Ya estoy de vuelta, me han devuelto mi ordenata… ¡¡¡Ya soy feliz!!! En estos días, casi, casi 12 me han pasado un montón de cosas dignas de, cuanto menos, escribirlas, aunque no sé si me las merecía, la verdad…
Una de ellas es esta…
Siempre he dicho, y no me he cansado de repetir, que el día de la Creación que Dios dedicó a los animales, se le fue la mano. Y creo que donde más se le fue es con los insectos.
Puedo comprender que cada uno (y me refiero a cada bichito) tiene su función para que se desarrolle la vida en la tierra y en el planeta con normalidad, unos son matados por otros que, para quitarse adrenalina y sobrevivir, deben dejar correr sus instintos más bajos y asesinos, esos otros polinizan las plantas y salen las flores con las que los humanos nos morimos de alergia y que, si toca, te regala tu amado el día que El Corte Inglés ha establecido como oficialmente “Día del Amor”, y algunos insectos están para ser únicamente devorados, porque estoy convencida de que no sirven para nada. De las serpientes no me pronuncio, porque me dan un “repelus” que me muero.
Vuelvo con los insectos. No hay nada peor que estar tranquilamente comiendo en la terracita de tu casa y que te ataque un helicóptero negro que hace más ruido que la campana extractora del humo de tu cocina. De pronto, notas su presencia “pspspspspspspspspspsss”, y empiezas a mirar hacia los lados con espanto… Ya sólo por el sonido sabes, perfectamente, que un Black Hawk” se va a posar en tu ensalada, a ser posible en el tomate, y te va a joder el momento familiar estupendo del que estás disfrutando. Normalmente, cuando consigues verlo, los aspavientos y el movimiento de la servilleta hacen que la jarra, impepinablemente, se caiga en la mesa y todo el agua se desparrame sobre el mantel, los filetes y las patatas fritas…
Entonces es cuando pienso… ¿Y a estos bicharracos asquerosos y mierderos por qué no se los comen los pajaritos? Que también hay un huevo… Porque vamos, pajaritos hay pa’dar y tomar…
Todas las mañanas voy de casa al metro en coche, y cada día encuentro aparcamiento más lejos. Si llego prontito, aparco en un parking, si no, en un lateral, si no, en un lateral más retirado del lateral, y si me he dormido, he tenido problemas con los desayunos de los cachorros o, directamente, no encuentro sitio, aparco en Botswana, allá donde van a morir los elefantes en un descampado. El otro día que hacía solecito, puse mi Audi a cubierto debajo de un arbolito estupendo. Y me fui a trabajar…
A mi vuelta, nadie sabe cual fue mi sorpresa, al encontrarme esto (ver foto) en la ventanilla del conductor…
Pero ¿quéééééééé esssssssssssssss esoooooooooooooo?
¿¿¡¡¡Qué tipo de animal se ha cagado contra mi ventana!!!!??
¡¡¡Eso, como poco, lo ha tenido que parir un buitre aleonado!!! Es prácticamente imposible que una paloma, un gorrión o cualquier pajarillo sin marca de los que vuela por nuestra ciudad, pueda echar semejante tordo de una sola vez. No doy crédito a lo que se cuece en los estómagos de los animales que revolotean a nuestro alrededor…
Pero este pájaro… ¿qué coño comeeeeeeee? ¿Y en que cantidades? ¿Cuantos kilos de alpiste, abejas, gusanos tienes que comer para cagar eso? ¿Y de que tamaño es el piloto con alas ese? Y la ñorda de esos tonos… Verde, amarillo, blanco!!!
Y lo peor es que yo debí llegar al coche pasada una media hora desde la expulsión, porque el tema estaba blandito, y no se me ocurrió nada mejor que bajarrrrrrrrrrrrr la ventanillaaaaaaaa!!!! Y todo se acopló en el bordillo/precipicio de mi ventana, y como me dio un asco tremendo y además pensé que, ante la cantidad masiva de escombro nuclear, todo se iba a colar dentro del coche y me iba a hacer una tarta de pistacho asquerosa, volví a subir la ventanilla corriendo y aquello se expandió por el cristal, se extendió como una mantequillaza repugnante y se hizo un berenjenal de potar en una palangana colega!!!
Creo, sinceramente, que ese pio-pio estaba malito, muy malito… Casi, casi al borde de la muerte…
Y pensándolo despacio reflexiono… ¿y si llego a estar yo debajo del árbol en ese momento? ¡¡¡Me ahoga el cabrón!!! Una cosa de esas, caída a una velocidad importante e interesante es capaz de agujerearte el cráneo!!!
Tengo una amiga que tiene “pajaritis” o “avefobia”… Se muere de miedo cada vez que ve volar un pájaro… Yo a partir de ahora, de lo que me voy a morir es de asco pensando lo que echan los cabrones por el culo, y de pánico por si hace puntería y me cae directamente en toda la cabeza…
¡¡¡Qué asco!!!
Pues de este pelaje, en estos 12 días, me han pasado varias cosas y creo, claramente, que no me las merezco.
5 comentarios:
:)
Que bien que ya estés aquí.
No puedo con los insectos.
Y si, los pájaros nos bombardean sin parar.
Besos.
Jajjaajjajaj.... estás que te sales. Te echabamos de menos!
Pero la pregunta es ¿cómo se te ocurre hacerle una fotico al "pastelón" de marras de tu coche? Es algo que nunca se me hubiera ocurrido...
;-)
Aparcaste el coche debajo de un árbol de kiwis?
P.D:Compro monopoly.
Es lo que tiene la sombra. Quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija... y tu madre no te dijo lo que continuaba ¿verdad?
¿No están la mitad + uno de los niños en el cole con gastroenteritis? pues es que lo cogieron en el parque...no hay más explicación.
Llegando las buenas temperaturas suelo dejar el coche al sol, alejada de árboles y farolas porque los pajaritos-aguiluchos de mi barrio tienen la tripa más suelta que te puedas imaginar.
Feliz regreso, guapetona.
Holaaaaaa, que bien que volviste.
Pues hija porque no vives en una ciudad con puerto,no te asustarias tanto. porque lo de tu foto no es nada al lado de..... ¡¡¡¡una cagada de gaviotaaa!!!! las odio de verdad, que asco, yo tengo que lavar mi coche, cada 20 dias,porque ademas si no lo lavas enseguida, la cagada se come la pintura del coche!!!! que coñazo, quereis unas poquitas para Madrid??.
un besazo, y bienvenida
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