LIMA - PERÚ

“Te quiero. De una forma tan especial que no hace falta ni verte ni tenerte para que mi cariño crezca. Solamente basta con cerrar mis ojos… y saber que existes”...

Estoy sentada en un avión que todavía no ha despagado hacia Lima. Voy a verla a ella. He cogido la revista de entretenimiento a bordo y me he encontrado, escrita a mano en su reverso, esta frase. Me taladra. ¡¡¡Qué barbaridad!!! ¡¡¡Qué maravilla sentir algo asi!!! ¡¡¡Qué maravilla poder expresarlo así!!! ¡¡¡Que suerte ser el receptor de esos sentimientos!!!

“¿Lo habrá escrito una tía? ¿No es esta letra de tío?”

Estoy un poco asustada. Me voy a hacer un viaje de 9.502 kilómetros sola. Nunca había dado un salto así de grande y largo sola. No tiene porqué pasar nada, pero … estoy un poco asustada. De hecho estoy un poco alucinada conmigo misma.

El vuelo llega en hora. Llevo dos maletones cargados de recados para ella. Salgo por la puerta del aeropuerto internacional Jorge Chavez de Lima, y allí está mi niña!!! Levanta los brazos muy arriba… no se si en señal de victoria o de alegría o de incredulidad… Nos fundimos en un abrazo eterno…

“Ahora mismo le decía a D. por sms… Es increíble que esté en el aeropuerto esperando a que llegue Mara”

Sólo lleva un mes y medio en Lima y poco a poco se va haciendo con la ciudad, el país y su nueva vida. Los niños han arrancado con los coles y están genial, D. está trabajando y es feliz, ella ya sabe donde está la farmacia, el hospital, el supermercado… Se va adaptando al cambio bien… Me mira con nostalgia, recordando esa etapa anterior que yo represento, pero está fuerte y bien. Siempre la he admirado muchísimo… Lo de ahora ya no es admiración… No sé como llamarlo, pero supera todas mis expectativas vitales…

Ha conseguido cuadrar horarios de llevada y recogida de niños en distintos colegios, con horarios parecidos … y dentro de un mes empieza a currar!! Es una campeona!!!

He pasado con ella cuatro días. Sólo cuatro. Se me han pasado rapidisimos, pero me han cundido una barbaridad.

Nunca había estado en Perú. Perú promete mucho y hay una comunidad enorme de extranjeros hispanoparlantes trabajando allí. Y están contentos, muy contentos… Ella también, pero necesita un poquito más de tiempo para adaptarse y hacerse a todo.

Me ha sorprendido gratamente la comida. La fusión japo-peruana de sabores es una maravilla. Todo, todo, todo está buenísimo… Camotes, choritos, ceviche… Los piscos!!! Que peligro tienen los piscos!! Entran solos y se suben  y se suben y se suben hasta el infinito y más allá… Ufff… Allí dicen que si en una reunión de trabajo te tomas el tercer pisco, pierdes el curro!!! Por supuesto he probado la cerveza terrícola de la zona… Cusqueña se llama. Buenísima!!! Me ha llamado la atención que en ningún lugar de la botellita pone los grados que tiene… Y entra sola! Está riquísima!!!

Me ha flipado la conducción… Nadie se choca, pero ¡¡¡cómo conducen!!! No hay normas, no hay rotondas, no hay prioridades, no hay intermitentes, no hay luces… Tu vas para allá, y vas sin miedo, ya se pararan ellos!!! Como seas un poco paradito, no avanzas, te comen!!! D. ya le ha cogido el tranquillo a la conducción. Se ha mimetizado maravillosamente. Ella todavía se siente agredida por todas partes… Pero se mimetizará también! Es cuestión de tiempo…

Hemos ido a los “Polvos Azules” a comprar chorradas. Es un mercado dividido en pasajes con miles de tiendas… De CDs, DVDs, camisetas, sudaderas, zapatillas, ropa de todos los equipos de futbol, gafas de sol… Todo imitaciones… Me he sentido chiquitita y no he comprado nada… Bueno sí… Me he traido la peli de “Los Miserables” y unos cascos para el iPhone…

Ayer D. nos llevó a comer al Country Club… El mejor hotel de Lima con una terraza maravillosa… Al pedir la bebida, D. pidió tres piscos… “No Señor, este fin de semana estamos de Ley Seca. No podemos vender alcohol y no se puede beber alcohol”… “¿Y eso?”… “Por las elecciones. El domingo hay elecciones y no se puede beber…” “Vale. Yo soy española y no voto. Me pone un pisco?”… “No puedo señora. Es la ley”… Nos miramos los tres con incredulidad!!! Nunca lo había oído… Que el finde de las Elecciones los peruanos no puedan beber… Debe ser para emitir el voto despejaditos ¿no?

Dimos un paseo ideal por Miraflores y San Isidro. Es una zona preciosa. Allí, en una playa extraña porque es rocosa y negra, un montón de chicos hacían surf con sus tablas, y había clases de parapente. El calor de Lima es húmedo y hay mucha bruma y niebla. Está como encapotado, pero no de nubes gordas… De bruma…

He tenido la suerte de recibir con ellos la mudanza que llevaba un mes y medio navegando por el Océano Atlántico. Sacar los muebles de su casa de Madrid y colocarlos allí me ha impresionado. Me imagino que a ellos también. He tenido dos días de cajas y embalados… pero sobre todo he tenido dos días de risas, muchas risas… Se me había olvidado lo contagiosa que es la risa de B. Y lo que me gusta verla reir!!!

Hemos hablado muchísimo. Cada una de lo nuestro. Nos hemos escuchado y aconsejado como dos grandes amigas. Como dos hermanas. Hemos disfrutado mucho la una de la otra… Nos hemos reído y hemos llorado. La despedida ayer fue dura y emotiva. Dura porque queda bastante para que la vuelva a ver. Emotiva porque no nos podemos querer más y las dos lo sabemos.

“B. ¿has visto que fácil es venir? Son sólo 12 horas y estoy aquí… ¿Te das cuenta verdad?” … “Si Mara, lo sé…Diles a todos que estoy bien…”

Ya estoy otra vez en casa y miro con nostalgia esta foto. Yo siempre soy la cariñosa, la que pasa el brazo por el cuello o la cintura del otro y apoya la cabeza en el hombro de los demás. Esta vez ha sido ella la que se ha apoyado en mi… Me encanta esta foto… Nos la hizo su niño de 5 años…

Hace casi un año nos anunciaste tu posible marcha... Ya estás allí...

Perú no es consciente del pedazo de tía que tiene allí viviendo.

Lima, por Dios, cuida mucho de mi niña!

B. TE QUIERO