Todos tenemos problemas. Pequeños, medianos, grandes… Liliputienses, chiquitines, normalitos, mediopensionistas, bestiales, brutales, descomunales…
Muchos no vemos los problemas hasta que nos comen… Muchos vemos problemas donde no los hay…
Y no me estoy refiriendo a meternos en “sembraos”… Que también! Yo soy una auténtica especialista en meterme en sembraos y querer salir cuerpo a tierra y a cuatro patas. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa, yo solita he tenido momentos de querer arrastrarme a gatas por el suelo y dejar que me pisoteen después de haber dicho o hecho algo absolutamente vergonzoso.
Pero eso son … eso! Meteduras de gamba.
Tampoco me refiero a una preocupación del tipo… ¿Qué hacemos con los niños este verano con el Campamento? ¿A qué hora voy a cambiar el aceite al coche? ¿Dónde vive la madre del niño del cumple del PLANETA? ¿Cuando voy a comprar leche y mandarinas?
Nooooooo… Eso no son problemas!!! Si los niños no van al campamento que lean en verano. Si no puedes ir a las 5 a cambiar el aceite, vas a las 6. Si no sabes donde vive el niño del cumple, llamas a otra madre. Y si no hay leche en casa… que beban agua coño!!!
Eso son chorradas, nimiedades, tonterías… en las que los humanos, por cierto, nos ahogamos con una facilidad pasmosa… Algunos hombres no… Ellos beben agua antes de comerse el tarro para ir a por leche…
Aquí quiero hablar de problemas…
De los de verdad, porque existen. De los de mentira, porque nos los imaginamos. De los horribles, porque los tenemos. De los absurdos, porque nos los inventamos. De los merecidos, porque los buscamos. De los irremediables, porque nos vienen. De los patéticos, porque nos debilitan. De los emblemáticos, porque nos hacen fuertes. De los insomnes, porque no nos dejan dormir. De los dietéticos, porque nos quitan el hambre. De los troyanos, porque nos enfurecen. De los plañideros, porque nos hacen llorar. De los velociraptores, porque no nos hemos dado cuenta y los tenemos encima. De los nebulosos, porque vienen despacio, vienen despacio, muy despacio, pero no puedes hacer nada por frenarlos. De los “tic”, porque los solucionas en un momentito. De los decimonónicos, porque se quedan durmiendo el sueño de los justos y no hay forma de salir de ellos…
Problemas… Problemas… Problemas… ¿Quién no tiene problemas? ¿Qué levante la mano el que se levante matutinamente y no tenga un problema? (Mejor que no la levante, puede encontrarse con un problema… Es como cuando dices: “Hace mucho que no voy con la ESTRELLA a Urgencias” … ¿a qué siiii? Zasssssssss!!!! Pues esa semana vas dos veces, por bocazas!!!)
¿Cuál es la formula mágica para afrontar un problema?
No hay… No existe… Sea del calibre que sea, un problema es un problema. Y además si es tuyo, es la leche! Los de al lado, ven tu problema como “el chocolate del loro” y con una solución sencillísima… No te jode!!! No es su problema!!! Es el tuyo…
Vuelvo a realizar la pregunta… ¿Cuál es la fórmula mágica para afrontar un problema?
Yo voy a decir mi fórmula… Pero no estoy “pontificando” sobre la mejor forma de afrontar los problemas eh?, yo simplemente estoy diciendo como los afronto yo…
1.- Me hago la siguiente pregunta… “¿Qué puedo hacer?” Y aquí hay que distinguir entre si el problema es mío o del prójimo… Si es del prójimo veo si puedo ayudar… Si no puedo ayudar, doy apoyo logístico, psíquico y mental… A muerte con el prójimo… Es como el chiste… “Mami, mi boli Bic no pinta!!!” “Dale aliento mi niño”… “Vale mami” Y bajando la cabeza mira la punta del boli y le dice con cariño… “Boli, boli, boli!!!” Pues eso… Si no puedo solucionar el problema del prójimo, doy aliento… Y en lugar de decir “boli, boli, boli” digo “Arriba los corazones!!!” … Esa frase no falla.
Si el problema es mío o me afecta directamente, me pregunto a mi misma “¿está en mi mano solucionarlo?” Si no está en mi mano, directamente lo aparto. Lo elimino. Lo trituro. Lo quito de mi vida. Fussss!!! Fuera!!! El problema se queda ahí… Claro que se queda!!! Pero…. Hemos quedado en que yo no puedo hacer nada no? Pues… A otra cosa mariposa. De vez en cuando me sorprendo a mi misma pensando en él, pero… Yo no puedo hacer nada no? Pues a esperar… (Vease “tema Iberia”).
2.- Ordeno prioridades. Un problema nunca viene solo… Vienen tres o cuatro detrás en completo efecto dominó!!! A perro flaco, todo son pulgas… Pues si!!! No hay dos sin tres… Pues también!!! En caso de aglomeración problemática hay que ordenar por tiempos y prioridades. Con frialdad. Lo más urgente, lo que quema, lo que se rompe, lo que se muere, lo primero… y después, lo que parece que aguanta un poquito más… Yo, en mi caso, mis prioridades suelen ser los demás. Me quedo más tranquila si soluciono el problema de un prójimo que uno mío. También es verdad que mis problemas o son de lenta y difícil solución o no los considero como tales. (El AVIADOR siempre se queja de que yo no veo problemas en casi nada… Yo siempre me quejo de que él ve más problemas de los que hay en realidad…)
3.- Lo comento. Mis amigas son auténticas profesionales en la resolución de problemas. Pido consejo a varias personas. Me río de lo que me pasa a mandíbula batiente y ….
4.- Ataco al problema. Esta es la peor fase… Para meterse en un problema y afrontarlo hay que ver como es de gordo y aquí siempre recuerdo la frase de mi amiga Helen que un día me dijo: “A veces, para ver como es de frondoso el bosque, hay que alejarse y coger perspectiva”… Pedazo de frase colega!!! Toda la razón!!! Tu entras en el bosque (tu problema) y empiezas a pelear contra zarzas, troncos, ramas, espinas, más zarzas, vuelta a saltar otro tronco… Coño! un charco!!! Me ataca un mapache, le esquivo. Viene un oso, lo mato… Me estoy agotando. Pero sigo luchando. Pasa Tarzán colgando de una liana, me tira un coco mientras grita “aaaaaahhh ahhhhh ahhhh aaaahhh!” y piensas “y ahora este imbécil por qué me ataca”… Ostras!!! Otro oso! Este te pilla a desmano y te hace un arañazo. Te levantas (porque el zarpazo del oso te ha tirado al suelo) y sigues. Otra rama asesina. Una zarza cabrona. Uy!!! Una culebra. Le corto el cuello!!!... Y entonces te suena el móil “Siiiiiiii?” “Hija, ¿es martes vas a venir a comer? ¿Prefieres paella o sopa de cocido?” “Mamáááááá!!! Joderrrrrrrrrr!!! No ves que estoy matandome contra toda la junglaaaaaaaaaa del Sherenguetiiiiiiiiiii!!” “Perdona cariño, pero estás insoportable!!! Qué carácter!!! Que barbaridad!!! Yo no entiendo como tu marido te aguanta, te lo digo de verdad!!!” “Yo tampocoooooooo!!!!” y cuelgas con el pensamiento de “luego la llamo y le pido perdón!” y sigues… Saltas otro tronco, una rama te pega en la cara y te deja K.O. Vienen unos negrazos en semipelotas y te escupen dardos envenedados… “Capullossssss!”… Un koala te apedrea desde el árbol! Ufffffff!!! Agotador… ¿Pero cuanto me queda de problema? ¿Alguien más por favor quiere pegarme un tortazooooooo? ¡¡¡Estoy aquíiiiiii!!! Desarmada y a portagayola para recibirlo todo!!! Salta otra rama, esquivo una cobra, me pega un puñetazo un orangután… Veo en un árbol relamiéndose a un guepardo. Zas!!! Zarpado de un oso!! “Ostras a este no lo he visto!!!”. Sigo saltando. Un charco. Otro más. En este había un cocodrilo!!!
¡¡¡¡¡¡Socorrooooooooooo!!!!!!!!!
¡¡¡¡¡Pazzzzzzzzz Pazzzzzzzzz Pazzzzzzzzzz!!!
¡¡¡Casaaaaaaa!!!
¡¡¡Tiempo muertooooooo!!!
¡¡¡Cruciiiiii!!!
¡¡Un kit katttttt!!!!
¡¡Lo pincho y lo cortooooooo!!!
Entonces es el momento de retirarse… Temporalmente eh? Pero de retirarse. Una retirada a tiempo es una victoria. No tengas la cobardia de ser valiente… Huye!. En la guerra cualquier agujero es trinchera. (Vale, esto no pega aquí pero me encanta esta frase!!!)
Hay que hacer un “irsen” cortito para ver y calibrar cuanto te queda por resolver de problema, cuanto has resuelto y lo gordo que es, para reirse, para comentar, para pensar, para coger fuerzas, para repostar sopa, para reponer munición… Porque quedarse por el camino intentando solucionar un problema, no compensa colega! Morirse en el bosque o perderse no lleva a nada... Y sobre todo, hay que tener en cuenta que después viene otro, y otro, y otro…
Por tanto, y en resumen, para ver LA FRONDOSIDAD DEL BOSQUE, hay que coger perspectiva desde la distancia, armarse de valor y cartuchos de escopeta y … ¡¡¡¡¡¡¡¡a por ellosssssssssssssssssss!!!!!!!!!!
¿¿¿¿Y con alegría eh???? ¡¡¡A ver si conseguimos que los demás no se den cuenta de que tenemos un problema!!!
(Sólo los muy sensatos miran la FRONDOSIDAD DEL BOSQUE antes de atacar el problema... No es mi caso! Yo soy "cero" sensata...)
10 comentarios:
A ti no te gusta hablar verdad?
Menudo problema tienen algunos...
En fin.
Tengo un problema para ti, para que te distraigas y estés calladita.
Aquí va:
Un tren sale del punto A a una velocidad de 50km/h. Al mismo tiempo otro tren sale en dirección opuesta del punto B a una velocidad de 40km/h.
La distancia entre ambos es de 280 km.
¿A qué distancia de A se entontraran?
Oye Toro??? Un poquito antipático si te estoy notando ultimamente eh? Un besito reconciliador... (Soy de letras puras, no pienso hacer tu problema y pienso seguir hablando... Sorry!)
Yo nunca, nunca me he planteado los problemas como lo acabas de hacer tú ahora. N pienso en nada de edo. Si tengo un problema, se lo cuenta a mi madre y a mis amigas, cada una me da su opinión y luego lo resuelvo. Si no se puede, que lo haga otro, yo no nací para romperme el coco. Aunque si es el de una amiga, ahí me dejo la piel,¡eso sí!
Yo quiero ser así! Hago, punto por punto, tooooooodo lo contrario a lo que tú has dicho. Véase, si no tiene solución, da igual, yo le sigo dando vueltas;¿ primero lo más urgente?, nooo, con otros más pequeñitos voy tirando; ¿objetivizar? ¿qué es eso? En serio, quiero ser como tú (mi marido es clavadito a tí, y yo me pongo negra porque "no me entiende"; si, ya lo sé, mujeres).
Me tomo nota de las recomendaciones.
Pero también he de decir que es muy difícil por no decir imposible meterte en la piel de la persona que tiene el problema o que se metan en la tuya.Muy,muy difícil.
Buen post.
Besitos reconciliadores, vengaaaaaaaaaaaaaaaa
Hola Mara,hoy me decido a escribirte un comentario, porque en esto de darle vueltas a los problemas soy un hacha, y tal vez soy un poquito exagerada pensando de más en cada problemilla que me acecha. Definitivamente pienso que cuando tienes un problema lo mejor es afrontarlo de cara, así comienzas cuanto antes a salir del entorno del problema para entrar en el de la solución, para ello hay que analizar en profundidad el problema, ver los pros y los contras, si es realmente importante y necesita una solución inmediata o no, las posibles alternativas que tenemos, si necesitamos ayuda externa o podemos solucionarlo nosotros mismos y por ultimo definir un plan de acción para resolverlo.
Bueno espero que te sirva de ayuda, es como yo lo veo.
Sonia, tú eres de las sensatas... Yo soy primaria, visceral e impulsiva. Intento objetivizar y neutralizar mis energías, pero no siempre puedo... Gracias por tu consejo. Bienvenida al blog. Espero que te hagas asidua a comentar y ... dale un beso a "esa" que tienes a tu lado porfis!!!
Parece un buen plan de ataque...
Por cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
El problema de Toro: los trenes no se encuentran porque van en dirección opuesta. Vamos que lo que les pasa es que cada vez están más lejos el uno del otro.
Patty dice que cuando tiene un problema se lo cuenta a su madre. Doy fe. Entonces el problema es mío.
Lo digo muy bajito, "creo que no tengo problemas". Sólo me falta espacio en casa para que cada uno tengo una cama donde dormir, me falta además una cama para cada uno, el sueldo que me pagan a final de mes no llego a verlo nunca, se esfuma antes de llegar... pero esto no son problemas, ¿verdad? son las cosillas que te da la vida para disfrutar con menos.
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