Creo que esto que voy a contar hoy, no lo he dicho en voz alta en toda mi vida. No sé porqué… Quizá no lo he considerado importante, quizá no aporta nada, pero ahora me ha hecho reflexionar mucho… Antes no entendía bien el sentido de lo que voy a relatar, pero ahora, que ya estoy crecidita y he vivido, oído y visto casi de todo, ha empezado a tener sentido.
Cuando era pequeña, muy pequeña, teníamos un chalet chupi a las afueras de Madrid, y allí íbamos a pasar los fines de semana y mucho tiempo del verano. El chalet tenía un jardín estupendo y muchísisimas plantas. Por las tardes salíamos de caza mis hermanos y yo, a buscar “animalitos” por el jardín.
Siempre hubo un animal que me dió un respeto tremendo, y que me intrigó. Ese animal era la MANTIS RELIGIOSA.
La MANTIS RELIGIOSA es un animal que da repelús e intríngulis. Para empezar porque dentro de los insectos, es de los grandecitos, vamos, es enorme… pero es que además, se camufla fenomenal, porque es de un verde intensísimo (cuando está encima de una hoja es dificilísimo de ver), o es marroncito claro (prácticamente imposible de apreciar cuando se encuentra en un campo seco). Disimula estupendamente su “grata” presencia, de manera que forma parte del paisaje, sin que los de alrededor se den cuenta de que está. Pero si te fijas y consigues verla, lo que más llama la atención es su elegancia, su porte (me recuerda a una princesa que ha llegado hace relativamente poco a su puesto) … Tiesa, digna, estirada… ya no pasa desapercibida, llama la atención, parece que tiene un traje con cola, como el de una novia y sus antenas parecen la corona, … La MANTIS RELIGIOSA es regia.
Pero además, biológicamente es un animal muy peculiar. Su nombre científico es MANTIS RELIGIOSA, pero el de guerra, por el que se la conoce, es INSECTO DE SANTA TERESA (se le llama así porque, cuando va a zamparse una presa, se pone en una posturita que parece que está rezando). Es de los pocos casos en que a un animal se le conoce popularmente más por su nombre científico, que por el nombre de guerra. Tiene dos ojos compuestos y tres ojos sencillos. Sólo tiene un oído, y lo tiene en el torax. Tiene seis patas muy largas, larguísimas, dos delanteras con las que sujeta fuertemente a sus presas, dos a medio cuerpo y dos traseras… No vuela y es totalmente inofensivo, aunque para los humanos siempre ha sido considerado como peligroso o venenoso, y eso es por el tamaño, el porte, la elegancia y la chulería que parece que tiene.
Lo más significativo de las MANTIS RELIGIOSAS es que siempre van solas, nunca van acompañadas por otra de su especie, y, solo se “juntan” en el momento del apareamiento, en el que la hembra (de 12 centímetros aproximadamente) se come al macho (de 8 centímetros aproximadamente)… Y si no se lo come entero, se come solamente la cabeza. (Apareamiento que he de decir, dura dos horas… Ole por ese macho! Eso si que es morirse de gusto!!!). Es verdad que antes del apareamiento los machos se pelean entre ellos para ver quien es el pobre desgraciado que va a tirarse a la hembra, (actitud por otra parte que es muy de los machos), para después morir descabezado (muy de los machos también)… ¡¡¡Qué absurdo!!!
Este comportamiento siempre me ha alucinado y me ha parecido inexplicable, hasta ahora… hasta que he salido a la vida real y me he encontrado las respuestas, en todo lo que me rodea…
1.- ¿Por qué van solas las MANTIS RELIGIOSAS? Básicamente porque no necesitan nada, ni a nadie. Ellas se limitan a ir por la vida a sus anchas, sin necesidad de los demás, sin querer ayudar a nadie y sin pensar en el prójimo. Son guapísimas, elegantes y se sienten las mejores, y por eso, es imposible que tengan amigas, porque las demás, que también se sienten las mejores, no quieren acercarse a ninguna que pueda hacerles sombra. Por otra parte engañan, porque con su color se mimetizan con el entorno y no eres consciente de su presencia hasta que las tienes tan cerca, tan cerca, tan cerca, que ya no te da tiempo a reaccionar y has caído completamente en sus garfios.
2.- ¿Por qué la hembra se come la cabeza del macho durante el apareamiento? La ciencia dice que es porque así tiene más posibilidades de quedarse embarazada, porque el macho en la cabeza tiene una “hormona” o ·glándula” que facilita el embarazo o que da la posibilidad de traer más bebitos de una sola vez … pero a mi, además, se me ocurren varias razones:
a.- Porque la hembra es una celosa: Lleva toda la vida en soledad, y una vez que encuentra a ese pedazo de macho que está dos horas con ella “dalequetepego”, no quiere dejarlo escapar, no quiere que otra hembra lo pruebe y como no hay macho en el mundo que se ate a nada ni a nadie, decide comerle el seso. Dícese del perro del hortelano, ese que ni come ni deja comer… Bueno, ésta come y no deja comer a nadie más.
b.- Porque la hembra es una interesada: Hay hembras que lo único que quieren en esta vida es ser madre, y que el paso intermedio le parece un suplicio, por eso, aguantar a un hombre que está dos horas cada vez que quieres un bebito se le hace tan cuesta arriba, que acaba por zampárselo y así terminamos antes.
c.- Porque el macho es un grosero: Hay machos que no saben disimular y que al acercarse se ven tan claramente sus aviesas intenciones, que para una hembra, que generalmente es cariñosa y mimosa, es hasta insultante que llegue el macho y sólo y nada más se le acerque para “pimpamtomalacasitos”… Con lo cual, ella que es zalamera, empieza con el temita, pero al final se lo merienda por maleducado y poco disimulado.
d.- Porque el macho es un desastre: Ya que, que esté dos horas intentándolo, no significa que sean dos horas estupendas y grandiosas, y como a la hembra en un momento dado, le puede dar una vergüenza horrible que el macho desastroso cuente por todo el parterre que ya ha probado sus encantos, prefiere matarle y no dejar pistas del error cometido… Renegar totalmente…
3.- ¿Por qué el macho, sabiendo que se lo van a comer, se aparea con la hembra? Esto si que es más inexplicable todavía…
a.- Porque el macho está super-necesitado y salidorro: Hay machos por el mundo que prefieren morirse de gusto que comido por un camaleón dentro de dos días y sin haberlo catado. En general, el macho que actúa así, es porque está acuciante de los mimitos y caricias de una hembra, y aún sabiendo que en el acto de apareamiento va a morir, prefiere disfrutar dos horas y morir de gusto, que quedarse sin practicar el tema y morir de necesidad.
b.- Porque el macho está aburrido y solo: La vida en solitario es difícil y sobretodo para los machos, que les encanta ir en comandita a todas partes. Por eso, un macho aburrido cae en las garras de cualquier hembra hambrienta por menos de nada. Los machos llevan francamente mal la soledad y, aunque en ocasiones estén aparentemente acompañados por un montón de miembros de la misma u otras especies, no les llena, porque se aburren de su habitat natural y de todo lo que les rodea y ese aburrimiento y soledad les lleva a “perder la cabeza” por una princesita.
c.- Porque el macho es orgulloso y engreído: Los machos son más machos por lo que cuentan y dicen conquistar, que por lo que hacen y conquistan en realidad. Aunque a la hora de la verdad, en el momento crucial con la hembra, el macho tiene que estar solo, no vaya a ser que no pueda cumplir y se den cuenta todos los demás de que es un patán. Por eso, primero se pelea con los otros para conquistar a la hembra y después, cuando ha sido vencedor de la batalla, se esconden solitos en una esquinita, para que nadie se de cuenta de lo que allí está ocurriendo. Lo que no sabe el macho, es que no va a poder fardar con sus amigotes de lo que le ha deparado el día… porque, ya no habrá otro día.
d.- Porque el macho está despistado: No hay nada peor en esta vida que un macho que ha perdido el camino, que no sabe donde está, que no encuentra su sitio, porque entonces se agarra a un clavo ardiendo, con tal de encontrar un poquito su rumbo y casi siempre da con la hembra equivocada, que le hace ver que ha encontrado el ansiado rumbo, sin saber que le lleva a la destrucción total, pero claro, eso o no lo sabe, o no lo quiere saber…
e.- Porque el macho está enamorado y es un valiente: Y no le importa renunciar a todo, incluso a su propia vida por estar una vez, solo una, con su princesa. Prefiere morir en el intento, que continuar teniendo una existencia absurda y vacía, y el mejor pecio para él es tenerla y saber que lo último que verán sus ojos, son los ojos de su niña.
Y está claro que los machos ya deberían conocer que están amenazados por esas hembras devoradoras, porque durante su existencia han peleado con otros para aparearse con ellas, y han comprobado que los vencedores de las peleas, se marcharon a por sus damas y nunca más volvieron a ser vistos (en ocasiones vuelven a ser vistos despedazados o bastante renqueantes), y ellas han portado bebitos desde el día en que se aparearon con su “amigo”, pero los han criado en soledad.
CONCLUSION: Ahora que he comprendido el comportamiento de la MANTIS RELIGIOSA me da todavía más miedo que cuando era pequeña…
Cuidado chicas! Porque en cada terraza, en cada piscina, en cada jardín puede haber una MANTIS RELIGIOSA hembra que quiera aparearse y comerse el cerebro de un macho.
7 comentarios:
Hermana. No sabia que las escapadas al jardín daban para tanto
Besos.mkto
Daban para mucho, para muchisisisisimo más... Un besito mi niño
A mi más que a una princesita se me parece a los retratos de la muerte.
Cuidadito!!! que hay mucha Mantis suelta.....
Confirma mi teoría de la evolución en todas las especies...la hembra está desarrollada intelectualmente infinitamente más que el macho.
El macho es básicamente primario, instintivo, torpe, previsible y básico.
la hembra es calculadora, sibilina, no le busca tres pies al gato (le busca quince), dubitativa, planificadora y prudente.
Todos los calificativos en ambos sexos pueden ser positivos no? que cada uno elija...
Yo la verdad creo que es lo mejor que puede hacer una " HEMBRA" después de copular (2 horas o 20) con un macho....sea de la especie que sea.
Bss Pdp
Que enrevesada la chica. Hay quienes con un cigarrillo se quedan de maravilla, no se que necesidad tiene la niña de merendarse al pavo, son ganas de complicarse la vida. Con darse la vuelta e irse, y si te he visto no me acuerdo, basta. O quizás no es del todo práctica la chavalilla, xq. si mantiene al amigo bien arrimado y embobado le haría de canguro para salir de marcha con otros.
Cosas de la Naturaleza, que siempre se dice que es SABIA.
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