a la vista. Dos de ellos están estudiando en universidades públicas sus carreras, que a duras penas puede costear su madre. El tercero es drogadicto. Ha intentado rehabilitarse en varias ocasiones, pero no puede. La droga le puede. La madre decide empezar a darle dinero para que compre droga, porque sabe que ha empezado a robar, pero también es consciente de que ese dinero tirado diariamente en droga, está perjudicando las carreras de sus otros hijos, porque la situación económica está siendo muy crítica y precaria. ¿Es “correcto” que la madre costee la droga de su hijo para evitarle la cárcel? ¿Es “correcto” que perjudique claramente los intereses de sus otros dos hijos, que pueden llegar a ser “algo” en la vida gracias a los estudios que están cursando? ¿Sería “correcto” que la madre mandase a la mierda al drogata para que no siguiera perjudicando a la familia? ¿No sería más correcto que los otros dos se pusieran a trabajar, de lo que sea, para que la madre pudiera seguir manteniendo las necesidades del drogadicto?
CASO PRÁCTICO NÚMERO TRES
Un familiar mío (ni lejano, ni cercano) viajó a China para tener unas reuniones de trabajo. Al llegar a la empresa (china), le recibió la que, según él, ha sido “la mujer más bella que he visto en mi vida”. Era una asiática, alta, delgada, morena, con cola de caballo, vestida con un jersey de cuello alto sin mangas negro y con una falta de tubo negra… Después de una pequeña reunión con ella, en la que ambos mostraron una educación exquisita y un perfecto dominio del inglés, la bella asiática le dijo que le siguiera para irse a reunir con otras personas que se encontraban en la planta de arriba. Ella hizo de guía durante el trayecto, y ascendiendo a la otra planta por una escalera, ella se tiró un pedo. En ese mismo instante, mi familiar descartó cualquier posible relación con la bella china, porque era una cerda. Se había “rajao” en su jeta… Imagino que la china nunca pensó que eso, que en su cultura es normal, porque los chinos no se quedan dentro con ningún gas y lo expulsan donde y por donde sea menester, iba a terminar con cualquier posibilidad de ligoteo con aquel españolito. A él le pareció una guarra. Ella, sencillamente, hizo “lo correcto” en su pais. Nunca volvieron a tener ningún tipo de contacto, pero a mi familiar se le ha quedado para toda la vida grabada, en la memoria y en la retina, la gran belleza de aquella mujer y por supuesto, el pedo que se tiró y que la dejó sin armas seductoras ante él. ¿Hizo mi familiar “lo correcto” descartándola por tirarse un cuesco? ¿Hizo la china “lo correcto” pediéndose delante de mi familiar? ¿Se equivocaron los dos? ¿Acaso la familia de él no iba a aceptar a su mujer china por pedorra? ¿Acaso ella no hubiera estado dispuesta a dejar de tirarse pedos en público a cambio de un amor verdadero?
Estos son pequeños ejemplos, que dan que pensar que “lo correcto” para unos, no siempre es “lo correcto” para otros…
¿Qué es “lo correcto?
¿Qué se esconde detrás del concepto de “lo correcto”?
¿Depende “lo correcto” de quien lo ejecute, de donde se ejecute o de cuando se ejecute?
La “corrección” de tus actuaciones viene determinada … ¿Por tu familia? ¿Por tu pais? ¿Por tu religión? ¿Por tu forma de pensar? ¿Por tu cultura? ¿Por tu situación social? ¿Por la Ley? ¿Por tu forma de ser? ¿Por tu situación económica? ¿Por el daño que haces? ¿Por lo que se espera de ti? ¿Por lo feliz que te va a hacer la ejecución de “lo correcto? ¿Por la situación en que te encuentras? ¿Por el “qué dirán”? ¿Por tu conciencia? ¿Por todo lo anterior? ¿Por nada de lo anterior?
¿Qué te hace pensar que lo que estás haciendo ahora mismo es “lo correcto”? ¿y eso tan correcto ahora mismo, puede dejar de serlo posteriormente o lo será siempre para toda la vida del mundo jamás?
¿Estás haciendo “lo correcto” porque duermes a pierna suelta y nada te turba? ¿Qué pasa cuando haciendo “lo aparentemente correcto” no consigues dormir por las noches, porque eso tan correcto no te llena en absoluto? ¿Y si la ejecución de “lo correcto” implica tu infelicidad más absoluta? ¿Y si cambia tu concepción de “lo correcto”? ¿Y si por hacer “lo correcto” entras en una dinámica de tristeza, tibieza, rutina, desazón, desconsuelo, falta de ilusión, sin alegría… no será mejor que dejes de hacer “lo correcto” y te replantees otro camino menos “correcto” que te llene más la vida?
Es fácil, facilísimo, cuando no tienes delante una posibilidad clara de hacer algo “incorrecto” decir en voz alta y sin dudas cual es la solución “correcta”. Eso está “chupado”. Pero hay que vivir las situaciones para juzgar la corrección de las mismas.
Para mi, “lo correcto” es hacer las cosas que me hagan ser feliz y hacer felices a los míos (en el concepto de MÍOS más estricto y amplio a la vez). Si hay algo incompatible con mi felicidad y la de los míos, por supuesto, sacrificaré la mía en beneficio de la de ellos, anteponiéndoles siempre a mis intereses personales… Pero si mi infelicidad persiste, de manera que se me hace absolutamente imposible vivir la vida con normalidad y alegría, porque la ausencia de las opciones descartadas suponen una renuncia tal, que me impiden ser feliz, y por tanto, hacer feliz a los demás., entonces, en ese caso, “lo correcto” será ser sincera conmigo misma y poner los medios para hacer eso tan “incorrecto” que me va a hacer mas feliz, consiguiendo por tanto, con mi felicidad, la de los demás, quizá no a corto, pero si a medio y largo plazo.
Pero claro, esta es mi opinión, y yo no me encuentro en un supuesto así, por tanto, como he dicho antes, mi opinión no cuenta, porque está “chupado” emitirla…
(Me encantaría que todos los que paseis por aquí, me dijeráis vuestra solución "correcta" a los casos prácticos... Me da igual que seais Anónimos... Es por ver y comprobar lo distintos que somos todos en nuestra maravillosa "corrección")
(Me encantaría que todos los que paseis por aquí, me dijeráis vuestra solución "correcta" a los casos prácticos... Me da igual que seais Anónimos... Es por ver y comprobar lo distintos que somos todos en nuestra maravillosa "corrección")
9 comentarios:
Es difícil saber (o decir) que es lo correcto. Entre otras razones, porque la solución no es igual para todos. ¿Es correcto tener siete mujeres? Si vives en El Cairo y rezas mirando a la Meca, si. Si vives en Alcobendas y vas a misa de 12, aunque sea por el aperitivo de después, abstente.
Y que determina eso en cada caso? Pues efectivamente las creencias, los principios, el entorno... Pero sobre todo la conciencia. ¿Y eso que es? Uf. Es tan difícil, y tan cambiante... Un día puedes pensar que aciertas con una solución, y otros...Incluso cuando crees que actúas pensando en los demás, a veces en realidad lo haces pensando en ti mismo...
En tus casos prácticos. En el fútbol, da igual lo que hagas. Es tan divertido ser del mismo equipo como del otro. Probablemente mas divertido ser del otro.
En la madre. Haría lo que fuese por mi hijo drogadicto. (pero que horror de situación).
En la "desahogada". No me gustan las asiáticas, ni con pedo ni sin el. ¡Pero la anécdota es buenísima!
Aquí van mis soluciones a los casos prácticos.
Caso práctico número uno:Esta situación la he vivido pero con equipos distintos.
En casa el único aficionado del At.Madrid soy yo,tanto mi mujer como mis hijos son del R.Madrid.
Pues bien.....En uno de estos derbys en el cual empezó marcando mi equipo y viendo lo que sufren(sobre todo mi hijo) cuando pierde su equipo(por que ellos no saben que empieza perdiendo y luego gana).Disimular no disimulé por que ellos saben de que equipo soy,pero alegrarme cuando empató si que me alegré.
No se si era lo correcto,pero si era lo que deseaba.
Caso practico numero dos:En esta situación tan complicada lo que haría( y como suelo decir no es lo mismo intentar ponerse en la situación que estar ella)
pues bien dicho esto lo que haría es intentar no privar a ninguno de ellos de sus por llamarlas de alguna manera necesidades¿como?No lo se,pero creo que para mi eso sería lo correcto.
Caso practico numero tres:Aquí lo tengo más claro.
Si la china me gusta y soy correspondido,primero compartiría mi vida con ella y luego ya iríamos amoldandonos a las costumbres del resto de las personas,escenarios o lugares con o en los cuales tuviéramos que compartir nuestro amor.
Creo que me he extendido otra vez y no se si me he explicado bien.
Buen post.
Así que ahora deberes...
Joderrrrrrrrrrrrrr este blog se está poniendo duro eh?
Vamos a ver:
Caso 1.
A los niños hay que decirle la verdad de lo que le pasa al padre, porque algo raro le pasa si ahora es del Depor, después del Recre y depende de donde lo destinen puede llegar a ser hincha del Melilla.
Hay que tener un poquito de fidelidad a los sentimientos.
Caso 2.
Con las madres no hay razones que valgan. Es su hijo y lo está pasando mal y por muy injusto que sea lo que hace la madre para los otros dos ahí no hay nada que hacer. Instinto maternal. Y además me gusta que a veces los sentimientos ganen a la razón.
Caso 3.
Dame el teléfono de la asiática que ya la reeducaaré.
En un mes ni escupe ni se tira pedos.
Conclusión:
Para mí lo correcto es puramente subjetivo.
Yo coincido contigo en que lo más aproximado a lo correcto se trata de hacer feliz a la gente que quieres pero siempre que eso no entre en conflicto con tu conciencia.
Besos.
1.- chaquetero, pero perdonable
2.- ayudar a los tres. A unos con € y a otros con carińo y rezos.
3.- a por la china, total....
Desde Chaya con amor
Besazos
Como dicen por ahí, eso de los deberes... ahora no está bien visto, joer.
El caso uno es anecdótico, pero yo les explicaría que el equipo de Huelva me recuerda al Recre y empieza a gustarme un poco. Introducir poco a poco para que no vean lo veleta que puedo ser en el jurgol
Caso dos, joder, joder, joder... Hablaría con mis hijos no drogadictos... a ver si con ellos puedo encontrar una solución intermedia de unos u otros, pero jodida, jodida la situación
Caso tres, yo vi un día a un tío buenorro en un bar que se metió el dedo en la nariz,... su atractivo cayó empicado..., eso sí, me reí un montón. Un pedo no sería superable.
Caso 1
Ese tipo ni siente los colores de uno ni de otro... Bromas aparte, creo que a los niños hay que decirles las cosas tal y como son (con cierto tacto, pero la verdad siempre)
Caso 2
Una madre hará lo que sea por sus hijos y si entre ellos hay uno más débil, siempre será al que más ampare, aunque ese amparo le suponga dejar "un poco" de lado el bienestar de los otros dos.
Caso 3
Esa situación seguro que desde el principio tenía un cierto tufillo ; D
Un besazo
Vamos a ver bonitaaa!!!
Yo voy a decir lo qeu yo haria en cada momento, pero eso no quiere decir que sea lo correcto, solo lo que yo haria.
caso 1. Yo claramente seria fiel a mi equipo, y a mis raices, por ejemplo, yo vivo en Vigo desde hace 12 años,y soy fiel a muerte a mi Real Madrid de toda mi vidaaaa!!!!! Y mis hijos que son gallegos, son tambien del Madrid como su madre,jejejejejej
caso 2. jo! que dificil,yo me volcaria absolutamente en mi hijo drogadicto, pero sin descuidar a los otros dos.
caso 3. si me encuentro alguna vez un chino buenorrro, de estos impresionantes, me muero del asco colega!!! aunque sea normal en su pais,me da igual!! porque en el mio
Noooooo.
El caso numero 2 el mas complicado y en el que no me gustaria verme.
Besos.
Hola Mara!
Así que hoy nos has puesto deberes, eh?
Caso 1: El fútbol me gusta pero no creo que decepcionara a mis hijos por cambiarme de equipo(mi padre tampoco me decepcionaría), a mi marido sí ;)
Caso 2: uf! Casi ni me atrevo a opinar y espero no estar nunca en esa situación. Hay tantos "depende"... No se me ocurre más que pedir ayuda.
Caso 3: Evidentemente no hay sentimientos de por medio, así que admiración a distancia por la belleza y cero interés olerla.
Besos
Se me ha olvidado decir que, para mí, hacer lo correcto es cumplir el objetivo marcado(se supone que eso te hace feliz) sin perjudicar a los demás.
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