Por la mañana:
En verano, dentro del vagón del metro, la peña huele tan mal, que, de verdad, puedo incluso oírlo… Tengo que retirar la cara, cerrar los ojos y dejo de oir la música de mis cascos ante semejantes pestes… Y lo que suena después de un olor así como… ¡¡¡repugnante!!!
Porque los olores fuertes, se oyen… Taladran tus oídos y los anulan…
¡¡¡Qué olor!!!
Y además, el aire acondicionado del metro no funciona bien, por lo cual, el calor hace que se sude más, y la gente suda sobre el sudor de ayer y antesdeayer… Y se enciende una luz en mi cabeza, que me hace pestañear, apartar la cara hacía otro lado, cerrar los ojos con fuerza y concentrarme en no oler y en volver a escuchar a Pablo Alborán… Pero no puedo, no oigo nada, sólo huelo…
Cada vez que se abren las puertas, entra una bocanada de aire caliente, pero por lo menos algo ventila… Se vuelven a cerrar a los 30 segundos.
¡¡¡Qué bestias!!!
¿¿¿Qué desayunan??? ¿Qué hay que comer para sudar ese olor? ¿O no tiene nada que ver con la comida? ¿Sólo es un tema de higiene y hormonas? ¿De verdad la gente no se ducha?
¡¡¡Qué cerda es la peña!!!
Por la tarde:
Se han ido… Un verano más se han marchado y me han dejado sola…
Es curioso pero me he dado cuenta de que el silencio también se oye.
Cuando no se escuchan sus risas, sus peleas, sus pisadas rápidas por el pasillo, los sonidos de su existencia y su presencia, la compañía de unas personas calladas viendo la tele o leyendo, la música de sus series de la tele, se produce un silencio que también se oye y suena.
Suena a silencio, suena a vacío, suena a soledad… Pero suena… Y ese silencio suena fuerte, dentro de la cabeza retumba. Cuando no se oye nada en el exterior, dentro de la cabeza suena a muchas cosas…
Y me doy cuenta de lo que llenan las estancias de mi casa y de mi vida.
Sin ellos estoy contenta, porque puedo dedicarme a mi misma, a mis amigas, a mis recados, e incluso al VIVERO sin el cargo de conciencia de que les estoy quitando tiempo, de que no les hago el suficiente caso, de que llevan todo el día sin verme y sólo llego a la cena y a acostarles… Y además están en la playa pasándose genial con mil planes y amigos…
Sin ellos estoy vacía, porque me encanta ver como se acercan corriendo a la puerta a darme un beso cuando vengo del trabajo, y se pelean, quitándose la palabra de la boca el uno al otro, para contarme algo que les ha pasado o que necesitan resolver, para chivarse de que uno ha llamado “ajfklgwnal” al otro, porque el otro le ha pegado una patada al uno…
Su silencio suena como un redoble de tambor, chilla como un bebé, retumba como las pisadas de un elefante…
No digo que me guste… No digo que no me guste… Sólo digo que es extraño oír su silencio y me asusta…
Por la noche:
Sala Galileo.
21.30.
Conciertazo.
Hace diez días que he sacado las entradas. Voy con F50, Jewel y Flower… ADV también se ha apuntado porque le han regalado una entrada… Es la sexta vez que les voy a ver en directo…
Me gusta como suenan.
Suenan como siempre, suenan a conocido, no han cambiado nada. No han dejado de ser ellos para no aburrir. No han dejado de ser ellos para que no parezca que se han “acoplado” o para que no parezca que se han encasillado en un tipo de música determinada, porque están encantados con su “encasillamiento”… y nosotros más!!!
Estoy todo el concierto gritando “¡¡¡tócame el vidriooooooo!!!”… De las cinco ocasiones anteriores, en dos me lo han tocado, en tres no… ¿Qué tocará esta vez? ¿Tocará qué me lo toquen o que no me lo toquen?
Suenan acordes, empieza la música… Suena como siempre y eso hace que todo parezca familiar y me encuentro muy a gusto.
Se pone delante de mí una pareja joven. Ella no llega a la treintena y él, la ha superado por poco. Ella es monísima, y él tiene carita de empollón, pero no es ni siquiera mono… Ella se pone delante, él detrás… Él no sabe que tiene que hacer. La coge, la suelta. Le toca un poco el brazo, lo deja de tocar… No sabe si bailar, o llorar…
Me suena… Esa situación también me suena… muy lejana… son sonidos lejanos que están incrustados en mi mente, en mi pasado, mientras ellos siguen sonando, maravillosamente, en mis oídos, en mi presente…
El concierto llega a su fin. Última canción… La bailamos, la cantamos, la sudamos… ¡¡¡Qué calor!!!
P.D 1: Mañana me bajo en mi coche a trabajar no puedo con los “sonidos olorosos” del metro en verano.
P.D.2: Sin darme cuenta he puesto “Bob Esponja”, porque así no suena tanto su silencio, y oigo cosas familiares que me recuerdan a ellos.
P.D 3: No me tocaron el vidrio… Una vez más, me fui sin mi vidrio tocado y sin su sonido.
P.D 4: Al final ella se giró y le plantó un beso corto, pero impetuoso y firme. Él, como Pretty Woman en la ópera, se hizo pis encima de gusto ... ¡seguro! Su cara lo decía todo… Esa cara de tontuno me suena mucho…
7 comentarios:
Mara, qué me vas a contar del silencio cuando te quedas sola. Yo llevo desde el 30 de Junio sola, con mi silencio... NiñoNinja está en PuebloNinja y Sensei currando hasta las miles.
No me gusta, le hecho tanto de menos que incluso ayer me tragué un episodio de Phineas & Ferd, como lo oyes....
POR LA MAÑANA:En el tren también huele fatal cuando vengo al vivero.Cuando regreso a casa huele peor.
POR LA TARDE:Afortunadamente,ahora no hay nadie de mi familia de vacaciones, y los turnos de trabajo de mi mujer están de mi parte.Pero también se lo que es estar solo y es muy duro.
POR LA NOCHE:Una vueltecita con los amigos cerca de casa,unas cervecitas,y poco más.
Si yo hubiese estado en ese concierto,mi grito sería ¡¡¡Tócame los ojos!!!(Ya creo que te dije cual era una de mis canciones preferidas de estos fenómenos).
P.D 1: El lunes cogeré aire antes de entrar en el vagón para librarme de ese olor durante unos segundos.Pero vendré en tren.
P.D 2:Ahora no es el caso,pero en su ausencia siempre encuentro algo que me los recuerda.
P.D 3:El próximo día intentaré otra vez tomarme alguna cerveza menos.¡Hip!
P.D X:Con todos los sitios que hay para poner las manos,me sorprende que alguna persona no sepa donde ponerlas.Si no sabe que pida ayuda.
Buen post otra vez.
Que cerda es la peña verdad...
Intento no coger el metro pero si no tengo más remedio y se sienta alguien a mi lado que huele mal me levanto y me largo, bien, hasta ahí no hay problema, el problema radica en que me levanto diciendo en voz alta: "PERO QUE ASCOOOO", y claro... cualquier día me van a dar, aunque hasta el momento no se han atrevido.
Besos.
En Vigo no hay metro, que gustooooo!!!
solo huele a mar... que gozadaaaa!!!
Durante cinco minutos no he oido nada ni a nadie en la oficina,que guay!! estuve totalmente sumergida una vez mas en este maravilloso post.
Me ha encantado, como siempre.
si quieres te dejo a mis niños!!!
un besazo!
Un besito Mamen!!! Gracias por seguir conmigo desde la distancia. Te quiero Princesa!
Mara!
Estoy enganchada a tu blog, espero que sigas a la vuelta de vacaciones.
Esta entrada es especial para mí y no por los "olores" sino por la música, el concierto. Yo los vi una vez, todavía estaba Enrique. Son mi grupo y yo gritaba "Cambio de planes! Cambio de planes!" tampoco la tocaron. Al menos siempre nos quedará "Déjame".
Besos
Irene... Bienvenida!!!! Estas en tu casa!!! Un beso
Publicar un comentario