¡¡¡YA ME HA VUELTO A PASAR!!!

Bua colega… Soy un desastre… Si… Me declaro oficialmente el desastre televisivo más grande de todos los tiempos… Y lo digo sin vergüenza, ¡¡¡qué se le va a hacer!!! ¡¡¡Me han dibujado así!!!

Ya me ha vuelto a pasar!! Joeeeeeee!!! Pensé que lo había superado y que no caería de nuevo… pues si!!! Me ha vuelto a ocurrir… Qué horrorrrrrrrrrrrrrrrr…

Una vez que logré dejar de soñar con Melendi y sus giros en "La Voz"… Echándole de menos cada miércoles durante unos meses, conseguí superarlo gracias a los olímpicos piscineros de "Splash" y sobretodo, y por encima de todos, gracias a Dario Barrio, ese pedazo cocinero que en el último salto, del último día, en el último minuto, se pegó una estazada de aúpa y perdió cualquier posibilidad de ganar el concurso…

Superados los saltos de piscina apareció en mi un letargo televisivo placentero… Nada “echaban” en la tele que me interesara… Nada ni nadie haría que volviera a tener un día “maldito” en el que acostara “ráspido-ráspido” a mis niños para sentarme impacientemente delante de la “caja-tonta” con el mando en la mano, apagando el móvil y descolgando el fijo de casa… Nadie lo volvería a conseguir…

Y como Escarlata O’Hara, a Dios puse por testigo que nunca más me volvería a enganchar a un concurso… Mal hecho. No debí ponerle por testigo de nada…

Ya me ha vuelto a pasarrrrrrrrr!!! Joeeeeeeeeeeeeee!!!

Todo empezó un martes cualquiera, en el que la ESTRELLA de mi vida me dijo: “Mami, vemos Master Chef? Todas las niñas de mi clase lo ven!!!”… “Pero… ¿si es tardísimo para ti mi niña?” “Ya pero mañana no hay cole!” Debía ser un martes de esos de mayo, en los que el miércoles no ha habido curro y nos lo han regalado de asueto, o por San Isidro en Madrid, o por el día 1… No sé… La cosa fue que ahí empezó mi debacle…

Pusimos la tele, yo abrí folio en blanco y me dispuse a escribir una parrafada de las mías…

De reojillo, como el que no quiere la cosa, miré el concurso… Había como 10 o 12 pobrecillos con cara de susto, expectantes ante lo que encima de una mesa aparecía tapado con un trapo… Aparentemente tenían que cocinar lo que había debajo…

Ya no recuerdo si al destapar sacaron un tiburón-martillo, una gacela de Thompson, un tiranosaurius rex o un unicornio azul… pero la cara de susto de aquellos me hizo soltar una carcajada bestial. También es verdad que si yo me pongo en su lugar, vomito de los nervios colega!!!

Y entonces ví a los tres “chef”… Jueces… Samantha ya me era medio conocida de la noche madrileña, porque antes de ser “Chef oficial” ha sido jovencita de las que ha pisado fuerte y habitualmente por mis mismas discotecas …

El de “El Bohio” ni idea… Pero mi hermano mayor-mayor que está muy puesto si me había dicho que tiene una Estrella Michelín y además parecía majo…

Y Jordi Cruz … era un perfecto desconocido.

Yo seguía de reojillo observando como se iban sucediendo los acontecimientos culinarios… A mi me gusta la cocina, y me gusta ver como la gente cocina, aunque en Master Chef, al ser tanto aspirante cocinando a la vez, no te da tiempo a pillar la receta, aunque sí, si te fijas un poquito, puedes anotar la “eclosión” y “fusión” de sabores y mezclas que hacen los concursantes (he de decir que algunas dan repelus sólo de oirlas)…

Al ver a Jordi pensé: “Y este? Con lo jovencillo que parece, qué hace aquí de Chef? No entiendo… Tiene pinta de no haber cortado una berenjena en juliana en su vida” … De pronto oigo algo placentero para mi coclea… “¿Es éllllllll?” La voz de Jordi me impactó… “Y este? Si le contrato me despertará por las mañanas con ese vozarrón? Igual acepta… Sería solo una llamada absurda al móvil todos los días a las 6.47 para decirme “Mara, bonita, levántate ya! Es tu hora de ir a trabajar mi niña” Y yo haría un mortal hacia delante con doble tirabuzón carpado y me levantaría tan contenta!!!”

(Inciso: yo no me levanto a las 6.45 por llevar la contraria y porque no me da la gana… No me gusta que todo sea “ a en punto”, “a y cuarto”, “a y media”, “a menos cuarto”… También existen “y 47” … “y 52” … “y 18” y no los utilizamos!!! Yo me levanto a las 6.47 porque sí… Porque yo lo valgo colega!!!)

Sigo mirando a Jordi… “Tiene cara de tío divertido, pero cuando critica, se le pone una jeta de odio africano que da miedo… Además es macarrilla no? Con ese pelito largo… y esas zapatillas de deporte… Bua! No me gusta nada”… Continuo escribiendo mi post…

Vuelvo a mirar, casualmente porque he oído su voz… Esa voz… “Aspirantes … tenéis que saber, que para rellenar la pularda adecuadamente, primero hay que sacar con cuidado las entrañas” … Ojjjjj!!! Qué bonito lo que me ha dicho!!! Ha sonado totalmente a “Mara, princesa, que bien te quedan los pantalones blancos que te has puesto esta misma mañana!!!” … De pronto noto que le estoy mirando con una sonrisa… “Quita esa sonrisa idiota de tu cara de idiota!!!” Me recompongo… Sigo escribiendo…

Vuelve a hablar. Vuelvo a mirar… “Me está gustando el tío este eh??? Fijate!!! Si es que tiene los ojitos azules y todo!!! Mira qué mono!!!”

Dejo el ordenador encima de la mesa… Me estoy perdiendo al cañonazo este por escribir cualquier absurdez que puede continuarse mañana!!!

Cojo el móvil. Abro Twitter… Busco Jordi Cruz… Le veo… Joeeeee como está en la foto de Twitter colega!!! Pulso “SEGUIR”… “Ya eres mío Jordi… te sigoooooooooooo!”

Y de pronto… de pronto… de pronto dice la frase que sella mi amor hacía él para los restos de mi vida… Con esa voz de macho-camacho dice así: “A esos papardelle les pones una mantequilla aromática y dos bigotes de trufa” (y hace así con la mano “chas-chas”) “y te quedan maravillosos”…

¿¿¿Ha dicho dos bigotes de trufa????

¿¿¿¿ Dos bigotesssssss de trufaaaaaaaaaaaaaaaa???

¡¡¡¡¡¡¡Es la cosa mas sexy que he oído en una cocina en toda mi vida enteraaaaa!!!!

¡¡¡Dosssssss bigotessssssssssssss de trufaaaaaaaaaaa!!!!

El no echa un cacho-quesoooooo… Ni una miaja de albahacaaaaaaaaa… Ni un mendrugo de pannnnnnnnnnn… Ni un puñao de champiñonesssssssssss…

Él… Jordi Cruz… Mi Jordi pa los restos… a los papardelle le sirve, le añade, le incorpora

¡¡¡¡¡¡¡¡¡DOS BIGOTES DE TRUFAAAAAAAAAAA!!!!!!!

Definitivamente es el nuevo hombre de mi vida… Y lo digo totalmente en serio y sin coña alguna… Desde hace un mes y medio, los martes de mi existencia son suyos… No de Master Chef noooooooooooo!!! Son de Jordi… Mi Jordi Cruz y sus dos bigotes de trufaaaaaaaaaaaaa!!!

¡¡¡¡¡¡¡Y esta noche vuelvo a tener una cita con él!!!!!!