No la veo todos los días… Coincido dos o tres días a la semana con ella, pero no todos los días. La veo en un semáforo.
Yo voy en coche, ella andando. Siempre lleva un caminar alegre y saltarín. Una amplía sonrisa decora su cara. Tiene el pelo largo, medio rizado y marrón. Siempre lo lleva anudado en una coleta. Viste de negro. Pantalón negro y jersey negro… Parece siempre la misma ropa… Juraría que siempre lleva puesta la misma ropa. Y unas zapatillas de deporte de un color que ya no se diferencia ni de lejos, ni de cerca.
Camina con fuerza… Con mucha fuerza y mucho ímpetu. Genera buen rollo y te anima. Te saca una sonrisa cuando la ves caminar hacia tí.
Siempre levanta los brazos con alegría ofreciéndote un paquete de pañuelos para los mocos (Kleenex), mientras con una amplia, muy amplia sonrisa, te hace un gesto con la cabeza para ver si quieres lo que ella te ofrece.
Cuando le dices que no con la cabeza o con la mano, te da las gracias… Joder!!! Te da las gracias por haberla mirado y haberle dicho que no!!! Y son gracias sinceras… Son en plan “no pasa nada! Otro día me compras y punto!”
No te da el coñazo. Aunque vea tu tabaco en el asiento del copiloto o te vea fumando, no te pide nunca un cigarro. No te suplica. No te enseña la foto de un hijo de mentira que dice suyo. No cojea para darte pena, ni lleva vendas o muletas. No intenta limpiarte (y dejarte mas cerdo) el parabrisas.
Creo que se turna con otros… Algunos días hay un saltimbanqui con un triciclo altísimo y unos malabares que tira y recoge. Otro día, sólo uno a la semana, gracias a Dios, hay uno que te enguarra el limpiaparabrisas y que si le dices que no mientras lo está haciendo, se pira y te deja todo el potingue en el cristal… Esto me encrespa absolutamente!!! Me pone de una leche merengada!!! Y otros dos días hay uno vendiendo pañuelos que te gorronea tabaco… Y si le dices que no, te pone una cara de odio de flipar!!!
Ella no. Ella solamente te ofrece pañuelos de los mocos, tan contenta, y si no los quieres, se va a por otro coche. Yo creo que no te mira a la cara particularmente… Solo busca el gesto o la señal de “saco el monedero para comprarte, te hago una señal de que no quiero o no te miro porque no existes”
Y ella sigue andando hacia los coches de detrás.
Suele estar los martes y los jueves.
Es drogata. Estoy convencida. Es drogata y española. Debe ser de las pocas españolas jóvenes que quedan en un semáforo.
Su pelo está sucio, asqueroso. Sus dientes (los que le quedan) están roídos… Su ropa carcomida. Su delgadez es extrema.
Pero… ¡¡¡qué fuerza derrocha la tía!!!
Siempre pienso que es injusta la desigualdad de oportunidades que se nos da en esta vida a los humanos. Ella es la típica tía que sería super-resolutiva en un curro normal. Que llevaría genial los encontronazos con los compañeros de trabajo. Que sabría templar gaitas. Que remontaría maravillosamente los contratiempos que le surgieran… Y esto lo pienso porque nunca he visto a nadie comprarle unos Kleenex durante el semáforo que me toca, y sin embargo ella no pierde la sonrisa.
Tiene perfectamente medidos los tiempos… Sabe cual es el último coche al que debe ofrecer antes de darse media vuelta y volver a bajar por la calle del semáforo de forma que el primero que esté en el paso de cebra, no haya sido pertinentemente ofrecido en el semáforo anterior. Es una tía organizada!!!
Y alegre… Me sorprende muchísimo su alegría y su fuerza… Y su vitalidad… Está metida en el mundo de la droga y tiene una vitalidad bestial.
A veces creo que debería comprarle un paquete, porque me cae bien por naturaleza, pero también pienso que ese euro que yo le dé, se lo va a gastar en algo que la va a matar, y con mi compra no le voy a hacer ningún bien … y entonces no le compro nunca.
Tengo como la necesidad de ayudarla… Y no tengo ni la más remota idea de cómo puedo hacerlo. Me siento impotente… Dos o tres días a la semana, me siento impotente porque veo a una tía, que podría tener una vida normal y ser válida en el desempeño de sus funciones laborales, vendiendo pañuelos en un semáforo.
Me parece que está desaprovechada. Echada a perder… Pero también me parece que se me escapan mis posibilidades de echarle una mano. Esta gente está metida en un mundo tan duro, por decir algo, que si me acerco, me mentirá, me robará, me engañará, para seguir consiguiendo “eso” que le ha hecho acabar en el semáforo vendiendo pañuelos para los mocos.
Y doy gracias a Dios por donde me ha colocado. Por haberme mantenido absolutamente alejada de ese mundo, que seguramente tiene su “aquel” porque son muchos, muchísimos, los que están enganchados.
También soy consciente de que cuando llegue al Cielo, si llego, me van a pedir mucho más que a los demás, por lo menos, me van a pedir mucho más que a ella, porque me han dado muchas más oportunidades … Me lo ha puesto más fácil.
Pero eso será cuando llegue al Cielo, si llego, y mientras estoy áquí, en la tierra, me pregunto… Y yo… ¿Cómo te puedo ayudar tía? ¿Qué puedo hacer por ti?
Hoy jueves no la he visto… El martes tampoco estaba… No sé… Espero que no le haya pasado nada malo.
4 comentarios:
Me solidarizo con tus reflexiones.
Deberiamos de ser conscientes de la enorme fortuna que tenemos por haber nacido donde hemos nacido y por las posiblidades que hemos tenido . No siempre es fácil estudiar .
Besos y de nuevo bienvenida , que sea para largo.
No se de que manera podemos ayudar a estas personas.
Lo que si que se.
Es que si a cada persona que vende pañuelos,hace malabares,cojea,enseña fotos de sus hijos...Les ayudáramos,.
Teníamos que salir de cada con una suma de dinero considerable.
Creo que las ayudas a las personas no deberían de salir del resto de las personas.
Creo que se deberían de vigilar las mafias que controlan a la mayoría de la gente que pide.
También quiero decir que estoy de acuerdo contigo y con la persona del comentario anterior...Somos afortunados.
Espero que hayas regresado para quedarte.
Buen post.
Teníamos que salir de casa NO de cada.
Como mínimo puedes-podemos hacer dos cosas: rezar por ella y preguntar en Proyecto Hombre. Tengo entendido que en principio lo más importante es querer entrar.Tal vez tú no seas el vehículo adecuado, allí te dirán quién y cómo. Es el único sitio que conozco.
Llevas toda la razón. También creo en lo de que "a quien más se le ha dado, más se le pedirá",y sobre todo nos pedirán cuentas por los pecados de omisión, tantas cosas que podríamos haber hecho y no las hicimos. TODA la gente que pasa por nuestro lado no pasa porque sí. ( Bueno, dentro de un orden, creo que me he explicado). BIENVENIDA!. Besotes!.
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