“Anoche soñé que volvía a Manderley”…
Esa frase de Rebeca siempre me ha inquietado… Me ha dado miedo… Me ha hecho sentir escalofríos… Y la he repetido mucho, en mi cabeza y con mis palabras…
Manderley… Manderley…
¡¿Qué se sentirá al volver a un lugar que te llena de recuerdos, sensaciones y sentimientos? … Un lugar especial… Un lugar que formó parte de tu vida, de una vida repleta de vivencias, una vida que has borrado, obligada por el guión de tu vida, pero en la que eras plenamente feliz sin darte cuenta de que lo eras, para empezar otra que era la tuya, la que tú habías elegido y la que ya te tocaba vivir, porque había llegado la edad emancipatoria, sin darte cuenta de que esta nueva vida era mucho más complicada de lo que habías imaginado y llena de decisiones que no queires tomar…
Manderley… Manderley…
¿Tenéis un Manderley?
Yo si…
Yo, durante más de 20 días, he vuelto a Manderley… Lejos de mi casa, con mi ESTRELLA y mi PLANETA… pero en Manderley…
Mi Manderley también lo preside un cuadro de una mujer. Pero esa mujer no es Rebeca y su sombra no me causa estupor ni inquietud… La sombra de mi Rebeca me da paz, me da confianza, me da tranquilidad, me da comprensión, me da cariño, me da amor, un amor infinito.
Mi Manderley está presidido por un cuadro de mi madre. Y por logística familiar me he tenido que “mudar” más de 20 días a su casa… A su Manderley… A mi Manderley…
Ha sido maravilloso.
No puedo definirlo de otra manera.
Volver a Manderley me ha hecho volver a oler mi infancia. Volver a sentirme cerca de mi padre. Volver a escuchar sus zapatillas por el pasillo. Volver a ducharme creyendo que mi hermano mayor-menor me iba a meter prisa con sus nudillos en cualquier momento. Volver a creer en la adolescente que fui, y que ya, no soy. Volver a comer las patatas fritas de mi otra madre, y su tortilla de patata. Volver a apagar “la luz de papá”. Volver a escuchar “Mara, hija, ¿vienes a cenar?” Volver a desayunar zumo de naranja recién exprimido, tostadas, jamón de york, queso, café recién hecho y bizcocho. Volver a dejarle el coche a Servando y que me lo lave. Volver a no preocuparte de si se había acabado el gel o la pasta de dientes. Volver a considerarme libre, como cuando volaba en mi adolescencia por las calles de Madrid. Volver a escuchar "mi niña es la hora, te tienes que levantar o vas a llegar tarde?" Volver a no tener más preocupación que la ropa que iba a poner al día siguiente. Volver a pasar calor en la capital.
En definitiva, volver a soñar con ser una niña mimada por el cariño de una madre comprensiva y generosa… Absolutamente generosa…
Volver a Manderley ha sido maravilloso… ¿Lo he dicho ya?
He estado alejada de todo lo mío durante casi 20 días… y “Rebeca” ha conseguido que no quisiera volver a mi vida.
Me han vuelto a dar llaves de Manderley durante más de 20 días. He tenido el llavero de mi padre entre las manos… y lo he olido… pero ya no olía a él… Olía a ella… A mi “Rebeca”… A mi madre…
Y por tanto, volver a Manderley, me ha hecho que no pueda escribir en el blog, porque he estado lejos de mi sillón y mi ordenador… Pero de corazón os digo, que ha compensado absolutamente volver a Manderley y que no he echado de menos nada de lo que he dejado.
Gracias mami… (Siempre te llamo MADRE, pero esta vez no lo voy a hacer, porque no has sido una MADRE, has sido MAMI, mi MAMI)….
Eres grande Mami…. Muy grande… tan grande que no cabes dentro de ti…
Yo también te he echado de menos hoy en el desayuno.
Te quiero.
6 comentarios:
Que bonito!
Que afortunada eres!
Como te envidio!
Hoy me has hecho llorar, PRIMA.
Un beso grande para ti, y otro para tu mami
Durante el transcurso de la vida,hay que pasar por varias etapas que no sabes como van a funcionar hasta que no las llevas a cabo(No te he dicho nada que ya no sepas).
Como ya han comentado antes,creo que eres muy afortunada de poder regresar a vuestro Manderley,tu Manderley.
Ahora entiendo que te sientas triste y solita.Pero creo que está situación va a ser muy fugaz...Ya verás!!!
Muy bonito y emotivo post.
Besos.
Precioso y emotivo post.
Un besazo cielo.
Servando
Yo tenía un Manderley.
Pero se pudrió.
Como todo se pudrirá.
Besos.
Qué gusto me da leer tus post, xa reír, xa llorar, xa hacer pensar...
Siempre disfruto con tus vivencias, esta ha sido una de las que me han emocionado
Bea
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