Mi padre siempre decía que había que tener cuidado y mucho ojo con los compañeros de viaje que se elegían… Cuando yo se lo oía, con 18/19 años, no me daba cuenta de que esta afirmación era absolutamente cierta y rotunda.
No hay nada peor que viajar con una pareja que se esta literalmente matando todo el rato, mandándose indirectas, o metiéndose directamente unas pullas que alucinas. ¡¡¡Eso es incomodísimo!!!. Porque aunque intentes mantenerte al margen, es difícil, muy difícil, y acabas opinando o poniéndote de parte de uno de ellos y, por supuesto, terminas saliendo escaldado, porque ellos son pareja y se conocen y se respetan a su manera, y tienen esa forma de tratarse y tú eres un “agente extraño” que está ahí de mirón, como en el mus, es decir, eres “de piedra y das tabaco”.
No sé si yo soy incómoda para viajar. No me lo han dicho nunca. Bien es verdad que tampoco me han dicho lo contrario, pero a la hora de viajar no me faltan “novios”.
¿Qué requisitos tiene que reunir un buen compañero de viaje? Claramente no se puede generalizar, por eso voy a personificar en mi las características de un compañero de viaje.
Para ir conmigo de viaje (o para que yo vaya contigo) es necesario que cumplas una serie de premisas:
1.- El tiempo no condiciona las actividades: Vamos a ver… Esto hay que aclararlo… Si vamos a montar en helicóptero y hay un tifón, por supuesto que condiciona, pero si llueve, yo sigo saliendo a la calle, y tú también. Con o sin paraguas. Me da igual, como quieras, pero a la calle salgo. El frío no me paraliza. Me abrigo y punto. Si es necesario llevo forro polar y calcetos térmicos de esquiar, pero no hay frío que me deje aburrida en la habitación de un hotel leyendo un libro. Yo me echo a la calle a patear, haga la temperatura que haga. Tampoco me traumitazo el calor, no soy calurosa, por tanto no tengo que estar parando a tomar cerves o cocas, puedo tirar, como los camellos, sin necesidad de parar a beber.
2.- Hay que comer de todo y en cualquier sitio: Vamos a ver… No como humanos. No como cuquis ( cucarachas o saltamontes fritos), ni hormigas, ni gusanos… No como directamente del suelo, ni meto la cabeza en un orinal, pero no hay nacionalidad que se me resista, ni silla incómoda que no me permita jalar… Soy más reticente a los indios, porque todo me sabe a curri y acabo saliendo a propulsión por las especias, y la puñetara salsa roja que pica que me mata… Me da igual chino, que vietnamita, que japo, que italiano, que español tortillero de patatas, que americano con hamburguesa o perrito imposible de meter en la boca… Todo me vale para comer… No me importa saltarme una comida. Me pongo ciega en los desayunos, por si acaso me entretengo a mediodía y me da pereza parar. No le hago ascos a nada y me gusta conocer las comidas para poder opinar sobre ellas.
3.- Me gusta echar una mañana cultureta: Vamos a ver… No me trago un puerro de cualquier lugar que me importa un pimiento, pero los museos importantes de las ciudades, quiero visitarlos. Si además tiene Exposiciones temporales importantes, no me lo salto ni de coña vamos!!!! Ponerme un rato delante de un cuadro y pensar en lo que me transmite por si mismo, con independencia de lo que haya querido transmitir el autor, no tiene precio. Las esculturas me gustan menos, pero tampoco les hago ascos, sobre todo si son grandes… Me gustan las esculturas grandes que aparentemente no tienen forma, para buscarles yo la suya (o la que yo quiero o imagino que sea)…
4.- No me importa madrugar: Vamos a ver… Si hay que retozar en la cama, retozo maravillosamente, pero si hay que levantarse al alba para hacer cualquier excursión, no tengo ni media pereza en hacerlo, yo hago medio tirabuzón carpado hacia la derecha y alehop! me levanto, con independencia de la hora de retirada de la noche anterior. Que nunca suele ser pronto porque me lío… Me lío sola… No tengo un especial mal humor matutino, salvo si me despiertas con voces o de mala manera… Entonces me transformo en la niña de “El Exorcista”, pero si me despiertas despacito y con mimitos… Sonrío inmediatamente!!! Como un perrete!
5.- Me encanta tomarme una copita tranquila después de cenar: Vamos a ver… Cuando digo tranquila, me refiero a que no me gusta cenar e irme a la cama directamente, es como si me faltara “algo”… Si la copita no es tranquila, y hay que romper el esqueleto en la pista, lo rompo tan contenta, pero si es tranquilita, también me la tomo… Y si me tengo que ir a la piltra, me voy, aunque quizá aquí pueda torcer el morro si me mandan a la cama muchos días seguidos sin mi copita. Un brugal con limón antes de dormir es mano de santo y admito también cócteles… ¡¡¡Qué ricos!!!
6.- Prefiero las ciudades entre semana, que los fines de semana o días de fiesta: Vamos a ver… Los fines de semana hay miles de autóctonos perdiendo el tiempo por las calles. Prefiero ver la ciudad, tal y como es, en pleno movimiento laboral, que transitarla con paseantes sin rumbo por sus calles. El hecho de ver a la gente yendo a trabajar y que yo esté de paseito, me hace sentir especial y una auténtica privilegiada. Además en las tiendas hay menos personas y poca cola para pagar si “pico” con alguna chorrada.
7.- Siempre dedico tiempo para ir de tiendas: Vamos a ver… Soy tia!!! Qué esperabas!!! Que fuera a mentir en mi blog y se me echaran encima mis amigas diciendo “troleraaaaaaa, si te encanta ir de compras!!! Como a todas!!!” Si me escapo un día o dos, quizá no… pero como la escapada sea de tres días, una mañana es de tienduquis por narices!!! No siempre compro, a veces se apodera de mi el Capitán Araña y me niego a gastarme un duro. Pero miro y moneo entre los percheros… A veces no tengo el día inspirado y me atoro… Pero se me pasa eh? No voy a mentir a nadie… Difícilmente me vengo sin nada de un viaje!!!
8.- Algún espectáculo me gusta ver: Vamos a ver… Hay ciudades en las que no existen espectáculos como tales, pero si representan algún musical, teatro o “algo” especial, quiero verlo!!! Me revienta volver y que me pregunten “estuviste en “Cats”?” y tener que negar con la cabeza… Si puedo, voy! (Si me lo permite la economía, porque suelen ser carísimos, pero también hay truquitos para ir baratito)
9.- Me tengo que reir a carcajadas: Vamos a ver… Si voy de entierro no (o si, depende de cómo se me de el día), pero lo normal es que en mis viajes, en casi todos, haya auténticos momentos para la posteridad en cuanto a ataques de risa, que hacen que después, cuando los cuentas a ajenos que no estaban delante, se te queden todos mirando con la típica cara de “no tiene remedio la pobre”. Me encanta reirme, a carcajadas sonoras… Me chifla!!!
10.- Me apunto a todo sin miedo: Vamos a ver… No me juego la vida. Eso no! Ni parapente, ni paracaídas, ni actividades de riesgo que puedan provocarme un infarto directo, pero si me tengo que montar en barco, submarino, moto… Me monto sin pensarlo!!! Muy mala suerte tengo que tener, si en una actividad turística me pasa algo… Y si me pasa, estaba en “los escritos” que era mi día y punto… No hago locuras, pero desde luego no me pierdo cosas por miedos absurdos.
Y con esto… ¿qué quiero decir?, que esta semana de ausencia ha sido perfecta, porque he tenido la compañía de viaje más maravillosa que se puede tener!!! Se ha cumplido todo, todo, todo, lo anterior y he disfrutado como una campeona!!!
¿Qué adonde he ido?
A Nueva York. A la isla de Manhattan. (Qué chulo queda dicho así eh!!!)
¿Qué qué tiempo ha hecho?
Frío… Un frío de mil pares de narices…
¿Qué con quién he ido?
¡¡¡Con F50!!!
¡¡¡Un pedazo de compañía que no me merezco!!!
¡¡¡Gracias Princesa!!!
¡¡¡Ha sido inolvidable, inmejorable, inigualable… pero no irrepetible!!! ¡¡¡Espero que repitamos pronto y mucho (aunque no va a ser fácil, lo sé)!!!
6 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo.
Cuando vas a algún sitio de viaje tienes que ir con el objetivo de intentar conocer al máximo el lugar que visitas,y olvidarte un poco de las condiciones meteorológicas.
Me alegro que lo pasaras bien.
Buen post.
Las tiendas, las malditas tiendas....
Deberían prohibirlas.
Besos.
A mi me encanta tu punto 6, visitar las ciudades entre semana, el ambiente es ...guay. Me gusta ver a los demás en sus cosas, con su vida real y yo disfruto con ello.
Creo que puedo asumir tus condiciones, aunque tienes más marcha que yo, no lo dudo.
Ahora viajo con la imaginación. Todo llegará, o no.
Me encanta eso de plantearse la compañía, no se me habúia pasado por la cabeza. A mí me da igual el clima, si llueve mola meterse en los soportales, y si hace sol me encanta pasear. Adoro visitar museos(solo los más importantes), entrar en un restaurante de comida típica(menos la china y la japonesa, lo siento), irme de tiendas(¡me encanta!) y vivir mi vida ajena al resto de la humanidad. Si hay algún paisaje en plan montaña para visitar, me apunto, aunque tenga que levantarme a las seis y cargar con lo incargable. ¡Me gusta viajar!
La siete ni de coña, la cuatro la podemos negociar según el concepto de madrugar... al resto me apunto como compñaero ideal.
Añado que me encanta perderme e ir a visitar pueblos minúsculos. También pillar charradetas con la gente del lugar...mi mujer se enciende.
ECDLC si hay pueblos pequeños no hay tiendas interesantes... Negocio el madrugón si quieres... A dónde vamos?
Publicar un comentario