Siempre se ha dicho que del amor al odio hay un paso. Yo siempre he pensado que ese paso, o línea, hay que intentar no cruzarlo… El odio es un sentimiento que todavía no conozco… Creo… Por lo menos no hacia las personas en si.
Conozco comportamientos odiosos, músicas odiosas, alimentos odiosos, lugares odiosos… pero ¿personas odiosas? O por lo menos, ¿personas a las que yo odie?… Creo que todavía no… Lo pienso fríamente y no me sale nadie. Y espero, de verdad, no tener que albergar ese sentimiento en mi corazón, hacia nadie, nunca.
Cuando era pequeña, o más joven que ahora y vivía en “los mundos de Yupi”, vi una película que me dejó flipada… “La guerra de los Rose”… Me reí una barbaridad, porque ver a aquellos dos, que habían sido un matrimonio aparentemente ejemplar y feliz, tirándose los trastos y jarrones a la cabeza, me pareció absolutamente apasionante e increíble… Es lo que tiene vivir en la burbuja de una casa “normal”… Todo lo que pasa fuera te parece como de película… Es vivir entre algodones sin saber lo que se está cociendo en la casa del vecino…
Mejor… mucho mejor! Vivir en la ignorancia es maravilloso…
Al poco de casarme, me trasladé a vivir a las afueras de la capital… Y allí conocí, en la urbanización, a F50… Ella era rubia, alta, guapa, con un tipazo de morirte, madre de tres niños ideales rubios de ojos azules y con un marido estupendo con un cargo importante en una empresa importante de nuestro país.
F50 era una tía feliz y contagiaba su alegría y felicidad por donde pasaba… Cuajamos maravillosamente desde el primer momento (es imposible no congeniar con ella) y empezamos a organizar viajes familiares, cenas, excursiones… La amistad se fue haciendo cada vez más fuerte.
Al poco, F50 cambió de urbanización, su marido tenía una meteórica carrera en la empresa y se marchaban a un “casoplón de la pera” … y aunque me dio una pena horrible, estaba todavía lo suficientemente cerquita como para librarse de mi… Seguimos viéndonos prácticamente lo mismo.
A los dos años escasos de la mudanza, F50 me llamó una mañana de septiembre para tomar un café. Estaba en la puerta del VIVERO y quería decirme algo. La noté muy seria. Me extrañó bastante, la verdad …
Bueno, pues había recibido un sms de su marido, que estaba de viaje en “Dubai”, un poco extraño… Tan extraño, que estaba redactado en inglés y decía algo así como: “cuando tengas la tarjeta de embarque mandame un sms. París no ha sido una buena idea mi amor. Cuando estoy contigo, el tiempo pasa muy deprisa y quiero más y más. Te quiero”.
En inglés. A ella. Vamos, a ella no! A su móvil…
Joder que flus! Creo que por primera vez en la vida me quedé sin palabras y entoné un absurdo: “¿Y tú que hacías en París? ¿Por qué te lo escribe en inglés?” … Vamos, que no hay más ciego que el que no quiere ver…
F50 intentó perdonar, olvidar, retomar, reconducir, volver… Lo intentó de corazón, pero aquí hay dos factores importantes a tener en cuenta:
1.- Un lechón de ese calibre, para una mujer, es durísimo de superar.
2.- Es imposible enfriar el agua en plena ebullición, y el marido de F50 estaba como un volcán…
Así es que, después de ser novios desde los 18 años hasta los 26, casarse a los 26 y medio, tener tres niños ideales (un niño y dos niñas), y una vida matrimonial de 18 años aparentemente feliz, F50 y su marido se vieron abocados a la separación…
Fue una separación jodida, chunga y difícil… F50 tuvo momentos horribles… Y sufrió como no había sufrido nunca, porque ella, en realidad, no quería separarse, pero las circunstancias le indicaban que no había otra solución congruente para aquello.
F50 firmó su convenio, vendió su “cojo-casa” y empezó una nueva vida…
Su marido, hoy ex - marido, también. A los ocho meses de divorciarse, él se casó con aquella de la tarjeta de embarque, que resultó ser una rusa de 27 años, que medía 1,80 y tenía un cuerpazo y los ojos azules como el mar embravecido…
F50 no quiere ver aun tío ni en pintura, vamos… ¡¡¡ni hablar del peluquín!!!
De todo esto, ya han pasado tres años… Y F50 sigue sin tener paz… No puede. No la dejan …
Estoy bastante, por no decir, muy, al tanto de todo lo que pasa en su vida. No me he separado de ella ni un milímetro… es más, creo que cada día estoy más cerquita de ella, y me encanta, porque para mi es un ejemplo de congruencia, sentido común, alegría, comprensión… y me da paz… Pese a todo lo que ha pasado, y lleva encima, F50 me da una paz que te cagas y además no ha perdido una gota de sentido del humor, con lo cual nos reímos de nuestras respectivas sombras…
Este finde, el AVIADOR se marchaba a volar y F50 estaba solita, porque a los tres niños esta quincena les “tocaba” con el padre. (Qué feo es eso de “tocar” con madre o padre!!!)
Bueno, pues este finde cometí el “error” de invitar a F50 a casa y así ninguna de las dos estábamos solas… No hemos hecho nada, absolutamente nada más que descansar, hablar, tomar el solecito en la pisci y reírnos de todo lo que pasa a nuestro alrededor… Eso si, he podido comprobar, en mis carnes, lo que un ex – marido puede dar por saco en 48 horas.
“El niño se ha ido de casa. Le he echado. En este plan no le soporto. Que venga inmediatamente a casa, haga la maleta y se marche contigo. Esto es lo que has conseguido yendo de coleguita con ellos. Estarás orgullosa, aunque yo creo que estás enferma”… “Búscate a un tío, aunque lo tienes difícil, todavía quedan muchos tontos” … “Estás amargada porque te he dejado por una tía más guapa que tú”
Así debutamos el sábado por la mañana. De ese pelaje y peores hemos estado recibiendo mensajes todo el finde. Y digo “hemos”, porque yo los he vivido y sufrido con ella.
“Hemos” recibido más de veinte sms este fin de semana, y en todos ponía de todo, menos bonita… ¡¡¡Qué coñazo!!! Y yo pensaba… “¿Donde está la rusa? ¿Pero este señor no se ha ido con quien quería? Joder! Que nos deje en paz!!!”
Ella no suele contestar a sus sms… este finde he contestado yo a alguno, porque era insoportable seguir recibiendo esas epístolas de San Pablo a los Tesalonicenses en mitad de la comida… Y claro… Ahora entiendo por qué ella no contesta… Porque a mis contestaciones, el se “encabronaba” más, y yo más todavía y … Uff!!! Ufff!! Ufffff!!!!
Lo vivido este fin de semana me ha hecho reflexionar en cuanto al conocimiento de las personas con las que vivimos al lado, porque cuando “remas” en la misma dirección de una persona, no ves el lado malo del que te acompaña, al revés, lo justificas, le entiendes, lo comprendes, le respetas… en resumen, le quieres y le aceptas, pero… madre mía cómo se pueden llegar a poner las cosas cuando remas en dirección contraria…
Para mi, él hoy por hoy, es un perfecto desconocido.
Nos podemos convertir en auténticos desconocidos y el odio “africano” puede instalarse definitivamente en nuestros corazones… ¡¡¡Qué Dios nos pille confesados!!!
Hoy F50 sigue siendo rubia, alta, guapa, con un tipazo de morirte, madre de tres niños ideales rubios de ojos azules y con un ex - marido estupendo con un cargo importante en una empresa importante de nuestro país. F50 es una tía feliz y contagia su alegría y felicidad por donde pasa.
F50 … me ha encantado compartir contigo el finde, porque me has vuelto a dar una lección de humanidad, de alegría, de sentido del humor y de comprensión una vez más. ¡¡¡Eres muy grande tía!!! ¡¡¡Pero inmensamente grande colega!!!
Aclaración: F50 me ha dado su total consentimiento a este post… de hecho quería que pusiera nombres y apellidos. Pero no es necesario. En realidad no es importante saber quien puede llegar a hacer esto, sino que lo importante es que nos demos cuenta que “esto” no se puede llegar a hacer…
Y es verdad que de “El amor al odio hay un paso”… Y también es verdad que “la realidad supera la ficción”. Yo lo he vivido este finde…
6 comentarios:
En mi familia también se produjo una inesperada ruptura matrimonial.Y es cierto,del ¿Amor? al odio hay solo un paso.
Mara, para F50 toda la suerte del mundo mundial… Seguro que acaba encontrando a un SEÑOR (sí SEÑOR, porque a la vista de esos mensajes su ex no lo es) con el que poder continuar con su vida y no digo rehacer, porque para rehacer una cosa primero hay que romperla y ella parece estar muy ENTERA.
Un besazo para ella y otro para ti por acompañarla en esa transición, las amigas de verdad siempre están cerquita.. muy cerquita…
Algo puedo llegar a entender esta historia...
Suerte y ánimo F50. UN beso
No me atrevo a opinar porque una cosa es lo que cuentan los exconyuges y otra la realidad.
He visto muchos casos ya.
Besos.
Parece que después de todo él es el que más ha perdido: el respeto de sus hijos, el amor de una mujer estupenda, el cariño de amigos como Mara... Y para qué? Yo diría que no es muy feliz con su nueva vida...
Un beso muy fuerte
Mamen
Anda que tu preguntica maña al leer el sms se las trae...Te llaman la lince de la pandilla ¿no?
sigo por aqui aunque me prodigue poco ultimamente.Urgencias laborales no más.
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