Nunca he sido especialista en anatomía humana. Me debí saltar varias clases de ciencias naturales (que era como se llamaba en mi época), porque algunas partes del cuerpo durante muchos años me han sido total y absolutamente desconocidas…
Ahora entiendo cuando la ESTELLA de mi vida viene y me dice que no le gusta “CONO” (conocimiento del miedo, como digo yo, aunque en realidad la asignatura se llama “Conocimiento del medio”)… El otro día le pegamos un repaso a los músculos del cuerpo, de flipar!!! Vamos!!! Que yo sabía que existía el “esternocleidomastoideo” porque jugábamos de pequeños a decir la palabra más larga que conocíamos, pero colocarlo en un cuerpo… Uff!!! Ni idea!!! Qué conste que gracias a los repasitos que tengo que dar con la ESTRELLA estoy aprendiendo un montón … (de cosas absurdas, eso si, porque si con casi 40 palos, bueno 38, que para 40 me queda un montón, no he tenido que saber donde están determinados músculos, pues no sé si de aquí en adelante me será muy util, la verdad, pero… Ya lo se ubicar en el mapa de mi cuerpo!!! Ole!!! Qué contenta y orgullosa de mi misma me voy a la cama todas las noches oye!!!)
Y esto viene a cuento porque recién nacidito mi PLANETA, con apenas dos o tres horitas, entró una enfermera en la habitación para informarnos que desde hacía unos años, la Comunidad de Madrid recomendaba a los padres de los recién nacidos que le hicieran un estudio sobre la COCLEA, para evitar posibles lesiones en un futuro. El estudio costaba 250 euros (que me pareció un pastizal) y no lo cubría ningún seguro médico. Era voluntario y preventivo.
Dio la casualidad que la visita tuvo lugar en uno de los pocos ratos que el AVIADOR y yo tuvimos solos en la habitación del hospital.
Dio, también, la casualidad que la ESTRELLA había nacido tres años antes, y nadie me habló de la necesidad del estudio exhaustivo de la COCLEA, ni de su existencia.
Y por tanto, y no tan casualmente, decidí por mi misma, que la COCLEA estaba en un sitio totalmente distinto al real… Si… Ahí… Justo donde estás pensado…
“Muy bien, gracias, pues lo pensamos” dije con una sonrisa. Se marchó la enfermera, me giré al AVIADOR y le dije “Oye! ¿Los tíos donde tenéis la COCLEA?”… El AVIADOR levantó los hombros y puso cara de “yoquesé”… Claramente, a él tampoco le gustaba de pequeño la clase de Ciencias Naturales…
“Joder!!! Pues anda que ser tío y no saber donde tienes la COCLEA!!!” Le dije con mirada inquisitiva. “Ya joe… No sé!!!” Pobre. Me miraba como asustado. “Eso es vuestro macho! Con la ESTRELLA no me lo preguntaron. Por ahí (dije señalando para abajo) tenéis que tener la COCLEA… ¿No te suena de nada?”… Silencio absoluto… “No, de nada”
Pasado un rato, decidí buscarle la COCLEA a mi bebé…
Abrí el pañal, y encontré pues lo que hay dentro de un pañal de un bebé… A parte del emplaste ese que llaman “Meconio” que es un alquitranazo horrible, entre verde y negruzco, que te hace dudar de si tu hijo se está pudriendo por dentro y que como te toque un poquito el camisón, tienes trapos para los restos, porque no hay quien lo recupere… Me encontré con un “piticlín” y dos “porroncillos”… Nada más… No sé si esperaba que saliera un alien a saludarme en plan “Hola! Soy la COCLEA de tu bebé, sería aconsejable que me mirases y estudiases, porque en un futuro quizá no funcione bien!!!”
Allí, dentro del pañal, había lo que había… Vamos, había lo que había que haber… Ni más, ni menos…
Tras una inspección visual, cerré el pañal, al pensamiento de “ni idea colega!”…
Le mandé un sms a mi hermano mayor-menor que es médico. Me negaba a reconocer por escrito mi absoluta ignorancia coclear… “Brother, pregunta una enfermera que si le hago un estudio de la COCLEA al niño. ¿Qué opinas?”
Al rato me contestó… “Si quieres mirasela, pero yo creo que es un saca pasta, con el tiempo te darás cuenta de si va bien o no…” ¡¡¡Coño!!! ¡¡¡No me había dado ni una mínima pista de donde estaba la COCLEA!!! Empecé a notar calores… La pava va a volver y no sé que hacer… ¿La peña qué hace? Se gasta un pastizal en mirarle la COCLEA a un bebé… Es que jamás en la vida nadie me había hablado del tema!!!
Entró mi madre… “¡Qué bien!!! A ver si ella lo sabe!!!”… Seguida de dos amigas!!! “¡¡Qué vergüenza!!! Ya no lo pregunto!!!”
Toda la visita estuve tensa pensando en que entraría la enfermera a preguntarme sobre esa “tan” tremendísima decisión que yo tenía que tomar para la posteridad coclear de mi PLANETA… ¡¡¡Qué agobio macho!!!
“Oye! ¿Qué hacemos con lo de la COCLEA?”… Pregunté cuando nos volvimos a quedar solos… Silencio… “Lo que veas!” “De verdad, no puedes enterarte de donde coño tiene el niño la COCLEA!!! Es que no me lo puedo creer!!!”… “No sé, ahora cuando venga mi padre se lo pregunto”… “Noooooo hombreeeeeee!!!! A tu padre noooooo!!! Qué vergüenza!!!” … “¿Y qué hacemos?”… “Paso, yo no se la miro!!! No será tan importante cuando el estudio es de hace poco… A ti te han mirado la COCLEA alguna vez?” “Qué yo sepa no!” “Pues ya está, si tú la tienes bien, el niño seguro que también!!!”
Cuando entró la enfermera a preguntar, con una sonrisa maravillosa dije que “NO!” “Gracias!”… No estábamos interesados en que nadie le repasara la COCLEA a mi niño…
Cuando llegaron los padres del AVIADOR, así, sin venir a cuento, dejé caer que me había negado a mirarle la COCLEA al niño… Y mi suegro dijo “hombre, pues sería interesante saber si el niño tiene algún problema o no en el oído”…
¿¡¡¡¡EL OIDOOOOOOOO!!!?
¡¡¡¡LA COCLEA ESTABA EN EL OÍDO!!!
El AVIADOR me miró con ganas de asesinarme!!! Y lo entendí perfectamente!!!
Y vosotrossssssss ¡¡¡¡¡Mal pensadossssssss!!!
¡¡¡¡¡¡¡Qué sois todos unos ignorantes y una panda de mal pensados!!! A ver donde os creeís que tiene mi PLANETA la COCLEA… Pues en la oreja!!! Dentro del oído!!!
¿Dónde iba a estar si no?
Y aunque no le hice la prueba, el niño COCLEA bestial!!!
6 comentarios:
Yo tampoco tenía ni idea.
Voy a revisarme la mía por si acaso, aunque claro ya es un poco tardee...
Besos.
Al igual que la persona del comentario anterior,yo tampoco tenía ni idea de la existencia de este músculo que hemos debido desarrollar hace poco tiempo.
En mi libro de Naturales no venía.
Buen post.
Ahora ya te lo cubre el seguro. Pero siempre he pensado que era un saca pasta. Efectivamente ya se verá con el tiempo, además en temas de oido hasta los 6 meses es difícil el diagnóstico.
Mira que tener nombres tan raros!!!!!!!!!!, y la enfermera en cuestión tampoco tiene ganas de contarte realemente que es para dejarte así como a ti: asustadita.
Para el que no ha buscado en Google, la coclea es el caracol (así lo hemos llamado siempre.
Pero para mi asombro mi hijo de 14 años sabe perfectamente qué es y donde está.
Estos chicos modernos!!!!!!
Yo sí la estudié. En el oído, con otros huesecillos de nombre raro. La verdad es que a veces os viene bien repasar con vuestros hijos jajaja, yo es que lo tengo muy fresquito en la cabeza.
Besos, y a estudiar ciencias(en la ESO se llama así).
Jajajaja, Mara, pregunta mi marido que qué pasa, que me descojono sola!!! Yo ahora si lo sé, pero cuando nacieron mis hijos, lo dudo.
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