Tengo una suerte tremenda. Tengo dos “madres”.
Tengo a mi MADRE, a la que le he dedicado ya varios post sobre sus estudios universitarios, sobre lo que la quiero y la menciono en muchos o casi todos mis escritos. Pero no sería justa, si no le dedicase uno, para ella solita, a “mi otra madre”…
Bueno, pues “mi otra madre” está conmigo desde que tengo uso de razón. No sé a que edad se considera que una persona tiene uso de razón, quizá ni siquiera lo tenga hoy por hoy, pero cuando echo la vista atrás, todo lo atrás que puedo, ella ya está allí. En mis recuerdos, en mi infancia, en mis vivencias, en mi vida entera.
Llegó a mi vida cuando yo tenía dos años y medio y hoy, treinta y cinco años después, sigue en mi vida. Totalmente involucrada y volcada en ella. En ella, y en la ESTRELLA y en el PLANETA. Llama muchas noches para hablar con la ESTRELLA de mi vida, y la ESTRELLA, como una quinceañera de nueve años, se mete en la habitación, y habla con “mi otra madre” bastante rato. No sé de que hablarán…
Cuando llegó a casa venía un pueblo de León. No sé si a aquello puede llamársele pueblo, porque es una aldeíta, un concejo, una pedanía… Debe tener entre doce y quince habitantes en invierno, y en verano puede subir, yo creo, a doscientos como mucho. Pues ella llegó desde allí a mi casa, y, como anécdota, siempre cuenta mi MADRE, que la primera vez que entró en casa bordeaba las alfombras para no pisarlas.
Es evidente que si vive con nosotros desde hace treinta y cinco años es soltera, y por supuesto, no tiene hijos. Y como dice ella misma muchas veces “a quien Dios no le da hijos, el diablo le da sobrinos”… Y sí, tiene tres sobrinas, pero lo del diablo nunca lo ha dicho por ellas.
No se le conoce novio. Tuvo un pretendiente. Se llamaba Vicente. Era de su pueblo. Era también soltero. Yo le ví una vez que vino a buscarla un verano al pueblo cántabro de mi vida, para pasar una tarde y pasear. Vino en moto. Ese día sentí miedo. Miedo a que “mi otra madre” se cayera de la moto, porque ya era talludita y poco experta o nula en temas moteros, y miedo a que Vicente nos la quitara. Mis miedos se disiparon a la vuelta. No se accidentó en la moto. No se marchó con Vicente. Sigue con nosotros.
El día que papá se marchó, estaba sola con mamá en el pueblo cántabro de mi vida. Todos los hijos estábamos en Madrid. Hicimos deprisa y corriendo el viaje para llegar allí, y al día siguiente nos teníamos que volver con papá ya fallecido. Esa noche cuando nos acostamos era muy tarde, estábamos muy cansados, muy raros, muy descolocados, muy asustados. Ella, sin embargo lo tuvo claro. Se quedó a los pies de papá toda la noche velándole. Sola. Sola con papá. Sentada en una silla.
Años después, hizo exactamente lo mismo cuando murió mi abuela, que vivía con nosotros mientras todos vivíamos en casa de mi MADRE; y al final acabó viviendo con ella y con mi MADRE solamente, mientras los demás “emigramos!. Ella se quedó toda la noche velándola en una silla.
Seguramente es, de todos los miembros de mi familia, la que más me ha mimado… pero con un mimo distinto…Con un mimo especial, porque me ha cuidado en cosas en las que ninguno de los otros miembros de mi familia podían mimarme, por ejemplo, en invierno todas las noches ponía mi pijama en el radiador para que estuviera “calentín” o me ponía bolsas de agua caliente en la camita para que yo no pasara frío (en casa de mi madre había por supuesto calefacción central, pero es que yo pierdo la temperatura a velocidades vertiginosas), ha jugado conmigo a cosa/animal miles de veces, y yo siempre le ganaba… Ahora cada vez que voy a comer a casa de mi madre me tiene preparado un tupper de croquetas porque a la ESTRELLA de mi vida le chiflan las croquetas de mi otra madre.
Para mi tiene tres platos “Estrella”: la tortilla de patata, el cocido y el tomate frito… No he comido en mi vida un tomate frito como el que hace ella. Esto es lo que cocina de maravilla, todo lo demás solamente lo hace buenísimo!!!
Es un libro abierto de sabiduría popular y para todo, todo, todo, tiene un dicho o un refrán con el que hacerte soltar una carcajada…
Es un ejemplo inigualable de fidelidad, entrega, paciencia, trabajo, servicialidad (creo que me acabo de inventar una palabra), cariño, mimo, cuidado…
Mi nombre tiene un montón de posibilidades de derivarse en otros muchos nombres que son totalmente reconocibles del original del que proceden, pues ella me llama de una manera que nadie sabría que deriva de mi nombre. Me llama "IÍNA" (con dos íes, y no me preguntéis de donde viene)
14 comentarios:
Tu rompes el dicho...........Madres no hay más que una.
Pero tal como lo cuentas,entiendo que estés muy orgullosa y contenta de tener dos.
Conozco poquito, poquito, a tu segunda madre. Pero como bien sabes, y has escrito aquí, soy una persona muy intuitiva y observadora.
Cuánto cariño desprende tu segunda madre. Si hubiera que definirla con una palabra sería ENTREGA. Pero una entrega innata, sin esperar nada a cambio, siempre pendiente de los demás, ofreciéndote pequeños detalles (siempre recuerdo alguna vez en tu casa lo pendiente que está de todo el mundo, ofreciéndole a cada uno lo que más le puede apetecer acorde con su forma de ser, mostrando una inmensa psicología que le ha enseñado la vida). Yo soy de los que creo que la vida, el universo personal de cada uno, no está hecho con grandes nombres, sino con grandes personas. Tu segunda madre, es de ese tipo de gente, que jamás será actriz secundaria, sino todo lo contrario, porque ha estado presente, en primera persona en todos los momentos importantes de vuestra familia. Vaya desde aquí mi reconocimiento, admiración y cariño, a un miembro más de esta familia que es imposible no querer.
Uri, no conoces poquito a mi segunda madre, la conoces mucho. No hay mas que conocer que lo que ya has visto. Es asi de SENCILLA, es asi de MARAVILLOSA. Un beso mi niño
16: no concibo mi vida sin ella. Ha estado en todos mis momentos importantes (felices o tristes) dandome todo su cariño... No tiene precio. Un beso
Emotivo homenaje.
Espero que lo lea.
Fijo que se emociona.
Es precioso lo que has escrito de ella.
Besos.
Doy fe a lo de la tortilla de patata. La mejor que he probado.
Magnífica persona, una suerte tenerla en la familia.
Muy emocionante.
Que post tan bonito y emotivo.Una persona maravillosa, un beso de mi parte enorme para ella.
Que tierrrrrrrno!!!
además guardo entre mis imagenes sosegantes un viaje que hice por esa zona, y por babia y pasar por Luna...
mi comentario se ha ido por los aires al cielo de los comentarios perdidos.
decia que muuu tierno!!
Y que la zona esa me encantó en un viaje que hice...
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!me acabo de dar cuenta que has puesto censura de comentarios!!!!!!!!!
¿siempre ha estado así?!!!
no me guta!!!
Querido ECDC: como no te gusta el moderador de comentarios lo voy a quitar, eso si, vete al post del "Aburrebragas" y entenderás por qué lo puse... Si vuelvo a ser atacada por una panda de "anonimos desaforados" lo volveré a poner. Un beso
me habia perdido ese post...
aunque los comentarios tampoco son para tanto (los borrados no lo sé)...
En cualquiier caso si alguno se pasa se borra y santas pascuas.
aunque cada uno en su casa hace lo que le place.
Lo del pijama en el radiador me parece la bomba (yo con lo friolera q soy...). Eso es mimar y dar cariño desde luego.... Sois muy afortunados por tenerla y ella por teneros a vosotros.
Bssss
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