¡¡¡ME LO PIDO, ME LO PIDO, ME LO PIDO!!!

Siempre que he visto a las familias reales en acción, es decir, presidiendo desfiles, inaugurando hospitales, visitando ancianos …, me ha dado una pereza horrorosa sólo pensar en pertenecer a una de ellas y me ha espantado la posibilidad de ser un miembro de ellos.

Sólo hay una Familia Real, la que, seguramente, hoy por hoy, es la menos Real de todas, a la que no me hubiera importado pertenecer y es a la de Mónaco.

Mónaco me parece un sitio chulo y divertido de vivir. Tantos casinos, tantas fiestazas, con sus barquitos amarrados en un puerto estupendo, seguramente tendrá playitas escondidas, tan poquita gente, todos con pasta, sin pobreza, nadie pide por las calles, todos son felices, no parece que tienen hipoteca… Mónaco es un sitio molón, molón, molón.

Iba a decir que Mónaco, hace poco, se vistió de largo para la boda de Alberto, pero en realidad esta peña se viste de largo todos los fines de semana, porque vive en una pura fiesta, baile, diversión, relax, lujo, glamour…

Y hay una cosa que no entiendo, y que creo que nadie me va a saber explicar:

¿Qué había que hacer en esta vida para ser un Grimaldi? ¿Dónde había que meter el boleto para ser premiado con la posibilidad de tocarse las bolas el resto de tu vida? ¿En qué bombo tocaba pertenecer a esa familia? ¿Porqué no nos dieron a todos las mismas oportunidades?

No lo entiendo.

Porque siempre que veo a los hijos de Carolina ¡¡¡se lo están pasando de coña!!!! Si no están esquiando en las mejores y más exclusivas pistas suizas con los últimos esquies, las botas más chulas, la ataduras más molonas, la ropa últimísisisimo modelo, tomando champagne rodeados de amigos cuando hacen el paroncillo de media mañana, en el que el resto de los mortales nos tomamos un bocata de chorizo…, están en las playas más paradisiacas del planeta, solos, nunca tienen nadie alrededor, con las toallas más esponjosas que se han visto, los bikinis espectaculares, las chanclas hechas sólo y exclusivamente para sus pies y en las hamacas colgadas de las palmeras más grandes de la playa.

Si no están subidos al barco pistonudo de Cerdeña, con las gafas de sol Rayban de todos los colores, saliendo en zodiak a hacer snorkling, tirándose al mar como sirenas y tritones desde trampolines maravillosos … están en un campeonato de hípica, en el palco especial, comiendo caviar a cucharadas, volviendo a darle al champagne, saludando a toda la jet del mundo mundial y, por supuesto patrocinados los jockeys por Gucci, la montura por Yves Saint Laurent, y, hasta los braquets de Channel.

Cuando no están en el Baile de la Rosa, celebran la fiesta de Santa Debota, dan un cenón por la Cruz Roja, están en las Pasarelas de todos los diseñadores de París, visitan en los boxes del Grand Premio de Formula 1 o celebran su santo en el Casino de Montecarlo…

La cosa es V.I.V.I.R… Pero esto no es vida, esto es la repanocha!!!

Hace unos meses, casaron, entre todos, al Príncipe Alberto. Bueno, en realidad no sé si le casaron a él, a ella o a los dos, porque vayas caritas de alegria… ejem! De él ni me pronuncio. Me repugna y punto. Hace años hubiera podido considerarlo algo guapito (muy poco), pero hoy por hoy, puaj!, puaj!, y repuaj! Ni en pintura!

La nueva Alteza Serenísima Charlene es guapa, pero a mi me parece tan serenísima, tan serenísima que me aburre que me mata. No ha encontrado todavía su estilo y es tan perfecta, tan pefecta, tan perfecta… que me causa un sopor espantoso!!! El día de su boda le faltó frescura y lo más importante que debe irradiar una novia el día de su boda: FELICIDAD. (Ella sabrá porqué…) Y aunque me gustan los hombros rectos, esta tía parece un paisano!!! Esta requetecuadrada, es verdad que las espaldas de los nadadores molan, molan “cantidubi”, pero en una nadadora, es un pelín exagerado…

La Princesa Carolina es bárbara. Viste casi siempre de Channel e impecable y los pamelones le quedan de muerte. Tiene clase heredada de su madre y eso se nota. Es una pena que se quedase viuda del amor de su vida, y haya estado la pobre pegando bandazos por el mundo sentimental tanto tiempo, para al final darse cuenta que muuuucho mejor solita que mal acompañadita… Eso es duro de asimilar, pero es totalmente cierto. Hannover era la pera… A mi me hacía mucha gracia, pero claro! visto desde fuera, desde lejos y sin plantearme con él nada más que un simple: “ qué habrá hecho este pavo esta vez!”  … Últimamente Carolina “patina” un poquito en los zapatos, pero vamos, es por ponerle una pega desde la envidia más cochina que me da!

Y paso a analizar detenidamente a los tres “dioses” de mi vida:

1.- Carlota es sencillamente espectacular. Con esos morros hinchados, ese color de ojos y ese fachón, esta niña, se ponga lo que se ponga, está espectacular. Tiene clase heredada de su madre y de su abuela… Tiene doblete en clase!!! Y lo único que hace abierta y activamente es montar a caballo, a todo lo demás va de invitada de piedra, pero no participa. Me encanta porque cuando va a los sitios casi siempre lo hace acompañada de una amiga, que se ponga lo que se ponga, pasa totalmente desapercibida. No creo que haya una sola lectora de revistas del corazón que cuando sale Carlota en la foto sea capaz de mirar nada más que a Carlota. No me lo creo!

2.- Los hijos Andrea y Pierre son chicos y son muy guapos (el padre era un auténtico cañón)… A mi me va más el pequeño que el mayor… pero el mayor también tiene su aquel, aunque ahora rapado… Regu, regu… El pequeño es más intelectual, parece que sabe hasta leer, y me puedo llegar a creer que lo hace con asiduidad… El mayor, vamos!, yo creo que lo único que ha leido en su vida es la etiqueta de la botella de ron para saber cuantos grados tiene la consumición.

De los tres, en mi modesta opinión, el mayor es el que claramente mejor se lo pasa, está en todos los guateques, fiestas del verano, discotecas y demás eventos sociales.

La única pega que le pongo es que le falta un poquito de sentido del humor, y sobretodo, todavía no ha aceptado que es un personaje público, y que es noticia vaya a donde vaya, ante lo cual es inexplicable que a sus veintitantos años, se siga enfadando cuando ve un periodista apostado a la puerta de una discoteca. Eso si, siempre lleva una copa en la mano.

Y yo me pregunto, estos niños … ¿Han estudiado? ¿Trabajan? ¿Tienen residencia habitual? ¿Qué hacen un lunes por la mañana? ¿Qué preocupaciones tienen?  Estos niños ¿qué hacen en la vida aparte de pasárselo que te cagas, pasear al perro constantemente, ir de compras compulsivamente, y estrenar todo lo comprado inmediatamente por si acaso hay muerte súbita?

Los novios de los hijos de Carolina, forman parte del paisaje y están donde tienen que estar… Es decir, en todas las fiestas pegaditos a su correspondiente Casiraghi. No son guapos, no son feos, son un “pasaqueyatevi” y no meten ruido. Si me los pones solos en una foto, no sé si es uno de ellos, la del anuncio de Fairy o un jugador de waterpolo… Pero todo apunta a que tienen muuuuuuuuuuucha pasta para aguantar la vida de sus novios principescos…

De la ultima hija de Carolina no hablo, porque es menor de edad…

La Princesa Estefanía, pobre!, no entiendo… Se ponga lo que se ponga, está ordinaria y vulgar… y últimamente está hasta fea de cara, cuando siempre ha sido guapa aunque muy dejada. Es la tía que más fea se pone cuando llora… de verdad me llama la atención lo feísima que se pone cada vez que echa una lagrimita… y mira que ha llorado la pobre en esta vida… De sus niños no hablo. Son menores.

Y no puedo terminar sin decir que los mejores se marcharon, y aquí dejaron un legado que madre mía de mi vida… Y cuando hablo de los mejores me refiero a Grace Kelly, a Rainiero y a su hermana Antoinette.

En fin… la verdad es que no me hubiera importado nada ser un Grimaldi. Es más para mi próxima vida … Me lo pido, me lo pido, me lo pido!!!!