CULOS DE MAL ASIENTO

Me he dado cuenta, con los años, de que las personas, en general somos bastante … no sé como definirlo … ¿inconformistas?, ¿yo quiero lo que tuve y no tengo?, ¿culos de mal asiento?, ¿yo nunca tuve lo que quise?, ¿qué dice usted que me opongo? , ¿yo quiero lo que no tengo?  ¿a ver a ti que te han traído los Reyes?,¿yo hubiera querido ser otra cosa?

Es decir, no nos conformamos con lo que tenemos, siempre queremos más, o menos pero distinto, o peor pero otra cosa, o mejor pero de otra manera…

En fin, que parece que nunca alcanzamos lo que queremos, y que estar “asi” como estamos no es lo mejor, porque siempre hay alguna espinita clavada, que no nos permite disfrutar a tope de la situación… Y no me estoy refiriendo al crecimiento laboral o económico… nooooooooo!!! Seríamos extraños si no quisiéramos crecer más económicamente y si no nos gustase crecer laboralmente y ascender posiciones, aunque sean psicológicas… vamos, me refiero a reconocimiento laboral… No hablo de eso, hablo de inconformismo personal…

Desde pequeños, muy pequeños, queremos ser o tener lo que no somos o no tenemos… y cuando lo tenemos, queremos exactamente lo contrario…

Porque…

¿Quién siendo el mayor de los hermanos, el responsable, el que abre camino a los demás, el más exigido por los padres, no ha querido ser nunca el pequeño, el mimado, el consentido, el que tiene el camino fácil, ese camino que tú le has abierto?

¿Quién siendo el pequeño, el trasto, el que más castigan, el que siempre tiene que ir con sus padres a todas partes, no ha querido ser el mayor, el respetado, el que hace lo que le da la gana con libertad y seguridad, porque ya ha adquirido una edad madura?

¿Quién siendo el mayor o el pequeño de los hermanos no ha querido ser el mediano, el independiente, el que pasa desapercibido, y “a-la-chita-callando” consigue todo lo que se propone?

¿Quién siendo el mediano de los hermanos, el ignorado, el mediocre, el que parece que no pinta, no ha querido ser el mayor para tener más libertad o el pequeño para tener más mimitos?

¿Quién siendo el chico de la familia no ha querido ser la chica porque a ella la cuidan más, le hacen más caso y le compran más cosas?

¿Quién siendo la chica de la familia no ha querido ser el chico para que no estén todo el día encima, para que le dejen salir hasta más tarde, para no ser causa de tantas preocupaciones?

¿Quién no se ha metido en la cama un viernes y ha pensado “lo que daría por irme a tomar una copa y pegarme cuatro bailes”?

¿Quién no ha salido de coña un viernes y a las tres de la mañana no ha pensado “pero que pinto yo aquí, si lo que quiero es estar en mi cama, ojalá me pudiera teletransportar”?

¿Quién estando en la carrera sin un duro y estudiando no ha querido terminar, ponerse a trabajar y tener dinerito en el bolsillo para poder viajar alegremente por el mundo y salir sin depender de la “paga” que nos dan en casa?

¿Quién estando trabajando desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche no ha querido volver a la universidad, estar parado, tener tres meses de vacaciones, poder salir con los amigos hasta las 7 de la mañana un jueves y poder dormir el viernes hasta las dos de la tarde y no ir a clase ese día?

¿Quién siendo novio no ha querido dar un paso más en la relación para salir de casa de sus padres, olvidarse de las separaciones nocturnas, dormir juntitos, vivir bajo el mismo techo, hacer comidas y decorar su casa nueva?

¿Quién siendo marido no ha querido tener una novia estupenda, con la que salir a cenar, ir al cine, tomar copas, bailar, echarse risas y volver a casa de mamá con la comida preparada, la ropita lavada y todo organizadito?

¿Quién veraneando en el Norte, después de cinco días de botas katiuskas, paraguas, jersey y calcetines no ha querido estar en las playas del sur al solecito, con las cañas, la paella, los chiringuitos, jugando a las palas, cogiendo las olas y de excursión con los amigos?

¿Quién veraneando en el Sur, después de quince días de playa, al sol, rojos como gambas a la plancha y con insolaciones diarias no ha querido estar en el Norte, con su fresquito maravilloso, sus días nublados, sus buenas lentejas o cocido montañés en pleno agosto, durmiendo con mantita y dando paseos por bosques de eucalipto?

¿Quién con 25 años ha oído la noticia de que un “Menganito” ha cumplido 40 y no ha pensado “cuando llegue yo a 40 tacos se van a cagar”?

¿Quién con 40 años ha oido la noticia de que un “Menganito” ha cumplido 25 y no ha pensado “quien los pillara…”?

¿Quién ha estado sin hijos, aburrido, con una vida aparentemente vacía y no ha querido llenarla de chupetes, biberones, mimitos, besitos y pedorretas en el culo de un bebé?

¿Quién teniendo un bebé o un hijo, que no come, que no duerme, que está malo, no ha pensado “quien me ha mandado a mi tener prole con lo bien que estaba yo sin niños”?

¿Quién teniendo un Twingo ridículo y lentito no ha querido tener un todoterreno grande, con porte y lustre que dé seguridad en la carretera?

¿Quién teniendo una Vito enorme e imposible de aparcar no ha querido tener un Smart chiquitín y cómodo para poder soltarlo en cualquier esquina en cualquier momento?

¿Quién no ha estado bailando con sus amigas en una discoteca ha visto una pareja en la barra, pelando la pava, y no ha pensado “ojalá él estuviera aquí para tomarme una copita”?

¿Quién no ha estando con su pareja tomando una copita, ha visto a cinco amigas desmadradas bailando y no ha pensado “si estuvieran aquí mis niñas, éramos las Reinas de la Pista”?

¿Quién no ha ido en el metro apretujado, oliendo a choto, con miles de personas desconocidas alrededor y no ha pensado “mañana me vengo en coche porque esto no está pagado”?

¿Quién no ha estado en un atasco infernal, que “ni-repalante-ni-repatrás” y después de una hora no ha pensado “mañana me cojo el metro, colega, esto es insoportable”?

Conclusión: LOS HUMANOS SOMOS UNOS INCORFORMITAS Y UN AUTÉNTICO COÑAZO.