Recuerdo perfectamente que era un día de finales de abril o principios de mayo, en una comida de un martes, en casa de la Ladrona, cuando ya eran las 4.10 y yo me tenía que volver al VIVERO a currar, que al ponerme en pie y decir: “Bueno niñas, me marcho que llego tarde”, tú anunciaste “Chicas, rezad, porque le han ofrecido a D. una oportunidad buenísima y si sale, nos vamos todos a vivir a Perú”.
No sé si me senté por voluntad propia o me caí en el sofá del susto. Y por supuesto, le dieron por saco al VIVERO … Ese día llegué tarde, muy tarde…
“¿A Perúúúúúúúúúúú? ¿Qué te vas a Perúúúúúúúú?”
“Si. Mañana D. cierra la ultima entrevista y si cuadran los números y el proyecto, nos vamos”.
No fue un jarro de agua fría. Eso es suave en comparación con lo que sentí. Por supuesto, mi primera reacción fue muy de Mara, de niña caprichosa y egoísta. “Pero, ¿qué coño pintas tú en Perú?”. La Ladrona, que es mucho más racional que yo, y mucho menos visceral, empezó a hacer las preguntas que había que hacer: “¿Cuánto tiempo?”. Tú nos mirabas, sin querer fijar los ojos directamente en ninguna de nosotras dos, con un poco de miedo y con pena, mucha pena: “Cuatro o cinco años”… Yo seguía a lo mío: “¿Qué te vas cuatro o cinco años a Perúúúúúúú? Pero ¿Qué vas a hacer tú en Perú?”… “¿Cuándo os vais?”… “D. se marchará a finales de septiembre y nosotros en Enero” … “Y ¿por qué no te vas a Nueva Zelanda? Creo que es lo siguiente más lejano a Perú… Perú está aquí al ladito… ¿Por qué Perú? ¿Por qué tan cerquita?” … Tú me mirabas en silencio… ¡¡¡Cómo me conoces!!!
“Y me pides que rece para que … ¿salga o para que no salga?” “Para que lo que salga sea lo mejor para mi familia…” Bofetón! Ahí me diste un maravilloso bofetón, que me hizo dejar de pensar en mi y en lo que perderte de vista iba a suponer… “Lo mejor para mi familia”, ahí estaba el quiz de la cuestión…
Durante la vuelta en el bus me puse a Pablo Alborán en las orejas, las gafas de sol en los ojos y lloré… Y cuando me senté delante de mi ordenador en el VIVERO te mandé un mail para pedirte perdón por mi reacción… Y me consolé pensando: “¡¡¡Bua colega!!! ¡¡¡Para Enero queda un huevo!!!” …
Hemos pasado el verano, me has “recogido”, a mi y a mi familia, en pleno incendio, D. se ha marchado a principios de Octubre y durante estos meses que has estado sola, no te he visto mucho. Hemos chateado mucho, hemos hablado mucho … pero no te he visto demasiado… No te he querido ver… Pero no ha sido porque esté enfadada o me quiera alejar de ti… Noooo…
Ha sido autodefensa…
Por un lado, he querido estar contigo a todas horas por esa sensación de “se va, se va, se va y no la voy a ver en mucho tiempo, tengo que aprovechar” y por otro lado, no he querido estar contigo por esa sensación de “se va, se va, se va y no la voy a sentir cerca, es mejor que no me acostumbre a tenerla para luego perderla”…
Sé que tú has notado esa “distancia” de estos meses, y que te habrá extrañado… Ha sido un mecanismo de defensa. Nada más.
Todas, todas, todas, todas las veces que nos hemos visto en estos tres últimos meses hemos llorado abrazadas! ¡¡¡TODAS SIN EXCEPCION!!! Bueno no… Miento! Anteayer, cuando nos encontramos casualmente por la calle, en la puerta de una tienda, no lloramos. No nos dio tiempo. Yo iba hablando por teléfono, felicitando el año y tú te pusiste y felicitaste también. Yo iba a comprar leotardos de invierno para la ESTRELLA, tú zapatillas de verano para tus niños… Y como sólo fueron 5 minutos, no lloramos, pero me quedé echa polvo al verte. Y pensé “va a ser difícil que me la vuelva a encontrar comprando zapatillas”…
Anoche cenamos todos… Los seis. Hemos conseguido que nuestra amistad llegue a forjar una muy buena relación entre nuestros chicos y que se lleven fenomenal… Nos volvimos a reir como siempre, con las chorradas de siempre, aunque en nuestras miradas había un poso de pena y añoranza… “¿Cuándo volveremos a cenar los seis juntos?”
Han pasado los meses desde que nos anunciaste tu marcha, y ya está aquí Enero… Ya te vas. Dentro de 20 días pones rumbo, con tus cuatro niños, a Perú… He prometido ir a verte en Abril, y espero poder cumplir mi promesa.
No hace falta que te diga que te voy a echar de menos mucho, muchísisimo. Eso sobra decirlo. Eso lo sabes tú de sobra…
Pero si quiero que te quede clara una cosa: ¡TE ADMIRO! ¡¡¡Cómo he admirado a pocas personas en este mundo!!! Dejas atrás tu trabajo, que aunque, como todas, estás hasta el gorro de él, te gusta… te gusta muchísimo y te lo pasas bien! Dejas atrás a tus padres y hermanos. A tus amigas. Tu gimnasio. Tu natación. Tu casa. En definitiva, tu vida entera… Una vida hecha con muchísimo esfuerzo y tesón, que tenías llena, muy llena y muy organizada, para empezar de cero en un país lejano y desconocido…
Te vas a organizar, otra vez, maravillosamente, y cuando te toque volver, sentirás pena de dejar esa nueva vida atrás… Esa vida que ahora mismo tanto miedo y vértigo te da. Estoy convencida de ello. Pero durante estos años en los que vas a estar lejos (físicamente) vas a añorar mucho España, y esa vida que tienes aquí, y a la que volverás y retomarás como si nada hubiera pasado, como si nunca te hubieras marchado, y a los que ahora dejas atrás, aquí nos seguirás teniendo a tu vuelta.
Si lo piensas bien, cuatro o cinco años, en una vida entera no son nada… Es la edad que tiene Winnie, tu niño pequeño, ¡¡¡y parece que nació ayer!!! Se va a pasar volando!!! Ya lo verás!!! Eso es lo único que me consuela… que cuatro años pasan volando…
Ahora si estoy segura de una cosa, me vas a leer a diario. Durante la vida del blog tú has sido de las que has entrado cada diez días y te has pegado una panzada engullendo los posts atrasados… Ahora estoy convencida de que, para estar más cerquita mío, vas a entrar mucho para ver que es lo que estoy contando y saber que es lo que estoy tramando … (tú sabes leerme maravillosamente entre líneas)
Sólo te voy a pedir una cosa, por favor, no pierdas de tu móvil el chat de “Las Princesas”… Ese chat que abrimos un día las tres y que tiene una foto ideal de una comida de martes cualquiera… Así me seguirá pareciendo que estás aquí al ladito, conmigo, sin diferencia horaria ni kilómetros, y síguenos contando todo a través de él, y nosotras seguiremos hablando por él… Ya sé que está también el mail, pero el chat de “Las Princesas” debe seguir vivo, como nuestra amistad, como nosotras!!!
¡¡¡Vive!!! Con alegría, esa alegría que tienes innata en tí y, sobre todo, con el orgullo de saber que estás haciendo las cosas maravillosamente bien.
¡¡¡Cómo te admiro bonita!!!
¡¡¡Cómo te voy a echar de menos princesa!!!
¡¡¡Cómo te quiero mi niña!!!
5 comentarios:
Mucha suerte para tu amiga, ciertamente es muy valiente. Y a ti que decirte, que tranquila que los años pasan volando y antes de darte cuenta la tienes otra vez cerca comprando leotardos o zapatillas.
Un besazo
Que le vaya muy bien.
Besos.
Una amiga mía se ha ido a Brasil. a lleva cuatro mese que se han pasado volando. Tú tranquila que con el chat y el blog esto se pasa volando, y, además, podéis hablar por skype.
Ya verás como todo sale bien.
Besos.
Mis mejores deseos para tu amiga y su familia.
Y a ti...Que quieres que te diga.
Es un vacío físico muy grande el que te va a quedar pero el tiempo pasa volando y las últimas tecnologías hacen que las personas que están lejos no lo estén tanto.
Muy buen post.
Jo Mara! Si mi ladrona se fuera a "La conchinchina" a mí me daría algo.
Me pongo en tu lugar y puedo entender tu ataque "egoísta" por un cambio que no quieres y por la confíanza que tienes con ella pudiste permitirte el lujo de reaccionar así.
Ánimo! Llora la ausencia lo que necesites pero Abril llegará en un plis, te irás de viaje a verla y espero que nos lo cuentes ;)
Un abrazo más gordo, lo necesitas
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